El
pasado lunes 16 de mayo, en el Salón de Actos de la Fundación Cajasol asistimos
a la proyección de la película El chico
(1921) de Charles Chaplin, con música en directo a cargo del grupo de Dan
Kaplan, un maravilloso espectáculo que sirvió para cerrar el acto de inauguración
del "III Festival de Cortos y Salud Mental - Cine Mental",
organizado por Asaenes y los Hospitales Universitarios Virgen Macarena y Virgen del Rocío de Sevilla, en el que colabora Linterna Mágica, que patrocinó esta actividad.
El chico es una de las cintas más populares de la época silente del cine, a la vez divertida y emotiva, en la que se ponen de manifiesto las características del mítico personaje Charlot, ese vagabundo de buen corazón. La película sabe tocar la fibra sensible del espectador, se trata de una comedia dramática, que consigue emocionarnos, pero sin borrar la sonrisa de nuestro rostro. En este su primer largometraje, Chaplin da muestra de su maestría, fue guionista, productor, director y actor protagonista, por lo que puedo controlarlo todo y hacer así la película que él quería. El conflicto social se narra en tono cómico, con gags visuales, situaciones cómicas, y elementos del slapstick tan característicos del cine de Chaplin.
Dan Kaplan, músico neoyorquino de diversas influencias, ha compuesto bandas sonoras para numerosos clásicos del cine mudo, entre ellos El Caballo de Hierro de John Ford, El Nacimiento de una Nación de D.W. Griffith y Amanecer de F.W. Murnau. Con instrumentaciones y estilos heterogéneos, sus composiciones han sido interpretadas en numerosos festivales del territorio nacional y alabadas por la prensa especializada.
En esta ocasión, Kaplan y su trío, con Juan Miguel Martín al bajo eléctrico y Manuel Montenegro a la batería, presentaron su nuevo trabajo, un encargo de nuestra asociación Linterna Mágica, para acompañar “El Chico”, obra maestra del genial Charles Chaplin. Para Manuel J. Lombardo (Diario de Sevilla, 18/05/2016) "Kaplan despacha para El chico un gozoso e inspirado repertorio original que asume el irresistible encanto intemporal de la historia del niño (Jackie Coogan) y el vagabundo (Chaplin) sin edulcorar lo más mínimo la deriva melodramática del filme, un poético y emotivo canto a la dignidad de los parias tocado por la gracia y el magisterio de la sencillez.
Lejos de cualquier pretensión de hacer mickey-mousing (aunque alguno hubo), los cuatro o cinco temas y leit motivs creados por Kaplan se desarrollan, expanden, repiten y encuentran variaciones por escenas para guiar el tono, la emoción y el tempo de un humor sentimental que elude siempre el sentimentalismo. Y es ahí donde la película y su nuevo, contagioso y elegante vestido musical revelan toda su frescura, su absoluta vigencia, su lenguaje universal que se nos antoja aún hoy insuperable."
El público asistente, que completó totalmente el aforo de la sala, disfrutó enomemente de esta singular experiencia cinematográfica, más propia del pasado que de nuestros días: la proyección de una película muda, acompañada por música de calidad, interpretada en directo y compuesta expresamente para esas imágenes.
Pasamos una estupenda velada. Como dices en tu reseña nos reimos y nos emocionamos. Ana
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