Cesc Gay, director de 'Una pistola en cada mano', una de
las últimas gratas sorpresas del cine español, no olvidará el rodaje de una de
las cinco historias de hombres que protagonizan su película, la que rodó
durante toda una noche y de un tirón en la redacción de El Periódico. En ella,
Eduardo Noriega, caracterizado de periodista con cartera colgada al hombro
incluida, intenta ligar con una compañera, Candela Peña. Es casi un cuarto de
hora de acoso sin derribo que acaba con sorpresa.
"Escogí la redacción de El Periódico para rodar esa historia
porque me metí en la cabeza que los protagonistas tenían que ser periodistas.
Mi mujer (la acrtiz Àgata Roca), que había estado en el diario para una entrevista,
me dijo que me gustaría mucho esa localización. Además, un compañero mío del
colegio Virolai, el periodista Rafa Tapounet, trabaja ahí y por eso siempre he
tenido simpatía por este diario", explica Gay, a quien le sorprendió una
redacción tan espaciosa.
Añade el director catalán que el rodaje no fue nada fácil. "Nunca
había rodado toda una noche y la verdad es que es muy cansado. El
Periódico nos dejó utilizar toda la redacción desde la medianoche del
sábado a las 6 de la madrugada del domingo, que era cuando no había gente
trabajando. Yo necesitaba 12 horas para rodar, pero lo tuvimos que hacer en la
mitad de tiempo y de noche, pese a que en cine tienes medios para trabajar como
si fuera de noche pero sin que le sea realmente".
Confiesa Gay que su equipo apenas tuvo que añadir o quitar elementos de
la redacción. "Solo una foto que no me gustaba y que salía de fondo en uno
de los planos que hicimos con Candela Peña, pero la verdad es que lo
aprovechamos todo". Alrededor de Peña y Noriega aparecen otros falsos
periodistas (unos 30 extras).
"También incluimos algún trabajador del diario que llegó por la
mañana y se sumó al rodaje", añade el realizador. "No se les
reconoce, porque sólo los protagonistas están enfocados", precisa. Detrás
de la cámara había unos 30 técnicos.
La escena principal de la pareja de periodistas se grabó junto a las
mesas de la sección Cosas de la Vida de El Periódico, con las mismas
pantallas e idéntico desorden efectivo que suele haber en la redacción. Gay
visitó el diario cinco veces antes del rodaje para estudiar el escenario, lo
que le permitió pensar en situar a Noriega en el altillo en una de las escenas.
Y otro detalle: Ni Noriega ni Peña trabajaron con los periodistas para
actuar como tales, pero el actor sí pidió que le pusieran en su mesa de
redactor unos diarios internacionales.
Únicamente los que trabajan o han visitado El Periódico descubren en
'Una pistola en cada mano' que ni los lavabos, ni el ascensor, ni la entrada
son los del diario. "Bueno, son recursos que uno tiene cuando rueda una
película, combinar escenarios. A mí el vestíbulo de El Periódico no me gustó.
Pero además tampoco teníamos tiempo para rodar más allí".
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