Título original: Every thing will be fine. Dirección: Wim Wenders. Países: Canadá, Francia, Suecia, Noruega y Alemania. Año: 2015. Duración: 118 min. Género: Drama. Guion: Bjørn Olaf Johannessen. Producción: Gian-Piero Ringel. Fotografía: Benoît Debie. Música: Alexandre Desplat. Estreno en España: 24 Julio 2015.
Intérpretes: James Franco (Tomas Eldan), Charlotte
Gainsbourg (Kate), Rachel McAdams, Marie-Josée Croze, Robert Naylor, Patrick
Bauchau, Peter Stormare, Julia Sarah Stone, Patrick Bauchau, Lilah Fitzgerald, Jack Fulton, Peter
Miller, Céline Bonnier, Martin Sims, Julien Boissaud, Anne-Sophie Bozon.
Sinopsis:
La vida del escritor Tomas Eldan (James Franco) cambia el día que, tras
una acalorada discusión con su novia, atropella a un niño. Doce años después,
Tomas sigue culpándose sin poder olvidar la tragedia. Aquel fatídico accidente
afectó a Kate, la madre del niño, y todos los que rodean a Tomas, incluida su
novia.
Fotograma de "Todo saldrá bien" |
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Presentada en la Sección Oficial del último Festival de Berlín 2015, nos
llega una nueva película de este gran director alemán, de 69 años de edad, que
ha realizado películas tanto en Europa como en EE.UU.
Sin embargo nos acercamos a ella con ciertos prejuicios, debido a las
malas críticas cosechadas, tanto en su paso por el propio Festival en Berlín,
como en el pase de prensa en nuestro país, no obstante, tratándose de un maestro
como Wenders, vale la pena ir a comprobar la verosimilitud de dichas críticas.
Y lo cierto, es que no podemos estar más de acuerdo en todo lo que la prensa ha
dicho sobre el filme. Qué desilusión, después de haber visto Pina o la
magnífica La sal de la tierra hace tan solo unos meses. Nos da la impresión que,
en su última etapa como realizador, el documental es el género que brilla en su
filmografía.
Releyendo algunas críticas en los diarios, no me privo de trasladaros el
comentario, que compartimos cien por cien, del gran Boyero para El País, donde
nos cuenta que le apasionan sus documentales, cuando su poderoso sentido visual
se centra en artistas a los que admira. Pina y La sal de la tierra son
modélicas en su género, sentidas, muy hermosas. Pero Wenders sigue empeñado en
narrar ficciones. Y no hay forma de que este director recobre la magia que le
abandonó hace tanto tiempo. Todo saldrá bien, su última película, parte de un
guión ajeno, algo insólito en alguien que siempre ha pretendido la autoría
total. Le pertenece al noruego Bjorn Olaf Johannessen, aunque Wenders, siempre
intenso, aclara: “No fui yo quien eligió la historia, ella me eligió a mí”.
Y entiendes que esa historia le apasionara. Es la de un escritor
atormentado que se busca a sí mismo, acosado por demonios internos que no se
explican, experto en huidas sentimentales aunque sus novias sean muy
comprensivas y pacientes; que una noche de invierno, mientras deambula por la
nieve y el hielo con su coche, atropella y mata a un niño que vivía en compañía
de su diseñadora madre y de un hermano en una casa solitaria, en plena
naturaleza.
Wenders
cuenta con estilo plúmbeo, entre misterioso y poético, a lo largo de 12 años,
las espirituales y también retorcidas relaciones que se establecen entre ese
fulano permanentemente en crisis y con lógico complejo de culpa con la familia
del finado y sus intentos por encontrar estabilidad sentimental (el éxito
literario ya lo ha conseguido) y formar una familia. Y esperas que tanta
tragedia interior te afecte y te haga cómplice. Pero en vano. Lo que pretende
ser sutil resulta soso. Y además, la protagoniza James Franco, actor muy de
moda al que me resulta imposible encontrarle el punto. Ni los enigmas del
profundo mundo interior de su personaje. Espero que Wenders siga haciendo
documentales.
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