Título original: El silencio del pantano. Dirección: Marc Vigil. País: España. Año: 2019. Duración: 87
min. Género: Thriller.
Guión:Carlos de Pando, Sara Antuña (basado en una
novela de Juanjo Braulio).
Fotografía:Isaac Vila. Música:Zeltia Montes. Montaje:Josu
Martínez. Sonido:Sergio Bürmann, Pelayo Gutiérrez. Vestuario:Rocío Pastor. Maquillaje:Eli
Adánez, Nacho Díaz. Peluquería: Jesús
Guerra. Dirección artística: Gemma
Fauria. Casting: Ana Sainz-Trapaga,
Patricia Álvarez de Miranda. Producción
ejecutiva:Miriam
Rodríguez. Producción: Iñaki
Juaristi, Antonio Asensio.
Presentada en el Festival
de Cine Europeo de Sevilla 2019 (fuera de competición).
Fecha del estreno: 1 Enero 2020 (España)
Reparto:
Pedro Alonso (Q), Nacho
Fresneda (Falconetti), Carmina Barrios (La Puri), Raul Prieto (Nacho), Jose
Ángel Egido (Carretero), Alex Monner (Fran), Zaida Romero (Sara), Maite
Sandoval (Isabel), Javier Godino (Vincent).
Sinopsis:
"Q" es un
periodista reconvertido en escritor de novela negra. En dos de sus libros
publicados, ambientados siempre en su Valencia natal, "Q" narra sangrientos
asesinatos utilizando como telón de fondo la corrupción política y la
podredumbre del alma humana. El único problema es que los crímenes que tienen
lugar en sus novelas no son tan ficticios como parece.
Comentarios:
En la eterna duda entre
las películas impecables pero un tanto frías, a las que nada se les puede
reprochar pero que están compuestas con cierto encogimiento y exceso de
control, y las películas rabiosas pero desbocadas, imperfectas e incluso
extravagantes, aunque valientes e impetuosas, este crítico se queda con la
segunda categoría. Sobre todo, cuando se trata de una ópera prima. Si no se
lanza uno al vacío con su primera obra, ¿cuándo lo va a hacer? “El silencio del
pantano”, debut del experimentado realizador de series de televisión Marc
Vigil, es uno de esos desiguales arrebatos.
El periodista y escritor
valenciano Juanjo Braulio publicó en el año 2015 la novela homónima en la que
se basa, con las cloacas de la corrupción política en su comunidad como eje de
un relato asentado, cómo no, en la codicia. Eso sí, se nota que el guion de los
también noveles en cine Sara Antuña y Carlos de Pando, aunque con mucho oficio
en la televisión, ha removido la novela para acabar articulando una extraña
fusión entre una intriga comercial estadounidense y un thriller social español.
Por un lado, hay una muy discutible trama metalingüística, con la que se juega
en el desenlace, acerca de un exitoso escritor de novela criminal, en realidad
asesino que cuenta en sus ficciones sus propios asesinatos. Por otro, un
vigoroso retrato de las corruptelas generalizadas, del fango en una sociedad a
la deriva o directamente muerta: de la consejera de la comunidad hasta la
policía, pasando por el funcionario de bajo nivel, reivindicativo, gris y
adulterado, que hace favores ilegales a cambio de unas buenas vacaciones,
mientras va a trabajar cada día con una camiseta con la leyenda “dignidad para
el funcionariado”.
En realidad, es la mezcla
de ambas tramas la que no acaba de casar, junto al cuestionable final abierto
de la película. Pero, a cambio, desde la vehemente banda sonora de Zeltia
Montes, Vigil logra un thriller vibrante de estupenda puesta en escena
(travellings calmados, instantes cargados de furia violenta y elegante), que
además se atreve con un tema apasionante en una de sus tramas colaterales: el
blanqueo de dinero a través de pequeños negocios de nula rentabilidad, en los
que nadie se fija. (Javier Ocaña)
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