Stanley Kubrick, durante el rodaje de Eyes Wide Shut.
En esta semana Paco nos ilustraba en el taller con algunas
de las escenas eróticas que a él particularmente le han conmovido, inaugurando
de esta forma el apartado que entre todos los alumnos iremos desarrollando a lo
largo del curso.
Uno de los momentos que Paco nos traía a colación es la
celebérrima orgía ritual de “Eyes wide shut”, una escena poderosísima
visualmente y altamente perturbadora, en la que todos los que la vimos por
primera vez seguro que nos sentimos un poco como el personaje interpretado por
Tom Cruise, con esa mezcla de atracción, fascinación, miedo, excitación… morbo,
en una palabra.
En esta magistral escena tiene no poca importancia, como en
todas las películas de Kubrick, la banda sonora, cuidadosamente escogida por el
maestro. En este caso la subyugante melodía y la desasosegadora letra de la
misma, son fruto de la inspiración de Jocelyn Pook, “una reconocida
compositora británica que combina la interpretación con la viola, la
composición de bandas sonoras para el cine y la música para televisión, teatro
o danza. Lidera una formación que se mueve entre la música contemporánea, el
new age, en la línea de Michael Nyman o Philip Glass, y las últimas tendencias
de vanguardia, sin renunciar a la música clásica, en especial a la denominada
música antigua".
En el tema de Masked Ball, Pook se basó en un canto
funerario transilvano, con la curiosidad de que lo revirtió y fue interpretado
al revés:
Auov uad auon acnurop ias iicinecu ertac iulunmod
asiz. Aiutseca iulusacal iulutnafs ia irotacafenib is irotiulim irotanihcni.
Uezenmud iul rolibor roletacap aeratrei is aerasal aeratecrec aer.
Una vez se escucha la canción original revertida, la letra
es esta:
Zisa Domnului
catre ucenicii sai, porunca noua dau voua. Domnului sa ne rugam pentru mila,
viata, pacea, sanatatea, mantuirea, cercetarea, lasarea si iertarea pacatelor
robilor lui Dumnezeu. Inchinatori, miluitori si binefacatori ai sfantului
lacasului acestuia“.
El texto de la letra utiliza un pasaje del Evangelio de San
Juan, (Jn 13, 34) en lengua rumana: "Jesús les dijo a sus discípulos: Un
nuevo mandamiento os doy, que os améis los unos a los otros".
Kubrick
dota de este modo de numerosos elementos controvertidos a esta escena ya de por
sí polémica, uniendo el uso de una iglesia –al parecer neogótica- como
escenario –en un retorno a los orígenes paganos que tienen muchos santuarios de
la actualidad-, revirtiendo el texto a la manera de aquellos discos de los 60 y
70 que pretendidamente difundían mensajes “satánicos” si los escuchabas al
revés y, sobre todo transmutando el mandato evangélico de amor trascendente y
puro, ajustado a la ortodoxia judeocristiana, para remontarse al concepto de
“eros” de los antiguos griegos, personificación del deseo, la atracción, el
sexo, la fertilidad y también del amor entre hombres.
Eros y Psique
Bueno, creo que no es arriesgado
opinar que el maestro Kubrick en apenas diez minutos creó una de las escenas más
impactantes de su cinematografía y de la Historia del Cine, con connotaciones
de testamento artístico, dado que fue su última película antes de morir -falleció durante el montaje final de la obra-
Kubrick durante el rodaje de Eyes wide shut.
Una obra maestra y la hasta propia muerte de Kubrick se vio envuelta en el mismo halo perturbador que envolvió la película.
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