miércoles, 14 de diciembre de 2022

Vasil (Avelina Prat, 2022)

 

Título original: Vasil. Dirección: Avelina Prat. País: España. Año: 2022. Duración: 93 min. Género: Drama.

Guión: Avelina Prat. Música: Vincent Barrière. Fotografía: Santiago Racaj. Producción: Distinto Films, Activist38, RTVE, TV3.

Premio al Mejor Actor (Ivan Barnev y Karra Elejalde) en el Festival de Cine de Valladolid (SEMINCI 2022).

Fecha del estreno: 4 Noviembre 2022 (España).

 

Reparto: Ivan Barnev, Karra Elejalde, Alexandra Jiménez, Sue Flack, Susi Sánchez.

 

Sinopsis:

Vasil es inteligente, carismático y un número uno jugando al bridge y al ajedrez, pero duerme en la calle desde que llegó de Bulgaria. Alfredo, un arquitecto jubilado, lo acoge en su casa durante un tiempo ante la mirada atónita de su hija Luisa. Los dos hombres no tienen nada en común, excepto su pasión por el ajedrez. A pesar de sus diferencias, poco a poco Vasil conseguirá romper las barreras construidas por Alfredo. Y es que Vasil tiene un don: transformar para siempre a aquellas personas con las que se relaciona.

 

Comentarios: 

En su capa más evidente, Vasil es una amable historia de amistad entre un arquitecto jubilado español y un inmigrante búlgaro que quiere instalarse en España. Dos hombres instruidos y educados a los que el azar y un sofá cama libre en un acomodado salón les permiten entablar una improbable relación, en la que el ajedrez y el bridge tendrán su particular baza. La ópera prima de Avelina Prat tiene algo de comedia costumbrista marcada por la propia experiencia de la directora. Unos tintes autobiográficos que recogen un episodio de la vida del padre de la guionista y directora, que albergó en su casa durante un tiempo a un inmigrante búlgaro recogido de la calle.

Sus dos actores principales, Karra Elejalde e Ivan Barnev, premiados ex aequo en la pasada Seminci de Valladolid, son los pilares de una película que encuentra su tono en pequeños gestos: el padre cada vez más misántropo que se grapa el dobladillo descosido del pantalón, los tejemanejes de las señoras del club de bridge, el partido de ajedrez con un yogur natural en la mano, los pasatiempos del periódico y, sobre todo, la rutinaria relación con la hija, que encarna Alexandra Jiménez.

Es esta relación la que vertebra el filme. Porque lo que parece una historia sobre solidaridad y empatía hacia un desconocido que duerme en un banco del parque, en realidad es una historia sobre cómo un padre algo cascarrabias, instalado cómodamente en su solitaria vida, se reencuentra con los demás a través de otro hombre solo, más expansivo por necesidad y que solo sueña con traer a España a su propia hija.

En un giro conmovedor, Vasil le dedicará a su hija una misiva en cuyas líneas podría estar encerrado el secreto de este por momentos encantador filme. Una carta sobre un lugar imaginario, una isla que aparece y desaparece en medio del océano Atlántico. Una isla que podría ser lo único que queda de un antiguo mundo civilizado.

Como ese lugar soñado, Vasil podría ser solo un invento, el espejismo de un hombre que envejece y al que le empieza a costar entenderse con los demás. En esa partida de ajedrez consigo mismo, Elejalde descubrirá algo más importante que los pequeños placeres de una amistad otoñal. La irrupción en su vida del amigo búlgaro será la oportunidad para luchar contra su introspección y frialdad, su manera de aprender a escribir su propia carta de amor a su hija. (Elsa Fernández-Santos)

Recomendada.




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