Gran Premio del Jurado el
Festival de Venecia 2019.
Fecha del estreno: 1 Enero 2020 (España)
Reparto:
Jean Dujardin (Picquart),
Louis Garrel (Alfred Dreyfus), Emmanuelle Seigner (Pauline Monnier), Gregory
Gadebois (Henry), Herve Pierre (General Gonse), Wladimir Yordanoff (General
Mercier), Didier Sandre (General Boisdeffre), Melvil Poupaud (Letrado Labori),
Eric Ruf (Sandherr), Mathieu Amalric (Bertillon), Laurent Stocker (General de
Pellieux), Vincent Perez (Letrado Leblois), Michel Vuillermoz (du Paty de
Clam), Vincent Grass (General Billot), Denis Podalydès (Letrado Demange),
Damien Bonnard (Desvernine), Laurent Natrella (Esterhazy), Bruno Raffaelli
(Juez Delegorgue).
Sinopsis:
En 1894, el capitán
francés Alfred Dreyfus, un joven oficial judío, es acusado de traición por
espiar para Alemania y condenado a cadena perpetua en la Isla del Diablo, en la
Guayana Francesa. Entre los testigos que hicieron posible esta humillación se
encuentra el coronel Georges Picquart, encargado de liderar la unidad de
contrainteligencia que descubrió al espía. Pero cuando Picquart se entera de
que se siguen pasando secretos militares a los alemanes, se adentrará en un
peligroso laberinto de mentiras y corrupción, poniendo en peligro su honor y su
vida.
Comentarios:
En este caso (no en el de
la película, sino en el de escribir sobre ella), hay que prevenir de un par de
detalles que no son baladís: el titulo original de la película es «J’acusse»,
que fue también el titulardel célebre
artículo de Émile Zola en el que denunciaba la conspiración contra Dreyfus y
que lo llevó a juicio, y el hecho de que el director de esta película sea Roman
Polanski, cuyo eterno «caso» lo convierte, en cierto modo, en protagonista
reverberado y especulado de la historia que se cuenta… Algo que, naturalmente,
él niega.
La narración que aborda
Polanski con enorme precisión, intriga y detalle tiene al fondo el conocido
caso Dreyfus, y lo hace desde la perspectiva de la investigación que emprendió
el coronel George Picquart, jefe del servicio de contraespionaje francés; y lo
hace también con una extrema sabiduría de las posibilidades que le ofrecen los
elementos más puros del cine clásico, combinados con una lectura rigurosa pero
también dúctil e interesada de los hechos históricos y su adecuación al
espíritu actual, donde operan conceptos tan líquidos como el de la «posverdad»…
Maravillosamente filmada,
narrada e interpretada (también por los actores, pero referido aquí al modo en
que el propio Polanski traduce lo que tiene de alegoría, de «chuche»
rechupeteada por él y para su consuelo), «El oficial y el espía» es cine del
grande, que transmite con minuciosidad lo transparente y lo opaco de sus líneas
argumentales y de sus medidos entrelineados, que provoca sentimientos y que
calcula los pesos y medidas de cada uno de los géneros de que se sirve, el drama,
el suspense, lo judicial e incluso lo romántico.
También los pesos y
medidas de cada uno de sus personajes y sus relaciones, pues deja al de Alfred
Dreyfus en un segundo plano, se vuelca en el de George Picquart, y en cambio
consigue que la relación entre ambos, brevísima, tenga una intensidad explosiva
en lo esencial de la historia. Jean Dujardin y Louis Garrel captan lo sublime
en su exigüidad. No alcanza ese grado de compenetración interior la relación
sentimental con el personaje de Emmanuelle Seigner, que más parece ahí un
ingrediente obligado en «chez Polanski». Pero, por lo demás, qué película tan
buena e inteligente, y en la que quizá el «villano Polanski» suspira por un
Picquart. (Oti Rodríguez Marchante)
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