miércoles, 19 de febrero de 2020

Sinónimos (Nadav Lapid, 2019)


Título original: Synonymes. Dirección: Nadav Lapid. País: Francia. Año: 2019. Duración: 123 min. Género: Drama.
Era Lapid, FranÇois Gedigier, Neta Braun (Montaje), Shaï Goldman (Fotografía), Nadav Lapid, Haïm Lapid (Guión), Saïd Ben Saïd, Michel Merkt (Producción), Marina Kertesz, Sandy Notarianni, Christophe Vingtrinie (Sonido).
Oso de Oro a la Mejor Película en el Festival de Berlín 2019. Premio a la Mejor Dirección en el Festival de Cine Europeo de Sevilla 2019.
Estreno en Sevilla: 14 Febrero 2020

Reparto:
Tom Mercier (Yoav), Quentin Dolmaire (Emile), Louise Chevillotte (Caroline).

Sinopsis:
En París, las cosas no comienzan bien para Yoav. Un joven israelí que llega a la capital francesa con grandes expectativas, decidido a deshacerse de su nacionalidad lo más rápido posible. Para él, ser israelí es como un tumor que debe ser extirpado. Convertirse en francés, por otra parte, simplemente significaría su salvación. Para borrar sus orígenes, Yoav primero decide no hablar una sola palabra de hebreo. El diccionario se convierte en su mejor compañero. Las visitas a la embajada israelí le molestan. Pero el proceso también tiene sus trampas. Y la joven pareja francesa de la que se hace amigo tiene algunas ideas bastante extrañas sobre cómo ayudarlo... Basándose en sus propias experiencias, el director Nadav Lapid explora los desafíos de tratar de empezar en un nuevo país.

Comentarios:
En una época como la actual de no solo preponderancia sino casi tiranía de las películas narrativas, de estructura aristotélica, convencional presentación de personajes, tramas meridianas y desenlaces más o menos comprensibles, la presencia en los cines de una obra como la francoisraelí “Sinónimos” se convierte en una bendita anomalía. Eso sí, solo apta para valientes, para amantes del simbolismo y del lenguaje cinematográfico alejado de lo usual. Navad Lapid, que presentó su película en el Festival de Berlín, donde ganó el Oso de Oro y el premio de la crítica internacional, ha compuesto un (no) relato extraño, inclasificable y, en muchos momentos, fascinante.
El director de la estupenda, aunque bastante más ordinaria en su narrativa, “La profesora de parvulario”, comienza su trabajo de un modo tan chocante que cuesta entender de qué va. Inmigración, lenguaje, adaptación, integración, asimilación y olvido son palabras que se van colando por unas situaciones insólitas protagonizadas por unos personajes estereotipados que nunca se comunican mediante diálogos verosímiles. Un inmigrante israelí, el rol más ambiguo: un exsoldado del que se tarda en averiguar si es un refugiado o un espía, un ejemplar cargado de lucidez o un peligroso demente. Un pijo diletante francés al que “educaron en el aburrimiento”. Y una chica lánguida, sensual e intelectual.
Lavad sabe utilizar la gama de colores en forma de despliegue visual y artístico (¡ese abrigo ocre, anclado al protagonista!). Sabe mover la cámara con la convicción y el riesgo de la extrañeza, con brusquedad incluso, con sentido de la metáfora basada en el montaje, y ahí el último plano y su radical corte a negro es el gran paradigma. Y sabe manejar las músicas para impulsar las emociones, con temas radicalmente opuestos: el concierto para violonchelo de Edward Elgar; la feliz Here Comes the Girls, del excéntrico Ernie K-Doe; la hortera, catequista y eurovisiva Aleluya. En variados instantes, parece una obra pensada por Alain Resnais y filmada por Jean-Luc Godard.
En “Sinónimos”, de corte autobiográfico, se duda de la grandeza francesa como lugar para el refugio de la libertad, la igualdad y la fraternidad mientras se machaca al gobierno israelí. Película social y política no apta para espectadores perezosos, puede ser una fiesta o una tortura. En todo caso, un reto inolvidable. (Javier Ocaña).
Recomendada (con reservas).

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