Título original: Umimachi Diary. Dirección: Hirokazu Koreeda. País: Japón. Año: 2015. Duración: 128 min. Género: Drama. Guión: Hirokazu Koreeda, basado en el manga de Akimi
Yoshida. Producción: Kaoru Matsuzaki y Hijiri Taguchi. Fotografía: Mikiya Takimoto. Música: Yôko Kanno. Sonido: Yutaka Tsurumaki. Montaje: Hirokazu Koreeda. Director Artístico: Keiko Mitsumatsu. Estreno en España: 23 marzo 2016.
Intérpretes: Haruka Ayase (Sachi Koda), Masami Nagasawa (Yoshino
Koda), Suzu Hirose (suzu Asano), Kaho (Chika Koda), Ryô Kase, Ryôhei Suzuki, Lily
Franky, in'ichi Tsutsumi, Jun Fubuki y Kentarô Sakaguchi.
Sinopsis:
Sachi, Yoshino y Chika son tres hermanas que viven en Kamakura (Japón),
en la casa de su abuela. Un día reciben la noticia de la muerte de su padre,
que las abandonó cuando eran pequeñas. En el funeral conocen a la hija que su
padre tuvo trece años antes y pronto las cuatro hermanas deciden vivir juntas.
Fotograma de "Nuestra hermana pequeña" |
Calificación: 8, Muy Buena.
Lo mejor de la película: La poesía que envuelve cada plano, lleno de
sencillez y genialidad, todo ello gracias a la gran sutiliza que utiliza Koreeda
para describir emociones y sentimientos.
Lo peor de la película: La posible caída en los tópicos del cine japonés.
Palmarés:
- 2015: Festival de Cannes: Sección oficial largometrajes a concurso
- 2015: Festival de San Sebastián: Premio del Público
Comentarios:
Siete años después de encontrar la inspiración para su anómala “Air Doll”
(2009) en un manga de Yoshiie Goda, Hirokazu Kore-eda ha vuelto a dirigir su
mirada al mundo de las viñetas en “Nuestra hermana pequeña”, adaptación de la
serie todavía en marcha “Umimachi Diary” creada en 2007 por la autora Akimi
Yoshida. En ese material, dirigido originalmente al público femenino adulto, ha
encontrado el estímulo para dar una modulación mucho más luminosa a temas que
su filmografía había abordado previamente en títulos como “Nadie sabe” (2004), película
demoledora sobre el imperativo de supervivencia de una infancia a la intemperie,
y “Still Walking” (2008), melodrama familiar con deliberados ecos del cine de
Yasujiro Ozu, donde, en el seno de una reunión familiar, tenía lugar una
perturbadora ceremonia del rencor. El tono optimista de “Nuestra hermana
pequeña” asume el riesgo de provocar el rechazo de cierto sector de
espectadores, en tiempos de altísima cotización del cinismo y de alerta refleja
ante todo lo que levante sospechas de extrema sensibilidad: lejos de proponer
una trivialización de los temas de “Nadie sabe” y “Still Walking”, el último
trabajo de Kore-eda demuestra que la solidez de su mirada humanista soporta
importantes cambios de registro, confirmando su condición de gran heredero de
los viejos maestros (Ozu a la cabeza, pero también Kurosawa y Naruse).
En “Nuestra hermana pequeña”, Sachi, Yoshino y Chika Kouda, tras asistir
al funeral de su padre, deciden acoger en su hogar compartido en la ciudad
costera de Kamakura a la hija que el difunto tuvo con otra relación. El hogar
familiar es un espacio de supervivencia libre de resentimientos, que fue
sucesivamente abandonado por un padre adúltero y una madre que se vio incapaz
de tomar las riendas del orden doméstico. Kore-eda propone, en consonancia con
el manga original, un relato fragmentario, sin un conflicto dramático central,
cuyos grandes temas van afirmándose por sedimentación, con extrema elegancia,
sin florituras de estilo, pero con exquisitas composiciones de plano liberadas
de toda tentación exhibicionista. Película sobre los retos, pero también los
placeres de aprender a vivir, “Nuestra hermana pequeña” apuesta por la
redención de los pecados de los padres a través de la limpieza de mirada, la
capacidad de perdón y la aceptación de los obstáculos vitales de una
descendencia desbordantemente vital. Dominada por la serenidad de tono y el
asombro ante el detalle cotidiano, Nuestra hermana pequeña no es cursi: es
sabia.
Jordi Costa.
Trailer:
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