Un agradecido
recibió el pasado viernes el Premio Donostia del recientemente clausurado Festival
de Cine de San Sebastián, en homenaje a toda su carrera cinematográfica,
recordando a otros actores a los que admira y que también fueron galardonados
con la farola de plata, especialmente a Gregory Peck. "Siempre llevaré en mi corazón el Premio
Donostia y a San Sebastián. Puedo decir que tengo un affaire con esta ciudad y
su gente. Este día no lo olvidaré", dijo tras recibir el premio de
manos del actor y director mexicano Diego Luna, que es también en esta 61ª
edición miembro del jurado de la Sección Oficial.
La gala de entrega del
premio fue antes de lo habitual porque Jackman debía marcharse, pero antes, el
actor australiano participó en una larga y divertida comparecencia con la
prensa en el Kursaal, que comenzó con un "Arratsaldeon" ("Buenas
tardes" en euskara) y asegurando que en San Sebastián se sentía como en
casa. "Sorprendido" por el
premio, Jackman dijo que se trataba de un honor recibir el galardón de un
festival tan prestigioso y recordó cómo Deborra Lee-Furnes, su mujer, fue
galardonada en 1991 también en San Sebastián con la Concha de Plata a la mejor
actriz por su trabajo en Waiting.
Sobre su interpretación en
Prisoners, la película que presentó
en esta edición, el actor australiano dijo que es "una rareza en una
película de Hollywood". En Prisoners,
un filme de suspense, Hughman interpreta a un "personaje oscuro",
según su propia definición, un padre desesperado por la desaparición de su hija
y que, ante la inacción de la policía por falta de pruebas, decide tomarse la
justicia por su mano. "Nos recuerda
lo fácil que es juzgar desde el punto de vista moral, pero aquí el director no
da respuestas, deja que el público decida por sí mismo", explicó.
"Si alguien piensa que lo que sucede
en esta película no es real, les diré que he conocido situaciones peores, pero
tampoco quiero, como padre, que mis hijos sean unos paranoicos, porque si
pienso en las cosas que hice yo con 18 años...", explicó un sonriente
Jack Hughman.
El protagonista de Los Miserables, Australia y la serie de Lobezno
enamoró a San Sebastián una mañana cuando se supo que había aprovechado las
primeras horas del día para pasear por la ciudad en bicicleta junto al director
de Prisoners, Denis Villeneuve. Y
según contó fue "fantástico, porque
no había nadie". "Fui a
nadar; Denis y yo anduvimos dos horas en bici y en la Universidad vimos a un
grupo de alumnos fumando que me miraban como diciendo 'Ah, vale, qué más da
quién sea ése'". "Lo que
quiero decir -añadió- es que si
quieres que te dejen en paz en España, levántate pronto", dijo.
Inevitable fue responder a
muchas preguntas sobre su continuidad como Lobezno, el protagonista de la saga
X-Men que lleva 14 años interpretando. Aunque no especificó cuándo será el
momento de dejarlo, sí avanzó que necesitará de alguna razón importante para
seguir. "Los grandes personajes
siempre sobreviven a los actores que los interpretan", señaló.
Cuando poco después, un
periodista le recordó el deterioro mental en el que cayeron intérpretes de
otros personajes míticos como Tarzán (Johnny Weissmüller) o Drácula (Bela
Lugosi), Jackman se retractó siguiendo su tono bromista. "No voy a dejar nunca Lobezno. Gracias por prevenirme",
dijo entre risas.
Hugh Jackman en el Festival de Cine de San Sebastián 2013 |
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