En los años cincuenta del
pasado siglo, en el cine español convivieron dos generaciones muy
diferentes de cineastas: los veteranos, que llevaban años trabajando
en el oficio, y las primeras promociones de jóvenes realizadores,
formados en el Instituto de Investigaciones y Experiencias
Cinematográficas (antecedente de la Escuela Oficial de
Cinematografía), que a partir de 1955 empiezan a rodar en 35
milímetros, con sonido.
Este encuentro puso en
evidencia la existencia de dos modos de hacer cine en nuestro país:
el cine artificial, en el que predominaban los temas históricos y
literarios, ambientados en decorados de cartón, con Juan de Orduña
como máximo representane, con títulos como Alba de América
y La leona de Castilla (ambas de 1951), junto a películas
religiosas como La señora de Fátima (1951) y La guerra de
Dios (1953), ambas de Rafael Gil, y Marcelino pan y vino
(1954), de Ladislao Vajda. No faltan tampoco referencias
folkloricas en la cartelera, muy bien acogidas por el público fueron
títulos como El pescador de coplas (1953) y Esa voz es una
mina (1955), La niña de la venta (1950) o Morena clara
(1954).
Poco a poco surgen cineastas
con otra forma de plantear las historias, más realista, que intentan
reflejar en sus obras una temática más actual, contar los problemas
que importan a la gente de la calle, mediante un cine más crítico,
testimonio de la sociedad de su tiempo. Los mejores exponentes de
esta nueva vía fueron los jóvenes directores Luis García Berlanga
y Juan Antonio Bardem, que reflean estas nuevo tipo de inquietudes en
títulos como Esa pareja feliz (1951), dirigida por ambos,
¡Bienvenido Mister Marshall! (1952) y Los jueves milagro
(1957) de Berlanga, y Cómicos (1953)y Muerte de un
ciclista (1955), de Barden. En la misma línea continuaron
directores como Fernando Fernán Gómez (La vida por delante,
1958) y Marco Ferreri (El pisito,1958; El cochecito,
1960), entre otros.
Salamanca, 1955 |
En este contexto se
celebraron las Conversaciones de Salamanca en mayo de 1955,
impulsadas por Basilio Martín Patino, que fueron un encuentro de
profesionales provenientes de todos los sectores de la industria, de
organismos gubernamenteales, de la crítica y de los intelectuales
del momento, reunidos con un espíritu revisionista y de análisis
del cine español que se estaba haciedo, y del que se había hecho
desde la Guerra Civil, con la finalidad de abrir nuevos horizontes
creativos e industriales. Partiparon directores de la talla de Carlos
Saura, Fernando Fernán Gómez, Luis García Berlanga y Juan Antonio
Bardem, que en este foro afirmó que el cine español era
“políticamente ineficaz, socialmente falso, intelectualmente
ínfimo, estéticamente nulo e industrialmente raquítico”.
Casi
61 años después, el
pasado mes de marzo, se han celebrado en Salamanca las Nuevas
Conversaciones de Cine Español, organizadas por la SGAE, para
analizar el panorama cinematográfico actual, en España. Durante
tres jornadas (los días 3, 4 y 5 de marzo) alrededor de cien
profesionales del cine español se han reunido de nuevo para debatir
y proponer nuevas alternativas para nuestro cine. Cabe destacar la
intervención del cineasta Julio Diamante, que participó también en
las Conversaciones de 1955.
Salamanca, 2016 |
Las principales cuestiones
objeto de debate han sido:
- El cine como cuestión de Estado: la necesidad de nuevo marco legislativo, que favorezca la industria y la creacción, sin sumisión a la "censura económica" que supone la falta de financiación.
- Relación entre el cine y la sociedad española: la necesidad de acercar el cine a la sociedad y de favorecer el consumo, bajando el IVA y condenando la piratería. La introducción del cine en las aulas.
-
Fomentar la unión del sector: cuestión imprescindible para conseguir un cambio real, mejoras laborales y favorecer la diversidad de tipos y géneros cinematográficos.
- La internacionalización del cine español: procurar una presencia de la cultura española fuera de sus fronteras, para exportar nuestro cine, resaltando su valor intelectual y cultural.
- La difusión del cine español: la necesaria relación entre cine y medios de comunicación para llegar a una parte más amplia de la población. La importancia de la Filmoteca Española como instrumento de difusión del cine y sus valores.
Sorprende la escasa cobertura mediática que estás "Nuevas Conversaciones" han tenido, confiamos que este desinterés no es proporcional a la importancia que tiene nuestra industria cinematográfica.
Interesante artículo M. Ángel. Ni idea de este encuentro, no ha sido difundido ni comentado.
ResponderEliminarGracias por la información. Ya podíamos aprender de los franceses, todo lo referente a su cine es noticia de primera. Ana