Título original: Twarz. Dirección: Malgorzata Szumowska. País: Polonia. Año: 2018. Duración: 91
min. Género: Comedia dramática.
Michal Englert (Fotografía), Malgorzata Szumowska,
Michal Englert (Guión), Adam Walicki
(Música), Jacek Drosio, Malgorzata
Szumowska, Michal Englert (Producción),
Inga Kruk (Producción ejecutiva),
Kacper Habisiak, Marcin Kasinski, Marcin Jachyra (Sonido), Waldemar Pokromski (Maquillaje),
Katarzyna Lewinska, Julia Jarza-Brataniec (Vestuario),
Marek Zawierucha (Dirección Artística).
Gran Premio del Jurado en
el Festival de Berlín 2018.
Estreno en Sevilla: 1 Febrero 2019.
Reparto:
Mateusz Kosciukiewicz
(Jacek), Agnieszka Podsiadlik (Hermana de Jacek), Malgorzata Gorol (Dagmara),
Anna Tomaszewska (Madre de Jacek), Dariusz Chojnacki (Hermano de Jacek), Robert
Talarczyk (Cuñado de Jacek), Roman Gancarczyk (Cura), Iwona Bielska (Madre de
Dagmara), Martyna Krzysztofik (Pareja de Jacek), Krzysztof Czeczot (Hombre de
negocios), Krzysztof Ibisz (Periodista).
Sinopsis:
Jacek ama a su novia, a
su perro y el heavy metal. Su familia, su pequeña ciudad natal y sus compañeros
lo ven como un friki divertido y trabaja en la construcción de la que, se
supone, se convertirá en la estatua más alta de Jesús del planeta. Pero un día,
cuando un accidente severo desfigura su cara al completo, su vida cambiará.
Todas las miradas se volverán hacia él mientras se somete al primer trasplante
facial de emergencia del mundo.
Fotograma "Mug" |
Comentarios:
Aunque no existe una
unidad de medida para determinar cuánta fe (religiosa) tiene una comunidad, las
fuerzas vivas de la ciudad polaca de Świebodzin debieron de pensar que erigir
el monumento más grande del mundo en honor de Cristo Rey podía aportar una
buena imagen simbólica del devoto talante de sus habitantes. Antes de su
inauguración en noviembre de 2010 fue necesario rematar la estatua de ese
Mesías de 33 metros de altura con una inmensa corona capaz de ganarle unos
metros de altura a ese Cristo de la Concordia de Cochabamba que las miradas de
los polacos, centradas en la imponencia del Cristo de Corcovado, habían pasado
por alto. En “Mug”, Malgorzata Szumowska parte de la construcción del polémico
monumento para proponer otra manera de poner a prueba la madera piadosa de sus
compatriotas: Jacek, el protagonista de este cuento cruel, apasionado del heavy
metal y vitalista perro verde en su desolador entorno de vidas claudicantes,
sufre un accidente que desfigura su rostro durante el laborioso proceso de
construcción de la estatua de Cristo Rey. Tras someterse a la primera operación
quirúrgica de trasplante de cara realizada en Polonia, el castigado antihéroe
descubrirá algo que quizá no sea más que una obviedad: que para levantar a un
Redentor imponente quizá no haga falta más que la suma de un buen puñado de
corazones mezquinos.
Lo intangible y lo
tristemente carnal mantienen aquí un pulso tan encarnizado como en el anterior
trabajo de la directora: “Body” (2015), amarga comedia donde un fiscal
nihilista, su hija anoréxica y una terapeuta-médium castigaban sus cuerpos o
sus almas en sus respectivos intentos de aliviar el dolor de la pérdida. “Mug”
lanza sus dardos en direcciones bastante más lineales y obvias, pero Szumowska
sigue depurando su mirada incisiva con eficaces soluciones de estilo: la
película parece sostener la teoría de que basta dejar la cámara fija frente a
una escena cotidiana para que la domesticidad y el afecto estallen en
hiperbólico conflicto; y el modo en que postergados contraplanos otorgan nuevos
y sorprendentes sentidos a los planos que los preceden electriza periódicamente
la pantalla. (Jordi Costa)
Recomendada
(con reservas).
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