miércoles, 1 de marzo de 2017

Lion (Garth Davis, 2016), en cartelera



Título original: Lion. Dirección: Garth Davis. País: Australia. Estados Unidos. Reino Unido. Año: 2016. Duración: 120 minutos. Género: Drama. Guión: Luke Davies, basado en la novela autobiográfica A long way home, de Saroo Brierley. Producción: Sunstar Entertainment, Screen Australia, Weinstein Company, See-saw Films. Música: Volker Bertelmann, Dustin O’Halloran. Fotografía: Greig Fraser. Montaje: Alexandre de Franceschi. Diseño de Producción: Chris Kennedy. 

Intérpretes: Sunny Pawar (Saroo niño), Abhishek Bharate (Guddu), Priyanka Bose (Kamla), Tannishtha Chatterjee (Noor), Deepti Naval (Señora Sood), David Wenham (John Brierley), Nicole Kidman (Sue Brierley), Keshav Jadhav (Mantosh niño), Dev Patel (Saroo joven), Divian Ladwa (Mantosh joven), Rooney Mara (Lucy).

Sinopsis: Saroo tiene cinco años y vive en una pobre aldea de la India con su madre, su hermano mayor y su hermana pequeña. Se pierde y aparece en Calcuta, a mil quinientos kilómetros de distancia de su hogar.

Sunny Pawer


Todavía estáis a tiempo, si no lo habéis hecho ya, de disfrutar en una sala de cine de Lion, ópera prima de Garth Davis, que ya tenía experiencia en el ámbito de la publicidad, el documental, las series televisivas y el cortometraje. Aunque antes de hacerlo, hay que avisar de que trata temas en los que están altamente implicadas las emociones, los niños perdidos en la India junto con la adopción y sus connotaciones afectivas, por lo que es una película con la que habrá diversidad de opiniones sobre si se mantiene dentro de los límites de la sensibilidad o va más allá.

La primera parte es realmente espléndida. Transcurre en la India, con escasos diálogos. Destacan el poder de las imágenes y la expresividad del niño Sunny Pawar. Con pocas secuencias pero bien elegidas, vemos la pobre y alegre vida de Saroo, la complicidad con su hermano mayor y el amor de la madre. 

Priyanka Bose

Cuando Saroo se pierde, la cámara se coloca a la altura de sus ojos: desde su nivel vemos que está en un mundo de adultos con los que no comparte ni siquiera la lengua (su hindi natal no es el predominante en Calcuta, donde se habla el bengalí) y cuando trepa y la cámara se eleva con él, sentimos su drama.

Saroo en la estación de trenes de Calcuta


La segunda parte se desarrolla en Australia y puede parecer que es algo más convencional, sobre una búsqueda de los orígenes, pero, en mi opinión, retrata muy bien la adopción desde el punto de vista del hijo que necesita reconstruir su historia e integrar su identidad, importante especialmente en la adopciones interraciales.


Nicole Kidman y David Wenham con Sunny Pawer


Y es que suele predominar el papel del adoptante sobre el del adoptado: la mayoría de las películas sobre el tema se centran en los avatares del proceso de adopción de los padres, como es el caso de La pequeña Lola (Bertrand Tavernier, 2004) o La adopción (Daniela Féjerman, 2015), o la búsqueda de un hijo que fue arrebatado y dado en adopción, como sucedía en Philomena (Stephen Frears, 2013).

La elección de esta perspectiva se debe a que la película está basada en el libro autobiográfico A long way home, de Saroo Brierley. El guionista Luke Davies ha ganado el premio BAFTA en la categoría de mejor guión adaptado (en la gala de los premios Óscar, Lion se ha ido de vacío). El argumento es sencillo, pero muy bien tratado, haciendo que el espectador comprenda las motivaciones de todos los personajes y eligiendo adecuadamente las elipsis, no solo la obvia de los veinte años que transcurren desde el Saroo niño al Saroo adulto (interpretado por Dev Patel, que también obtuvo el BAFTA como mejor actor de reparto), sino también otras que sirven para priorizar el tema y no desviar la atención.


Dev Patel y Rooney Mara

Por ejemplo, el proceso de adaptación de Saroo se resuelve en unas pocas secuencias y con un par de pinceladas intuimos el difícil pasado del hermano y la relación tortuosa respecto a su familia. Tampoco se detiene en exceso en describirnos la relación afectiva del protagonista: solo hace hincapié en el obstáculo que supone el sentirse con algo pendiente o incompleto.

Queda bien reflejado cómo esto se traduce en silencio (el jalebi, el postre hindú, actúa como la magdalena de Proust, como detonante que le permite hablar del tema con sus nuevos compañeros, una vez que se ha trasladado a Melbourne y ha tomado distancia respecto a sus padres que viven en Tasmania) y en introversión en relación con su familia, por el temor infundado de que lo consideren una traición.


Dev Patel, Rooney Mara, David Wenham, Nicole Kidman y Divian Ladwa


La fotografía merece una mención especial. Está a cargo de Greig Fraser, responsable de trabajos como La noche más oscura (Kathryn Bigelow, 2012). En la primera parte que se desarrolla en la India abundan los paisajes ocres y los colores tierra, que dan una luz dorada, mientras que en Australia domina el azul del mar. Espectaculares las vistas aéreas.

Mariposas doradas en la India

En mi opinión, Lion es una película necesaria para los que nos afecta el tema de la adopción, para tener en cuenta la aceptación del pasado y su conciliación con el presente. Pero además de eso, creo que tiene valores propios que puede apreciar cualquier espectador: consigue contarnos una historia real con gran delicadeza, sin ensañarse en lo más truculento, aunque, eso sí, sin temer tampoco a las emociones. Ante un reto difícil, hay que alabar el mérito.


Los hermanos Guddu y Saroo





5 comentarios:

  1. Si la recomiendas y después de leer tu estupenda reseña será mi próxima película.
    Quizás vaya hoy mismo, has despertado mi interés.

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  2. Es una lástima que películas como esta, o también "Comanchería" se hayan ido de vacío tras la entrega de los Oscar. Ello no debe impedir que vayamos a verlas. Gracias.

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  3. Fantástica crítica Isabel. La tendré en cuenta. Gracias

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  4. Isabel me ha encantado la reseña, pongo la película en mi lista de prioridades.Gracias.

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  5. Muy buena también "Comanchería".

    Gracias por vuestros comentarios.

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