sábado, 19 de diciembre de 2020

Furtivos (José Luis Borau, 1975)


 

Título original: Furtivos. Dirección: José Luis Borau. País: España. Año: 1975. Duración: 99 min. Género: Drama.

Guión: Manuel Gutiérrez Aragón, José Luis Borau. Fotografía: Luís Cuadrado. Música: Vainica Doble. Producción: José Luis Borau (El Imán Cine y Televisión S.A.).

Concha de Oro a la Mejor Película en el Festival de San Sebastián 1975.  

Estreno en España: 8 septiembre 1975

 

Reparto:

Lola Gaos, Ovidi Montllor, Alicia Sánchez, Ismael Merlo, José Luis Borau, Felipe Solano, Antonio Gamero.

 

Sinopsis:

Ángel es un cazador furtivo que vive en un bosque con su madre, una mujer tiránica y violenta. En uno de sus escasos viajes a la ciudad, conoce a Milagros, una chica que ha huido de un reformatorio y que es la amante de un delincuente llamado El Cuqui. Ángel la protege y la lleva a su casa. La animosidad de la madre hacia Milagros, así como la atracción que Ángel siente hacia ella desembocarán en un drama.

 

Comentarios:

Furtivos es un hito en la historia del cine español, que va más allá de sus estrictos méritos artísticos. Es la primera película que se enfrenta a las imposiciones censoras y vence, consiguiendo introducir contenidos eróticos y ridiculizar al régimen a través de la figura algo bobalicón del gobernador civil interpretado por el propio Borau. Esta victoria contra la represión hay que verla en el contexto de 1975, el régimen se desmoronaba y el dictador estaba moribundo. Gran parte de los méritos del film debe atribuirse al coguionista Manuel Gutiérrez Aragón, pues la línea argumental venía de una historia sobre un cazador furtivo de los bosques cántabros, que el aragonés Borau engarzó, con una asociación de ideas que incluía a la Saturna (Lola Gaos) de Tristana, de su idolatrado maestro Buñuel.

Como nos recuerda el pintor Goya, otro aragonés universal, en su célebre lienzo “Saturno devorando a un hijo” es referente iconográfico de la cultura realista española, es la hazaña más conocida de Saturno y de eso va en parte la trama de Furtivos. España es un bosque, lejos de mantenerse eternamente en paz, como insistían las autoridades del momento, que oculta en sus entrañas las más atroces crueldades, las más deleznables perversiones. Ángel, cazador furtivo (Ovidi Monllor), atrapado entre el enfermizo amor de su madre Martina (Lola Gaos) – su físico y su actuación son la referencia continua de la narración – y el deseo que siente hacia una golfilla que ha escapado de un reformatorio, Milagros (Alicia Sánchez), aparecen enmarcados bajo la escrutadora mirada del gobernador, no sólo el representante del poder, sino también el signo de la represión, no es casual que la propia Martina fuera su ama de cría.

El estilo y la puesta en escena de Borau es sólido y parece nacer de la sequedad más extrema para mostrarnos una extraña fisicidad. El propio bosque, gracias a la fotografía de Luis Cuadrado, es tanto una metáfora global de las relaciones entre los personajes como el lugar de lo oculto y lo prohibido, pero sobre todo es una presencia que rodea y condiciona a los protagonistas, una fuerza de la naturaleza cuya devenir, sea la hojarasca otoñal y la nieve invernal, certifica el lento emerger de las pasiones reprimidas. Furtivos se nos muestra como una oposición entre el poder castrador y los instintos individuales, que se expresa tanto en la metáfora política como en la tensión subterránea que bulle en su interior. Los furtivos del título son, esos personajes atormentados, a veces frágiles y otras patéticos, pero también crueles y vengativos. A pesar del pesimismo que caracteriza el cine de la transición, Furtivos continúa siendo una película fascinante y bella. (Antonio Morales)

Recomendada. 




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