De vez en cuando escuchamos en el telediario como
noticia glamurosa que alguna productora extranjera está rodando una película en
nuestro país, lo que se considera un gran acontecimiento que atrae a numerosos
medios de comunicación, cinéfilos y curiosos varios. Sin embargo, en nuestro
país los rodajes de grandes producciones son ahora mucho menos habituales que
hace unos años y no porque hayamos perdido interés (nuestra riqueza cultural,
nuestro gran patrimonio artístico y nuestro paisajes siguen estando ahí).
Parece increíble que nuestros dirigentes no se den cuenta de la cantidad de
puestos de trabajo, publicidad y dinero que dependen de ello y no exista más
ayuda gubernamental e incentivos fiscales que atraigan a los grandes rodajes.
Podríamos nombrar muchas producciones, pero vamos a
señalar detalles de algunas de ellas desde los años cincuenta hasta los años
70:
Pandora y el holandés errante (1.951)
Filmada en Cataluña, cabe señalar que los rumores de
romance entre Mario Cabré y Ava Gardner
atrajeron a Sinatra y a una pulsera de 10.000 dólares a Tossa de Mar. Mientras
los extras cobraban 25 pesetas diarias.
El Cid (1.961)
Rodada en Peñíscola, Belmonte, La Pedriza y Sierra de
Guadarrama no tuvo un rodaje accidentado, lo difícil fue su preparación. Sofía Loren no estaba convencida con el guión y se
negó a aparecer envejecida por lo que tuvieron que ponerle a unas hijas más
jóvenes, alterando la historia. Charlton Heston por su parte no olvido nunca el
frío que paso.
El bueno, el feo y el malo (1.966)
Se rodó en Madrid, Burgos, Almería y Granada. Un rodaje donde se trabajaron más
horas de las concertadas, a pleno sol, sin roulottes, ni hoteles buenos para
las estrellas. Para colmo un accidente
lo complico más: un puente construido sobre el río Arlanza fue volado antes de que se pudiese filmar.
Patton (1.970)
Con localizaciones muy diversas se rodó en Madrid, Almería, Pamplona y Segovia. En el
rodaje hubo conflicto con los extras españoles caracterizados de soldados nazis
que un día prefirieron comer a su hora que seguir rodando. En venganza,
Franklin J. Schaffner colocó petardos cerca de ellos y los hizo explotar. Y
cuando salieron corriendo… ¡los filmó!
El reportero (1.975)
Rodada en Barcelona, Málaga y Almería. En esta última
María Schneider, lanzada a la fama poco antes por “El último tango en París”,
denuncio a un fotógrafo aficionado que le hizo unas fotos mientras se bañaba en
la piscina de su hotel. Fíjense en que aparece como extra Joan Gaspart (futuro
presidente del Barça) como recepcionista del hotel Oriente.
Mª Carmen Santiago
Qué interesante y cuantos detalles! Qué bien te documentas M. Ángel! Un abrazo desde la isla. Vaya festolín anoche....que buenos lis de Linterna Mágica. BUEN VERANO! Ana
ResponderEliminarGracias Ana, pero este texto es de Mª Carmen Santiago. Feliz verano en esa bella isla.
ResponderEliminarPues mis felicitaciones a M. Carmen Santiago. Ana
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