La biografía de D.W.Griffith (1875-1948)
es bastante larga, casi tanto como su filmografía (más de 500 películas). De
ascendencia irlandesa, se educó bajo las influencias dominantes en el Sur de
los Estados Unidos de aquella época, con toda la carga de racismo que esto
conllevaba, y que le influyeron poderosamente en su carrera.
De joven quiso ser escritor, pero
ya en 1897 se hizo actor aficionado, llegando a ser profesional tres años más
tarde. Dada la época y la popularidad del incipiente cinematógrafo, sobre todo
entre los actores norteamericanos. Estudió en varias escuelas locales, después
trabajó como actor de reparto y en compañías ambulantes, hasta hacerse actor de
cine en 1908.
D.W-Griffith en plena dirección |
El 18 de junio de 1908 comenzó a
trabajar para la AM&B (The American Mutoscope & Biograph Co.). En esta
misma compañía llegó a ser director en Nueva York y en California.
D.W. Griffith acudió a la
productora neoyorquina AM&B con algunas ideas. Entonces era un actor sin
demasiado éxito y un escritor en ciernes, pero en el set de rodaje llamó la
atención por su interés y su iniciativa, y cuando el director que había
entonces en la productora cayó enfermo, le ofrecieron el puesto.
Griffith se mostró reacio a
aceptar, pues creía que, si lo hacía mal, pondría en peligro su trabajo como
actor y guionista.
Billy Bitzer, uno de los dos
cámaras que trabajaban en Biograph, le dio algunos consejos sobre dirección. De
las sinopsis que había disponibles, Griffith eligió Las Aventuras de Dorotea (The Adventures Of Dollie) para que fuera
su primera película, pues podría rodarla en exteriores, lejos de la mirada de
sus jefes.
Dirigida por D.W.Griffith |
El éxito de los primeros
proyectos convirtió a Griffith en el principal director y productor del estudio
hasta su marcha en 1913.
Las 450 películas que han
sobrevivido, una cifra sorprendente, pues es casi la totalidad de las obras que
Griffith dirigió para Biograph entre 1908 y 1913, ilustran la transición del
primer cine a Hollywood.
Griffith no fue el único que
adaptó los aparatos existentes a las exigencias de la narración en este
importante período de transición; sin embargo, al ver las películas que dirigió
para Biograph, resulta evidente que fue pionero en el modo de plasmar las
historias cinematográficas a través de escenas cada vez más numerosas y del
montaje paralelo, que utilizó para crear suspense, contrastar estilos de vida o
exponer la moraleja.
Una vez superadas las dudas
iniciales sobre el valor artístico y cultural del cine, Griffith combinó unas
escenas cada vez más imaginativas y su habilidad para la composición y la
localización con unas intensas caracterizaciones e interpretaciones. Desempeño
un papel fundamental en la transformación de la interpretación, que fue
abandonado el histrionismo para adoptar un estilo más realista.
Hay que destacar en su larga
carrera su colaboración en la creación de muchos otros artistas (directores,
actores, etc.).
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