Título original: L'échange des princesses.
Dirección: Marc Dugain. País: Bélgica y Francia. Año: 2017. Duración: 100 min. Género:
Drama.
Monica Coleman (Montaje), Gilles Porte (Fotografía), Marc Dugain, Chantal
Thomas (Guión), Eric Chevallier (Música), Patrick Andre, Genevieve Lemal
(Producción), Julien Loeffler,
Stefan Riesser, Fabrice Smadja (Producción
ejecutiva), Fabio Perrone (Vestuario).
Nominada al César a mejor
Película Extranjera.
Estreno en Sevilla: 15 Febrero 2019.
Reparto:
Lambert Wilson (Felipe
V), Anamaria Vartolomei (Luisa Isabel), Olivier Gourmet (Felipe De Orleans),
Catherine Mouchet (Madame De Ventadour), Kacey Mottet Klein (Don Luis), Igor
Van Dessel (Luis XV), Juliane Lepoureau (Mariana Victoria), Patrick Descamps
(Mariscal De Villeroy), Thomas Mustin (Duque De Condé), Gwendolyn Gourvenec (La
Quadra).
Sinopsis:
Tras años de guerra entre
Francia y España, que han dejado a los dos países debilitados, Felipe de
Orleans, el regente de Francia, pone en marcha un plan para consolidar la paz
entre ambas naciones. Casará a su hija de 12 años, señorita de Montpensier, con
el heredero del trono español y a Luis XV, próximo Rey de Francia, con Mariana
Victoria, de 4 años, Infanta de España. Una adolescente y una niña se verán
atrapadas en una red de alianzas, traiciones y juegos de poder.
Fotograma de "Cambio de reinas" |
Comentarios:
Por casualidades de la
distribución española, ya que se trata de producciones de años distintos,
coinciden en la cartelera tres intrigas palaciegas que, partiendo de
presupuestos estilísticos distantes, hunden sin embargo sus raíces en una misma
tierra: el sexo como fuente de conflicto en los reinados, como elemento clave
para la pervivencia de la institución monárquica, como suerte de posible
depravación del género humano, y, sobre todo, como forma de poder, no ya en la
alcoba sino directamente en el mapa de Europa.
Al igual que “La favorita”,
de Yorgos Lanthimos, y “María, reina de Escocia”, de Josie Rourke, “Cambio de
reinas”, segundo largometraje del francés Marc Dugain, actualiza en cierta
medida su relato de personajes y acontecimientos reales, aun siendo básicamente
fiel a los hechos históricos. Y lo hace con cuatro personalidades fascinantes
en lo histórico y en lo humano, con la Guerra de la Cuádruple Alianza de por
medio. Por un lado, Luis I de España, entonces príncipe de Asturias y posterior
rey, el más efímero de la historia de nuestro país, casado a los 15 años con la
princesa francesa Luisa Isabel de Orleans, de 12 años, llamada la Reina Loca,
bulímica y aquejada de un trastorno límite de la personalidad. Y, por otro lado,
Luis XV de Francia, salvado in extremis de la muerte que corroía a su familia,
lo que le hizo ser rey pese a ocupar un puesto alejado en la sucesión,
prometido a la edad de 11 años con la española Mariana Victoria de Borbón, de 4
años, hija de Felipe V, que viajó a la corte francesa para unirse al niño
monarca. Una adolescente y una cría, dos princesas extranjeras que cambiaron de
país “como dos trozos de carne” por orden de sus progenitores, con el objetivo
de perpetuar reinados y consolidar la paz y el poder.
Dugain, también
coguionista, se ocupa tanto del tedio (“¿de qué podemos hablar?”) como de las
lecciones de sexo que se ofrecen a los inexpertos, y sin necesidad de forzar la
máquina de lo grotesco (como Lanthimos), compone situaciones de un espantoso
ridículo, momentos lúgubres y otros de una gran ternura. “Cambio de reinas” es
incluso graciosa sin ir de cómica, porque todo es patético: “Devolverla sería
demasiado arriesgado, podría traernos la guerra”, dice un asesor, cuando temen
que Mariana sea enana y de pelvis demasiado estrecha para poder engendrar hijos
en un futuro.
De
bellas fotografía y banda sonora, la película se toma su tiempo y, al no querer
subrayar nada, quizá peque de morosa en algún instante, pero el inquietante
interés de personajes y situaciones la convierten en una lúcida crónica
histórica y política de inusual extravagancia. Recomendada (con reservas).
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