viernes, 17 de noviembre de 2023

Roscoe Arbuckle “Fatty” (1887-1933)

 


Gran estrella del cine mudo, su carrera se vio truncada por uno de los escándalos sexuales más populares que ha conocido la historia del séptimo arte.

Roscoe Conkling Arbuckle nació el 24 de marzo del año 1887 en la localidad de Smith Center, Kansas (Estados Unidos). Cuando aún era muy niño su familia se trasladó a California, estado en el que desarrolló rápidamente sus grandes aptitudes para la comedia, actuando y cantando desde joven en verbenas y en espectáculos de vodevil al mismo tiempo que trabajaba como fontanero.

En el año 1908 consiguió debutar en el cine tras firmar un contrato con la Selig Polyscope Company. Después de aparecer en varios títulos en la citada compañía, en el año 1913 logró que Mack Sennett se fijara en su potencial como estrella cómica y le incorporara a los Keystone Cops. Con Sennett triunfó gracias a su talento en diversas facetas artísticas como actor, guionista y director, colaborando con gente tan importante como Charles Chaplin, Mabel Normand, Ford Sterling, el director Henry Lehrman o Buster Keaton, este último gran amigo de Arbuckle, pues fue Roscoe quien apuntaló la carrera de Keaton en el cine gracias a ficharlo para Comique, su propia compañía creada en el año 1917 junto a Joseph M. Schenk. Keaton y Arbuckle iniciaron su asociación con “The Butcher Boy” (1917), una película dirigida por el propio Roscoe.




A pesar de su obesidad, Fatty era muy ágil y enérgico, características físicas exhibidas en sus exitosas comedias repletas de imaginativas situaciones de slapstick (humor físico) que le convirtieron en uno de los cómicos favoritos por el gran público y una de las principales figuras del cine mudo.

Tras llegar a un acuerdo lucrativo con la Paramount, la carrera de Roscoe parecía imparable, ya que su atractivo comercial sólo era similar a grandes figuras como el citado Chaplin o Harold Lloyd.

Fatalmente, todo se vino abajo a causa de un escándalo sexual ocurrido en una fiesta organizada en la ciudad de San Francisco a causa de su millonaria renovación contractual con la Paramount.



Era el día del trabajo del año 1921 cuando Fatty se alojó en el Hotel St. Francis, lugar en el que se produjo el festejo que acabó con su triunfal carrera cinematográfica. Entre los muchos invitados que fueron invitados a las tres suites alquiladas por Arbuckle se encontraba la actriz Virginia Rappe, compañera sentimental del director Henry Lehrman, habitual realizador de los primeros films del orondo intérprete. El alcohol y la música incitaban a las orgías sexuales, muy frecuentes en los festines celebrados por los magnates y estrellas del cine mudo. Fatty se dirigió a una habitación con Virginia, para salir un tiempo después de una manera un tanto airada. Las amigas de la starlet se encontraron a su compañera desnuda encima de la cama y gimiendo de dolor. Unos días después, Virginia Rappe falleció en el hospital Pine Street a causa de una espantosa violación que le había provocado una peritonitis. Según rumores que se extendieron, dicha violación fue producida por Fatty cuando éste quiso introducir a la fuerza una botella de champán en la vagina de la fallecida.

Tras una serie de vistas judiciales, Roscoe fue absuelto a causa de falta de pruebas definitorias y de la poca claridad en las manifestaciones de los testigos. A pesar de que el veredicto fue de inocencia, la trayectoria profesional de Fatty nunca volvió a ser la misma. Los estudios cinematográficos le dieron la espalda y sólo Buster Keaton apoyó a su buen amigo, proponiéndole un rápido cambio de nombre artístico y adoptando Arbuckle el seudónimo de William B. Goodrich. Dirigió y actuó en varias películas pero nunca recuperó su estatus en el universo estelar de Hollywood.

Triste y abatido, consumidor habitual de morfina y alcohol, acompañado sentimentalmente por su tercera esposa Addie McPhail, Roscoe Arbuckle falleció el 29 de junio de 1933 tras sufrir un infarto de miocardio. Tenía 46 años de edad.

 



1 comentario:

  1. La chica a la que violó y asesinó era aún más joven. Pena cero, la verdad.

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