domingo, 17 de mayo de 2015

Hipócrates, de Thomas Lilti



Título original: Hippocrate. Dirección: Thomas Lilti. País: Francia. Año: 2014. Duración: 102 min. Género: Comedia dramática. Guión: Pierre Chosson, Baya Kasmi, Julien Lilti y Thomas Lilti. Productores: Agnes Vallée y Emmanuel Barraux. Diseño de producción: Alexandre Isodoro. Productora: 31 Juin Films. Director de fotografía: Nicolas Gaurin. Música: Jérôme Bensoussan y Nicolas Weil. Montaje: Christele DeWinter. Sonido: François Guillaume. Diseño de Vestuario: Cyril Fontaine. Estreno en España: 8 Mayo 2015.
Intérpretes: Vincent Lacoste (Benjamin), Reda Kateb (Abdel), Félix Moati (Stéphani), Jacques Gamblin (Profesor Barois), Marianne Denicourt (Denomandy), Carole Franck (Myriam), Philippe Rebbot (Guy), Julie Brochen (Madame Lemoine), Jeanne Cellard (Madame Richard), Thierry Levaret (Monsieur Lemoine), Rafik Ben Mebarek (Aide, camillero), Zohra Benali (Koka).

Sinopsis:
Benjamin está destinado a ser un gran doctor, pero su primera experiencia como médico residente en el hospital donde trabaja su padre no sale como él esperaba. La práctica se revela mucho más compleja que la teoría y la responsabilidad es aplastante. Además, su compañero de trabajo Abdel, un médico extranjero, tiene mucha más experiencia que él. Benjamin tendrá que enfrentarse cara a cara con sus límites y sus miedos, así como los de sus pacientes y sus familiares, los médicos y sus compañeros residentes.

Fotograma de Hipócrates

Comentarios:
Con un triunfo millonario en espectadores en Francia nos llega a Sevilla una película que pasó por la sección oficial del último Festival de Gijón y que obtuvo 7 nominaciones en los Premios César, alcanzando uno de ellos (Mejor Actor Secundario: Reda Kateb).
Su título, Hipócrates, hace referencia a un médico de la Antigua Grecia que ejerció durante el llamado siglo de Pericles. Es considerado una de las figuras más destacadas de la historia de la medicina y muchos autores se refieren a él como el «padre de la medicina».
La película nos puede hacer recordar algunos de los pasajes de la muchas series de televisión ambientadas en hospitales, tan habituales en todo el mundo tras el éxito de Urgencias, pero nos resulta muy atractivo este acercamiento a la condición laboral de la medicina, a sus dimensiones científica, ética y social, protagonizada por dos médicos residentes.
En uno de los momentos iniciales de la película uno de los jóvenes residentes entra en el hospital, pide una bata y éste observa como está llena de manchas. La encargada del departamento de material le dice al joven médico que la bata “está lavada, que son manchas limpias", la realidad es que la bata está muy lejos de lo impoluto y, parafraseando al crítico cinematográfico Javier Ocaña, ésta no es una frase intrascendente. Estamos ante la auténtica metáfora de todo lo que va a ocurrir después, donde las manchas, morales y laborales, ejercerán de hilo conductor de una película donde Thomas Lilti, su director y coguionista, utiliza la urgencia de los hermanos Dardenne en la puesta en escena, cámara en el cogote por los interminables laberintos emocionales del hospital, para narrar con convicción los desastres de ciertas decisiones administrativas en algo esencial: nuestras vidas.


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