Título original: Au fil d'Ariane. Dirección: Robert Guédiguian. País: Francia. Año: 2014. Duración: 96 minutos. Género: Drama. Guion: Robert Guédiguian, Serge Valletti. Producción: Marc Bordure, Robert Guédiguian. Música: Eduardo Makaroff, Christoph Müller. Fotografía: Pierre Milon. Montaje: Armelle Mahé, Bernard Sasia. Estreno en España: 24 Julio 2015.
Intérpretes: Ariane Ascaride, Jacques Boudet, Gérard Meylan,
Jean-Pierre Darroussin, Anaïs Demoustier, Adrien Jolivet, Lola Naymark,
Youssouf Djaoro.
Sinopsis:
Es el cumpleaños de Ariane y, en el último momento, todos sus invitados
han cancelado su presencia en una pequeña pero divertida fiesta que ella misma
había preparado con ilusión y al milímetro. Ariane se verá sola en un día que
le gustaría compartir con los suyos pero, a pesar de la decepción, decide coger
un taxi y perderse en la ciudad para celebrar su día especial. Una celebración
improvisada y en la que se encontrará con personas y situaciones que le harán
valorarse y valorar su vida.
Ariane Ascaride |
Comentarios:
De vez en cuando nos llega una película por Sevilla de Robert Guédiguian.
Recordamos Marius y Jeannette “Un amor en Marsella” (1997), De todo corazón
(1998), La ciudad está tranquila (2000) o Las nieves del Kilimanjaro (2011).
Tal como apunta Oti Rodríguez, la filmografía de Robert Guédiguian, que es
también la de su mujer, actriz o musa Ariane Ascaride, es tan reconocible como
la guitarra de Clapton, y sus películas son una mezcla de aromas a barriada
marsellesa, compromiso político y social, troupe de actores propios y un deje
naïf.
Ahora aterriza El cumpleaños de Ariane, que trata, como todas, de su
mujer, gran actriz, que aquí interpreta a una mujer que, acorralada por la
soledad el día de su cumpleaños, salta la valla de su vida previsible y
burguesa para correr una aventura entre surrealista y vitalista.
Todo es sencillo y elocuente en este día o días en los que el personaje
de Ariane se cruzará con otra vida distinta a la suya, y con unos personajes
tan lejanos y a la vez tan próximos. No hay como en otras películas de
Guédiguian ese afán por salvar a la clase obrera de la voracidad de la clase
dirigente, sino más bien un deseo de retratar sin flashes las pequeñas zonas de
sombra de una mujer ya madura, que se siente algo abandonada por los suyos, un
marido demasiado ocupado y unos hijos en la cresta de la ola. La ingenuidad de
los personajes y la escasa pretensión de las situaciones, como si a todas les
faltara una manita por dar, producen una sensación de constante simpatía hacia
la película, la cual, tiene la previsión de dar un giro de efecto que le da
algo de sentido al hecho de que Guédiguian vea a su mujer y protagonista como
Billy Wilder veía a Marilyn Monroe; el marsellés hubiera puesto tan contento a
Ariane Ascaride en la rejilla del Metro de «La tentación vive arriba».
Igualmente Ocaña nos habla de que la cinta es deliciosa en su primera
mitad, y algo dispersa en la segunda, donde las disquisiciones alrededor de la
prostitución no acaban de captarse, El cumpleaños de Ariane acaba sin embargo
con un giro que no por esperado resulta menos luminoso. Un desenlace de sonrisa
de oreja a oreja que devuelve la vitalidad a un director que, incluso en una
especie de Ariane en el país de las maravillas, con homenaje a las canciones de
Jean Ferrat, sigue fidelísimo a sus convicciones. Sobre el cine, la sociedad y
la vida.
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