Título original: Cruella. Dirección: Craig Gillespie. País: USA. Año: 2021. Duración: 134 min. Género: Comedia, Thriller.
Guión: Dana Fox, Tony McNamara (basado en una historia de Aline Brosh McKenna, Kelly Marcel, Steve Zissis y en una novela de Dodie Smith). Fotografía: Nicolas Karakatsanis. Música: Nicholas Britell. Montaje: Tatiana S. Riegel. Producción: Glenn Close, Kristin Burr, Andrew Gunn, Marc Platt.
Fecha del estreno: 28 Mayo 2021 (España)
Reparto: Emma Stone, Emma Thompson, Joel Fry, Paul Walter Hauser, John McCrea, Emily Beecham, Mark Strong, Kayvan Novak, Kirby Howell-Baptiste, Jamie Demetriou, Niamh Lynch, Andrew Leung, Ed Birch, Paul Bazely, Abraham Popoola, Ninette Finch, Leo Bill, Sarah Crowden, Tom Turner, Asmara Gabrielle, Jack Barry, Steve Edge, Tipper Seifert-Cleveland.
Sinopsis:
Explora los rebeldes comienzos de una de las villanas más conocidas del cine y famosa por su elegancia: Cruella de Vil. Ambientada en el Londres de los años 70, en plena revolución del punk rock, la película muestra a una joven estafadora llamada Estella, así como la serie de acontecimientos que la llevan a asumir su lado malvado y a convertirse en la estridente y vengativa Cruella.
Comentarios:
Cuando la escritora británica Dodie Smith se inventó el personaje de Cruella de Vil, al punk le quedaban aún dos décadas para nacer. El famoso animador de Disney Marc Fraser Davis, creador entre otros personajes de Campanilla o Maléfica, fue quien convirtió a la villana en una mujer flaca, sofisticada e insufrible para el clásico infantil de 1961. Davis había partido de las ilustraciones del libro de Smith, pero llevó mucho más lejos a esta extravagante chiflada amante de las pieles que ha aterrado y fascinado a niños de varias épocas y que, ya hacia el final del siglo pasado, inspiró dos exitosas películas protagonizadas por la actriz Glenn Close.
Rejuvenecida en la piel de una magnética Emma Stone, Cruella reclama su lugar propio en la genealogía del personaje y para ello viaja a sus raíces de fashion victim en el Londres de los años ochenta. Con la propia Glenn Close entre sus productores, la película de Craig Gillespie ofrece una aventura bastante entretenida que lleva al personaje de Disney a un mundo donde Dickens desfila por una pasarela de moda. Más próxima, eso sí, a la correcta El diablo se viste de Prada que a la genial Zoolander. Se trata de un cóctel que sin ofrecer nada muy nuevo está bien pensado y funciona, aunque su machacona secuencia de piruetas digitales y grandes éxitos musicales pueda resultar en demasiados momentos cargante.
En definitiva, Cruella es un cuento de hijas y madres, de la búsqueda de identidad de una niña a la que le gusta destacar e incordiar hasta que por un infortunio que es mejor no desvelar se queda huérfana y se ve obligada a sobrevivir en las calles de Londres como carterista junto a dos pícaros interpretados por Paul Walter Hauser y Joel Fry. La pequeña Cruella, que siempre ha sido una amante de la moda, encontrará en la escena londinense de los años de eclosión del punk —y en el duelo con la diseñadora megalómana que interpreta Emma Thompson—, el caldo de cultivo perfecto para su imaginación. Y así, haciendo equilibrios de cara al presente con su famosa pasión por las pieles de perros dálmata, el personaje se viste de Vivienne Westwood para ofrecer una nueva y bien maquillada cara. (Elsa Fernández-Santos)
Recomendada (con reservas).
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