lunes, 7 de febrero de 2022

Pijama para dos (Delbert Mann, 1961)

 

Título original: Lover Come Back. Dirección: Delbert Mann. País: USA. Año: 1961. Duración: 107 min. Género: Comedia.

Guión: Stanley Shapiro, Paul Henning. Fotografía: Arthur E. Arling. Música: Frank De Vol. Montaje: Marjorie Fowler. Producción: Robert Arthur.

Nominada al Oscar a Mejor Guión Original 1961. Nominada al Globo de Oro al Mejor Actor secundario (Tony Randall) 1961. Premio Golden Laurel a la Mejor Comedia 1961.

Estreno en España: 5 Abril 1962.

 

Reparto: Rock Hudson (Jerry Webster), Doris Day (Carol Templeton), Tony Randall (Peter 'Pete' Ramsey), Edie Adams (Rebel Davis), Jack Oakie (J. Paxton Miller), Jack Kruschen (Doctor Linus Tyler), Ann B. Davis (Millie, la secretaria de Carol), Joe Flynn (Hadley), Howard St. John (Mr. John Brackett), Karen Norris (Kelly, la secretaria de Jerry), Jack Albertson (Fred), Charles Watts (Charlie), Donna Douglas (Deborah, la secretaria de Peter), Ward Ramsey (Hodges). John Litel (miembro de la Comisión).

 

Sinopsis:

Jerry Webster y Carol Templeton se dedican a la publicidad, aunque trabajan para diferentes agencias. Molesta por los métodos empleados por Jerry (alcohol y mujeres) para conseguir los contratos, Carol intenta echarlo de la profesión. Para evitarlo, Jerry camela a la chica que iba a testificar contra él, convirtiéndola en la estrella de un anuncio para televisión.

 

Comentarios:

Para examinar una película críticamente, es preciso descomponerla y analizar cuáles son sus elementos expresivos utilizados por el cineasta, y los técnicos que le acompañan, la revisión detallada del film: el argumento, los intérpretes, la fotografía, la música, la puesta en escena, el montaje, el contexto de su época. Más aún, si tenemos en cuenta que la comedia es un género poco valorado y de los más difíciles de lograr, resulta chocante la miopía que muchos practican a la hora de juzgar este film, que provoca lecturas superficiales y erróneas, como cursi, ñoña, pacata y otras lindezas por el estilo, que son poco precisas sobre lo que verdaderamente plantea, a veces soterradamente como en este caso, una cruda diatriba acerca del matrimonio y el mundo de las agencias de publicidad, como nos informan en el prólogo, un lugar donde habitan los “zánganos” y las “obreras”.

Tras unos ingeniosos títulos de crédito y con una puesta en escena trepidante y ritmo vigoroso, el cineasta nos presenta al “zángano”, es Jerry Webster (Rock Hudson), un amoral que pisotea el código deontológico del trabajo publicitario sito en Madison Avenue NYC. Administra la agencia de publicidad de Peter Ramsey (Tony Randall), un inepto que heredó la empresa de papá y que no es capaz de tomar una decisión. Jerry acostumbra a embaucar a sus potentados clientes consiguiendo la cuenta de anuncios, haciéndoles perder la cabeza con whisky y con fiestas privadas, gozando de los encantos de mujeres de compañía. Pero se topará con la impetuosa “obrera” de estricta moralidad, Carol Templeton (Doris Day) que está dispuesta a desenmascarar al libertino.

Una de las tres comedias que protagonizaron Rock Hudson y Doris Day. Un guión divertido y mordaz, bastante habilidoso y basado en la eterna guerra de sexos, que retrata la hipocresía moral en la sociedad americana de la época y el agresivo e influyente ámbito de la publicidad, llegándose al absurdo y paradójico producto vendible, el famoso “VIP”, una idea descabellada pero ingeniosa. Un film lleno de la inventiva que siempre caracterizó a su director. Lleno de situaciones jocosas además de un buen reparto de secundarios, hace que el resultado supere el aparente envoltorio de una comedia rosa y ridícula, es cierto que desafía una cierta lógica, un tipo tan conocido en ese mercado de la promoción no puede pasar por una cara desconocida para la competencia de la pizpireta y comedida Carol.

Resulta curioso cómo esta estupenda comedia se ha convertido al cabo de los años, en una de las cintas donde nada es lo que parece: co-producida por Martin Melcher, entonces marido de Doris Day, que la explotó en este tipo de comedias cuando ella podía haber hecho otros papeles dramáticos, un Rock Hudson de galán mujeriego cuando en realidad era homosexual y odiaba este tipo de comedias, y sin embargo todo funciona con unos diálogos divertidos y con mala uva, exceptuando algún histrionismo y algunos modelitos y sombreros atípicos de la diva que ahora chirrían, pero cuajada de buenos gags, la química entre los actores y una gran fotografía realzando el mundo del lujo donde se desarrolla la trama. Una comedia que merece reivindicarse pese a los años. (Antonio Morales)

Recomendada. 




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