Título original: Mission: Impossible – Rogue nation. Dirección: Christopher McQuarrie. País: USA. Año: 2015. Duración: 131 min. Género: Acción, thriller. Guión: Drew Pearce y Will
Staples.
Producción: David Ellison, J. J. Abrams, Tom
Cruise. Fotografía:
Robert Elswit. Montaje: Eddie Hamilton. Música: Joe Kraemer. Estreno
en España: 7 Agosto 2015.
Intérpretes: Tom Cruise (Ethan Hunt), Simon Pegg (Benji Dunn),
Jeremy Renner (William Brandt), Ving Rhames (Luther
Stickell), Alec Baldwin (Alan Hunley), Rebecca Ferguson (Ilsa), Sean Harris
(Solomon Lane), Simón McBurney (Atle), Jingchu Zhang (Lauren).
Sinopsis:
Con el FMI desmantelado, y Ethan (Tom Cruise) abandonado a su suerte, el
equipo ahora se enfrenta a una red de agentes especiales sumamente preparados,
el Sindicato. Estos agentes tan bien entrenados están decididos a crear un
nuevo orden mundial mediante una serie de ataques terroristas. Ethan reúne a su
equipo y une sus fuerzas con la repudiada agente británica Ilsa Faust (Rebecca
Ferguson), quien puede que sea miembro de esa nación secreta, o puede que no,
mientras el grupo se enfrenta a su misión más imposible hasta la fecha.
Comentarios:
Estrenada a finales de julio en EE.UU., nos llega con una semana de
retraso a España la quinta película de la serie Misión Imposible, un estupendo entretenimiento
para fieles al cine de acción.
Lo que parecía imposible, se ha convertido en toda una misión cumplida,
conseguir que la crítica hable bien de esta secuela. Todo un éxito para Cruise.
Veamos… Seamos sinceros, la mayoría de las sagas pierden su brillo al
segundo envite. Sus guionistas se dejan ir ante el triunfo de la primera, los
directores olvidan su empuje pensando que casi todo está hecho, que su
aportación personal va a ser nimia y, con esa desidia inconsciente, arrastran a
los actores. Al final, a la tercera entrega la saga ha medio muerto de
inanición.
Por ejemplo, según el crítico José Manuel Cuellar, esto no le sucede a Misión
imposible 5. Se dice de Tom Cruise, productor y alma del proyecto, que es un
actor plano (algo que podría discutirse hasta cierto punto), y que trabaja cien
horas para conseguir un plano que Day Lewis o De Niro harían en dos segundos.
Talento ante voluntad. Pero una cosa es segura: Cruise va a trabajar esas cien
horas, llueva, nieve o se caiga el mundo. Ese continuo quehacer, esforzado y
voluntarioso al máximo, es algo que acaba teniendo su reflejo en el remake de
la serie que marcó la televisión en los años sesenta.
Esa es la razón por la que esta quinta entrega, según la crítica
norteamericana, pasa por ser la mejor de todas. Uno no diría tanto, pero sí se
nota que el director-guionista elegido por Cruise (Christopher McQuarrie, un
tipo de confianza que ya estuvo con él en Jack Reacher y Al filo del mañana) ha
dado vueltas y vueltas de tuerca para que la intensidad no bajara de
revoluciones (de hecho, la escena del Parlamento inglés es fantástica, llena de
curvas y toboganes, de ida y vueltas, de tácticas y contratácticas. En suma, un
primor).
Junto con ese guión cuidado con esmero, trabajado a pico y pala, con el
mono de trabajo puesto día a día, Cruise y McQuarrie han elaborado un casting
también de confianza, apuntalado por dos piezas encajadas con precisión en el
rompecabezas que siempre es este sutil juego de villanos y paladines: Rebecca
Ferguson, con buena química con el héroe, y Sean Harris, un malísimo temible al
que han rebajado su ya de por sí ausente barbilla para darle un aspecto algo
más que terrorífico.
El resto ya lo saben: adrenalina suelta del minuto uno al ciento treinta,
hazañas imposibles (pero totalmente imposibles), deudoras de James Bond, y
persecuciones de motos, coches y a peatón puro y duro, sin olvidarse de duras
peleas, y cientos de golpes, caídas, puñetazos y porrazos.
Disfruten
de las aventuras Ethan Hunt en este caluroso verano. Por cierto, ya está
apalabrada la sexta entrega, pero para eso, habrá que esperar un poco.
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