jueves, 15 de diciembre de 2022

Police (Anne Fontaine, 2020)

 

Título original: Police. Dirección: Anne Fontaine. País: Francia. Año: 2020. Duración: 98 min. Género: Drama.  

Guión: Claire Barré, Anne Fontaine (basado en una novela de Hugo Boris). Fotografía: Yves Angelo. Montaje: Fabrice Rouaud. Vestuario: Emmanuelle Youchnovski. Dirección artística: Arnaud de Moléron. Producción: Jean-Louis Livi, Philippe Carcassonne.

Presentada en el Festival de Berlín 2020.

Fecha del estreno: 30 Abril 2021 (España)

 

Reparto: Virginie Efira, Omar Sy, Grégory Gadebois, Peyman Moaadi, Elisa Lasowski, Anne-Pascale Clairembourg, Cédric Vieira, Anne-Gaëlle Jourdain, Emmanuel Barrouyer, Cécile Rebboah, Thierry Levaret, Gwenaël Clause, Tadrina Hocking, Aurore Broutin, Damien Abysique.

 

Sinopsis:

Virginie, Erik y Aristide, tres policías parisinos, se ven obligados a aceptar una misión poco habitual: reconducir a un extranjero a la frontera. Durante el camino al aeropuerto, Virginie entiende que si el prisionero pone un pie en su país de origen sufre el riesgo de morir. Frente a dilema moral, intenta convencer a sus colegas de que lo dejen escapar.

 

Comentarios:

“¿Soy un buen poli o no?”, “No hacía falta abrir el sobre”. Cuando el uniforme se agrieta y emerge el ser humano que se esconde bajo la coraza de obedecer órdenes, es difícil saber cuál de los dos volverá a salir. Police, de Anne Fontaine, se centra en esa zona gris donde los problemas personales se confunden con los profesionales y los valores morales individuales chocan con la coraza del deber.

Esta inmersión de 24 horas en una comisaría parisina que tiene como trasfondo la inmigración clandestina y las expulsiones en la frontera, suponía un riesgo debido a los casos de abuso de poder policial que tuvieron lugar en Francia en 2019. Pero la directora no carece de experiencia: su sentido agudo de lo esencial, la eficacia de la puesta en escena y de la estructura narrativa, la reconstrucción depurada pero creíble de la profesión de policía y un excelente trío de actores protagonistas le permiten evitar el desagradable obstáculo del panegírico y mantener perfectamente su línea habitual entre el cine de autor y el cine comercial (que sólo se desvía al final de la película).

El guión, escrito por Anne Fontaine y Clairé Barré, a partir de la novela homónima de Hugo Boris, empieza con una buena presentación de los tres policías protagonistas, a través de un día visto desde tres perspectivas diferentes. Virginie (Virginie Efira) está en plena crisis existencial, y ya no quiere ni a su marido ni a su bebé, que no la deja dormir desde hace 18 meses. Además, acaba de enterarse de que está embarazada y ha decidido abortar. Su colega Aristide (Omar Sy), padre de ese hijo no deseado, también esconde profundos problemas psicológicos detrás de su máscara de fanfarrón y bromista. En cuanto al rígido y alcohólico Erik (un fantástico Grégory Gadebois), acarrea una buena dosis de acritud alimentada por una vida de pareja donde se entremezclan la agresividad y los sentimientos. La vida cotidiana de los policías navega en las profundidades de una miseria humana cuyo dolor parece difícil de evitar (a medio camino entre “Yo no soy un héroe” y “No estamos allí para ofrecer ayuda humanitaria”): interpelar a los manifestantes, recuperar las pertenencias de una mujer maltratada en casa de un marido violento, recoger el cadáver de un bebé en un garaje mientras escuchan a su madre intentando justificarse (“Yo quiero a mi hijo. Quería sacarlo a tomar el aire”). Cuando los tres protagonistas de la película se ofrecen voluntarios (un incendio en un centro de retención moviliza a personal especializado) para trasladar al aeropuerto a un enigmático migrante (Payman Maadi) antes de ser expulsado, todas las tensiones acumuladas se concentran en el coche, durante el trayecto, pues parece que “si este hombre vuelve a su país, se arriesga a morir…”.

Police, un retrato estilizado y muy dinámico que consigue agrupar varias problemáticas gracias a una mezcla consumada de realismo e impresionismo se sitúa a una distancia prudencial para estudiar de manera aislada las angustias emocionales de estos tres policías y de su cautivo, los dilemas, las fragilidades, la espera asfixiante, la comunicación no verbal, la desconfianza, la ética profesional, las pulsiones de transgresión, el punto de no retorno… Un conjunto complejo muy bien dirigido por Anne Fontaine (con un buen trabajo de Yves Angelo en la dirección de fotografía) hasta una recta final donde la película pierde credibilidad al forzar la nota optimista. Este cine popular con un buen reparto no anula las cualidades anteriores, pero es una pena. (Fabien Lemercier)

Recomendada.




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