viernes, 14 de junio de 2019

Adiós a Machiko Kyo


Encabezó el cartel de "Rashomon", de Akira Kurosawa, que tras ganar el León de Oro y el premio al mejor director en el Festival de Venecia, comenzó a dar a conocer el cine japonés en todo el mundo. Trabajó con otros realizadores de su país, y en Hollywood, donde llegó a compartir la pantalla con Glenn Ford y Marlon Brando. Machiko Kyo ha falleció a los 95 años de edad el 12 de mayo de 2019, como consecuencia de un infarto de miocardio.

Nacida el 25 de marzo de 1924, en Osaka, Yano Motoko (su verdadero nombre) inició su singladura como bailarina en el teatro, cuando tenía trece años. A los veinticinco debuta en el cine, como bruja en “Hana kurabe tanuki-goten”, de Keigo Kumura. Interpreta su primer papel importante en “Rashomon”, de 1950, donde fue la esposa de un samurái asesinado. El film marcó un hito, al contar los hechos desde las perspectivas de cuatro implicados, no sólo del personaje de Machiko Kyo, sino también del asaltante, el asesinado y un testigo. No sólo triunfó en el certamen italiano, sino que recibió una candidatura al Oscar a la dirección artística, y un premio especial de la Academia por ser el film extranjero más relevante estrenado en Estados Unidos en 1951.

Tras la cinta se hizo muy popular en su país, por lo que participó en otras películas que alcanzaron repercusión internacional, como el melodrama fantasmal “Cuentos de la luna pálida”, de otro de los grandes, Kenji Mizoguchi, donde fue la enigmática princesa Lady Wakasa. Repitió con este realizador al frente del reparto de “La emperatriz Yang Kwei-Fei” y “La calle de la vergüenza”. 



La meca del cine recurrió a ella como principal actriz de “La casa de té de la luna de agosto”, junto a Marlon Brando y Glenn Ford, su único título fuera de su país natal, donde dio vida a Flor de Loto, una joven geisha. Por este rol recibió una nominación al Globo de Oro.
 
Machiko Kyo junto a Glenn Ford y Marlon Brando
Nunca contrajo matrimonio, aunque en la época de mayor esplendor de su carrera Machiko Kyo mantuvo un romance con Masaichi Nagata, productor y presidente de Daiei, uno de los grandes estudios del país. El idilio tuvo mucha repercusión en los medios de comunicación locales. 

La veterana intérprete se retiró del cine en 1984, tras Kesho, de Kazuo Ikehiro. Once años más tarde recibió el Premio Honorífico, por el conjunto de su carrera, de la Academia de Cine Japonés. En 2000 hizo un paréntesis en su jubilación para aparecer brevemente en “Haregi, koko ichiban”, una serie televisiva.

Descanse en paz.

 

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