Un artículo de JAVIER BERNET TOLEDANO.
Desde hace años el análisis de imágenes en el cine, ha posibilitado trabajar diversos temas para la enseñanza. Así mismo el mundo sanitario, ha sido quizás el campo profesional que más juego ha dado para los autores, ya sean en el formato televisivo, con series como “Hospital Central”, “House”, “Urgencias”, “Nurse Jackie”, etc., así como en el ámbito puramente cinematográfico, con películas como “El paciente inglés”, “Hable con ella”, “Planta cuarta”, “La vida secreta de las palabras”, “Despertares”, y así con un largo etcétera; en algunas ocasiones con gran acierto, en su puesta en escena y en los temas tratados, como otras en las cuales se denigra, consciente o inconscientemente a la profesión sanitaria o bien haciendo un tratamiento un tanto irreal o deformados de los argumentos.
Ya
los Hermanos Lumiére definían a su “invento” con características tales como que
“todas las películas serán crónica y reflejo de la sociedad y de la época en
que nacen, con sus costumbres, sus aspiraciones, sus mitos y sus problemas”; se
prodigaban en plasmar documentos de lo que les rodeaba, y gracias a los cuales
podemos hacernos una idea más ejemplificadora del momento en el que vivieron, a
la par que analicemos los documentos escritos.
Así
mismo el gran Jean Luc Godard, definió el cine como un “Instrumento de
pensamiento”; por ello el formato audiovisual tiene un recorrido paralelo al
puramente lúdico, y es el camino del aprendizaje; se puede enseñar y por ende
aprender gracias al cine, ya sea en el rango documental como en la ficción.
Según el catedrático De la Torre, el cine puede ser valorado de forma diferente
y pasar a ser “DE ESPECTÁCULO DE EVASIÓN
A INSTRUMENTO DE TOMA DE CONCIENCIA”.
En
esta inmersión al tema, nos centraremos sólo en el cine de ficción, y además en
la imagen que desde el mismo, y al gran público se transmite de los
Profesionales de la Enfermería; esos que están junto con el paciente y la
familia, y que con distinta “suerte”, los autores plasman en las imágenes; unas
más certeras y otras lejanas al verdadero rol profesional.
Juliette Binoche en "El paciente inglés" |
ESTUDIO
DE LA “IMAGEN SOCIAL ENFERMERA” / REPRESENTACIÓN SOCIAL GENERAL DE LA PROFESIÓN.
Habría
que preguntarse si son coincidentes el rol que consideramos más acertado a
nuestras necesidades sociales, y el que nos designan en las imágenes; la verdad
es que las imágenes son ciertamente muy variopintas y aunque existen grandes
películas, en las cuales calidad y trasmisión de valores profesionales
coinciden, en otras el argumento, destruye años de trabajo profesional,
proyectándonos como unos “malos acompañantes” de otros profesionales, sin vida
propia y poca autonomía.
Así
mismo el rol sexual que de las enfermeras se ha prodigado, ha permitido que las
faldas se acorten y que las “señoritas” sean más dadas a la búsqueda de una
pareja, que de estar al tanto de las necesidades de los pacientes que “cuidan”.
Si hacemos un análisis somero, a modo
de “Decálogo”, como pequeño homenaje a Kiewloski, podríamos describir diez
“imágenes” y algunas de las características y o extractos de los diálogos, que
las determinan, algunas magníficas y otras no tanto, para que en un futuro que
ya es presente se plantee como un manual de “buenas prácticas” en imágenes, y
los responsables de la profesión, así como los implicados del día a día, alcen
su voz, si alguna vez comprueban que esto llega a la población, y al contrario
de beneficiar, trasmuta el pensamiento que del colectivo tiene la población.
Primer momento
…”¿por qué hace todo esto por mí?”...
…. “Porque soy enfermera”… A el paciente le costaba entender la
implicación de esta persona desconocida para con su persona; pero el desarrollo
de las imágenes del cuidado, son un ejemplo del verdadero cuidado, con unas
implicaciones éticas para analizar.
Segundo momento
… Donde la personalización de cuidados
termina transgrediendo la relación terapéutica… El análisis que de la misma se
hace tiene una prospectiva muy positiva, por cómo están documentados los
cuidados por parte del guionista, aunque también nos sirva para plantearnos lo
nocivo de esa relación.
Tercer momento
… “quédese con ese paciente, usted que sabe su idioma y
cójale la mano”… hacer del acompañamiento del enfermo parte del hacer de una
buena enfermera, es una imagen que engrandece a la profesión… aunque el
argumento de la película sea de la 2ª guerra mundial.
Cuarto momento
Quizás
la imagen más clásica de las mostradas, una historia real y que como muchas,
fueron avanzadas en su momento, a la par que incomprendidas, por lo que
hicieron y como lo transmitieron. Pero las imágenes son poderosas, de cómo la
independencia de la enfermera en un mundo de médicos y hombres, se imponía.
Quinto momento
Donde la enfermera marca la diferencia
y es un valor añadido… es un momento histórico en el cual se estaba
estructurando la enfermería profesional…
Sexto momento
“Mrs. Ratched era una impecable
enfermera, pero que no transmitía ningún sentimiento, favoreciendo la no
expresión de los mismos en los internos; y posibilitando el mal autocuidado y
la frustración fácil”
Séptimo momento
Enfermeras
que no controlan a sus pacientes, así como que los tratan con un “maternizaje”
exagerado, reproduciendo un rol más cercano al arcaico y no formado que a otro
más moderno y profesionalizador.
Octavo momento
… “Os ponéis un uniforme y os creéis
la ostia”.
… “Si me creo la ostia, ¿qué pasa?”. A
pesar de su descaro manifiesto, y del tono cómico de la cinta, la imagen es muy
contundente, independiente aunque a veces roce lo “dudosamente profesional”…
Noveno momento
Es
un ejemplo del éxito que las series sanitarias tienen en las parrillas
televisivas; en este caso siendo la protagonista una enfermera… con sus errores
y sus adicciones, subyace una profesional excelente y con un nivel moderno y
actualizado.
Décimo momento
Más
que “enamoradas”, podríamos conceptuarlas como integradas exageradamente en los
equipos médicos, con la búsqueda de algo más que un buen cuidado de los
pacientes.
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