martes, 12 de noviembre de 2019

De repente, el paraíso (Elia Suleiman, 2019)


SEFF 2019. 16ª Festival de Cine Europeo de Sevilla.
Sección Oficial. 


Título original: It Must Be Heaven. Dirección: Elia Suleiman. País: Palestina, Francia. Año: 2019. Duración: 97 min. Género: Drama.  
Guion: Elia Suleiman. Fotografía: Sofian El Fani. Montaje: Véronique Lange. Sonido: Lars Ginzel, Johannes Doberenz Gwennolé Le Borgne, Olivier Touche Laure Anne Darras. Producción: Fatma Hassan Alremaihi, Hanaa Issa, Édouard Weil, Laurine Pelassy, Elia Suleiman, Thanassis Karathanos, Martin Hampel, Serge Noël. Compañía Productora: Production Company: Rectangle Productions Nazira Films, Pallas Film Possibles Media, Zeyno Film.
Mención especial y Premio FIPRESCI en el Festival de Cannes 2019.
Estreno en Sevilla: SEFF 2019 (Del 8 al 16 de noviembre de 2019)

Reparto:
Ali Suliman, Elia Suleiman, Holden Wong, Robert Higden, François Girard, Gael García Bernal, Sebastien Beaulac, Raia Haidar, Alain Dahan, Basil McKenna, Aldo Lopez, Stephen Mwinga.

Sinopsis:
El director Elia Suleiman viaja a diferentes ciudades del mundo en busca de similitudes con su tierra natal, Palestina.

Comentarios:
«It must be Heaven» tiene un argumento muy sencillo: la cámara observa a Elia Suleiman mientras que él observa el mundo que le rodea, desde su propia casa en Nazaret, donde nació; desde un París a veces vacío y a veces vacuo, o desde un Nueva York que le saca algún gesto casi imperceptible. Su humor también lo es, tan minúsculo, exclusivamente visual y con un punteo socarrón de lo contradictorio y paradójico… Un taxista neoyorquino le lleva gratis cuando se entera de que es palestino, que nació en Nazaret, ¡en Nazaret!, o un pajarillo que se cuela en su habitación parece el único interesado en lo que escribe en su ordenador: su encuentro con un productor de París (por cierto, el mismo que le produce esta película) es frustrante: su proyecto no es el apropiado a lo que se espera de «lo palestino»… Y de hecho, que nadie busque un cliché del problema palestino, sino más bien un contracliché o un deseo: un pueblo, una juventud, que podría estar a otra cosa. (Oti Rodríguez Marchante)
Recomendada.



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