jueves, 16 de febrero de 2023

Queso de cabra y té con sal (Byambasuren Davaa, 2020)

 

Título original: Die Adern der Welt. Dirección: Byambasuren Davaa. País: Mongolia. Año: 2020. Duración: 92 min. Género: Drama.

Guión: Byambasuren Davaa, Jiska Rickels. Música: John Gürtler, Jan Miserre. Fotografía: Talal Khoury. Montaje: Anne Jünemann Bfs. Producción: Eva Kemme, Ansgar Frerich, Tobias N. Siebert.

Mejor Film Infantil en los Premios del Cine Alemán 2020.

Fecha del estreno: 28 Octubre 2022 (España).

 

Reparto: Bat-Ireedui Batmunkh, Enerel Tumen, Yalalt Namsrai, Algirchamin Baatarsuren, Ariunbyamba Sukhee, Purevdorj Uranchimeg, Alimtsetseg Bolormaa, Unurjargal Jigjidsuren, Batzorig Sukhbaatar, Sarantsetseg Myagmar, Batbaatar Uukhaan.

 

Sinopsis:

En una provincia en medio de la estepa mongola, Amra, de 11 años, vive una vida nómada tradicional con su madre Zaya, su padre Erdene y su hermana pequeña Altaa. Mientras Zaya cuida del rebaño, Erdene trabaja como mecánico y vende el queso casero de Zaya en el mercado local. Su pacífica rutina se ve amenazada por la invasión de empresas mineras internacionales, que excavan en busca de oro y devastan el hábitat natural. Erdene es el líder de los últimos nómadas que se oponen a ellas, y trata de unirse y convencer a sus compañeros de que no acepten las indemnizaciones que las empresas han ofrecido.

 

Comentarios: 

De formación documentalista, Byambasuren Davaa, la cineasta más reputada de Mongolia, ha logrado poner a su país en los cines de Occidente, más allá del Genghis Khan de Omar Shariff y de El conquistador de Mongolia de John Wayne. Lo hizo con su nominación al Oscar por La historia del camello que llora y con la aventura (con el aire del cine iraní) de la niña y el cachorro de El perro mongol, mediante una receta que sigue funcionando.

Regresa en esta producción alemana a los temas que le son propicios y vuelve a demostrar, por más que los argumentos del no nos moverán frente a las compañías multinacionales (en este caso mineras) suenen a ya vistos en las pequeñas cinematografías del mundo, que la sencillez encaja mejor con la poesía que las ínfulas. La puesta en escena de la familia protagonista, con su chaval obsesionado con Got Talent en YouTube, y la relación con su padre, en ese lugar perdido de Asia coronado por un árbol cargado de sueños, es de una autenticidad que sigue resultando relajante, muy de agradecer.

Cuando sobreviene la tragedia y la trama tiene que tejer su red hacia un arreglo argumental, la película pierde fuerza, pero la naturalidad de los personajes se funde con la fuerza del paisaje y, de las imágenes, aparte de las ganas de dar un pellizco a esos quesos salvadores, surge una luz que es puro oxígeno cinematográfico. (Carlos Marañón)

Recomendada.



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