domingo, 6 de octubre de 2019

Amazing Grace (Alan Elliott y Sydney Pollack, 2018)


Título original: Amazing Grace. Dirección: Alan Elliott y Sydney Pollack. País: USA. Año: 2018. Duración: 87 min. Género: Documental.  
Jeff Buchanan (Montaje), Joe Boyd, Alan Elliott, Rob Johnson, Chiemi Karasawa, Spike Lee, Sabrina V. Owens, Angie Seegers, Tirrell D. Whittley, Joseph Woolf (Producción).
Presentada en el Festival de Cine de Berlín (fuera de concurso).
Estreno en Sevilla: 4 Octubre 2019

Sinopsis:
En enero de 1972, la gran Aretha Franklin actuó durante dos días dando un concierto de gospel en la Iglesia Bautista Misionera New Temple en Watts, Los Ángeles, grabando lo que se convertiría en su álbum más vendido, "Amazing Grace". Las sesiones fueron filmadas por un equipo de rodaje liderado por el director Sydney Pollack, pero el material de archivo terminó en una bóveda y ha sido durante 4 décadas uno de los tesoros cinematográficos perdidos de la música del siglo XX. Antes de la muerte de Pollack en 2008, el director expresó su deseo de que se completara la película, y el productor Alan Elliott lo abordó con un equipo de gente apasionada con el proyecto.

Comentarios:
Sydney Pollack acababa de realizar con Robert Redford 'Las aventuras de Jeremiah Johnson' cuando Warner le puso al frente de 'Amazing Grace', filmación de las dos actuaciones seguidas que Aretha Franklin hizo en una iglesia baptista de Los Ángeles, en enero de 1972, grabadas para ser editadas en un doble álbum que tardó poco tiempo en convertirse en el más vendido de la historia de la música góspel.
Pero el director de 'Tal como éramos' era un absoluto profano en la materia: nunca había rodado un concierto en directo. De su inexperiencia, y la de su equipo, derivaron una serie de contratiempos y el filme nunca pudo estrenarse debido a deficiencias técnicas entre imagen y sonido.
Allan Elliott ha logrado, tras arduos esfuerzos, recuperar el material, montarlo y sonorizarlo. 'Amazing Grace' es una realidad. No solo existe el disco. También tenemos una película que la historia nos debía, ya que se trata de uno de los mejores documentales de música de los últimos tiempos.
Está montado en crudo, con zooms de corrección y acercamiento –hay uno tan torpe como entrañable hacia Mick Jagger, que apareció como espectador en la segunda noche– y Pollack pasando una y otra vez frente a la cámara. Eso le da un mayor sentido de momento único y se ciñe mejor a esa plegaria –toda actuación de góspel lo es– en que Franklin convirtió un concierto-oficio religioso en el que interpretó con un sentimiento inigualable aquellas canciones que cantaba de pequeña. (Quim Casas)
Recomendada.

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