Muy pronto llegará a las
pantallas de Sevilla un nuevo filme (tras el estreno de “Todos lo saben”, “Cold
War” y “Burning”) de la sección oficial del Festival de Cannes 2018. “Lazzaro
feliz” será el cuarto filme de Cannes que se estrene en Sevilla. Y lo hará el
día 9 de noviembre de 2018. La película, dirigida por Alice Rohrwacher, se alzó
con el Premio al Mejor Guión, escrito por la propia realizadora.
Esta es la historia del
encuentro entre Lazzaro, un joven campesino tan bueno que para algunos es un
tanto soso, y Tancredi, un joven noble arrogante que se aburre en la Inviolata,
una aldea que ha permanecido lejos del mundo, controlada por la Marquesa
Alfonsina de Luna. Sellan su amistad cuando Tancredi organiza su propio
secuestro y pide ayuda a Lazzaro. Esta relación sincera y alegre es una
revelación para Lazzaro. Una amistad tan preciosa que le permitirá atravesar el
tiempo y viajar a la ciudad, en busca de Tancredi.
Recogiendo el artículo
del enviado especial a Cannes, Luis Martínez, publicado en “El Mundo”, el día
14 de mayo de 2018, extraemos lo siguiente:
“La película arranca con
los quehaceres de una familia perdida y aislada en medio de ninguna parte.
Trabajan para la marquesa Alfonsina de la Luna. Y lo hacen ajenos a algo tan
elemental como el tiempo. No hay más regla que la explotación y la miseria.
Pero, y esto es lo que cuenta, sobreviven. También, a ratos, viven, se
enamoran, cantan canciones y recolectan tabaco. Todo es contemplado desde los
ojos del gran inocente. El Totó de Milagro en Milán es ahora Lazzaro. Atentos
al trabajo proverbial de Adriano Tardiolo. Y así hasta que un accidente y un
viaje en el tiempo (todo a la vez) acaben con esta Arcadia primitiva, árida y
lírica. Que no necesariamente feliz. Lo que sigue discurre en una gran ciudad.
La miseria es la misma, pero nada volverá a ser igual.
Con estos elementos, la
directora de El país de las maravillas vuelve a componer un universo tan
personal e intransferible como perfectamente compartible. De alguna manera, su
mirada (ella a través de Lazzaro) bien podría ser la de cualquiera de nosotros.
O mejor, la de la mejor versión de cualquiera de nosotros. El matiz importa. Si
en su anterior trabajo, que ganó el Gran Premio del Jurado en Cannes, la
directora construía un mundo sin argumento sólo pendiente de la armonía
inestable y sucia de la memoria, ahora, vuelta a empezar, insiste. Pero de
forma mucho más honda, mucho más delicada. Cruel y tierna a la vez.
Si se quiere, se trata de
reconstruir universos perfectos en su caos, en su necesaria imperfección. Sea
el de la infancia rural y manchada de miel de su cinta anterior, sea el de un
extraño rincón del planeta que, cosas que pasan, se encuentra justo aquí al
lado. De nuevo, el juego de espejos por el que discurre la cinta habla de
nostalgia, del choque entre lo nuevo y lo viejo, de la pérdida del sentido, de
la dignidad de los castigados. Pero la voz se mantiene siempre atenta a cada
detalle, a cada quiebro de la voz, a cada instante de virtud. Es comedia de
puro trágico. Y al revés.
Milagro en Milán
arrancaba con todos los personajes arremolinados al alrededor de un rayo de
luz. "Il sole!" gritaba una voz tan cálida como desesperanzada y allí
que corrían todos. Todos los pobres. Pues eso, Lazzaro felice es desde ya 'il
sole' de Cannes”.
Por las reseñas críticas
y por su palmarés en Cannes todos estamos expectantes al estreno de esta fabula
social italiana, interpretada por Adriano Tardiolo, Agnese Graziani, Alba
Rohrwacher y Sergi López.
Alba Rohewacher junto a actores de su película, en Cannes. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario