Aunque sea un tópico bastante manido, la verdad es que viene muy a cuento: más vale tarde que nunca. Hace bastante tiempo (prefiero, por pudor, no decir cuánto; basta con que miréis el índice de contenidos del blog), publiqué una entrada sobre alguna localización cinematográfica que me encontré en un viaje por La Rioja y tuve la imprudencia de añadirle (I) al título. Se trataba entonces de la casa que, en las afueras de Ezcaray, fue tan protagonista de “El sur” como los propios actores. Ahora, repasando fotos de viajes en el ordenador (lástima la pérdida de los álbumes de toda la vida), me encuentro con unas imágenes que tomé de la calle Portales, en Logroño, que para los mitómanos de las localizaciones estará siempre identificada con una gran película española que la convierte en su protagonista y la lleva hasta su propio título: “Calle Mayor” de Juan Antonio Bardem.
Era el año 1956 y algo empezaba a moverse en el cine español. A Bardem se le ocurrió ofrecernos, como en Muerte de un ciclista el año anterior, una imagen despiadada de la miseria social y de la inmensa mediocridad que vivía entonces nuestro país. Si en aquella ocasión fue la burguesía acomodada la que quedaba en evidencia, ahora se trataba de mostrar las entrañas del provincianismo más rancio. Juan (José Suárez), a la cabeza de un grupo de jóvenes cretinos, finge, para divertirse, estar enamorado de Isabel (interpretada por la actriz norteamericana Betsy Blair), una mujer de treinta y cinco años que en aquella España miserable veía en Juan la última oportunidad de no quedarse “para vestir santos”.
Mucho se ha hablado sobre el rodaje, sobre las circunstancias del director, que pasó un tiempo en la cárcel y alteró por ello sus planes de trabajo (de Palencia y su calle Mayor se pasó a localizaciones de Cuenca y de Logroño), e incluso de la propia Betsy Blair, una gran actriz, desconocida para muchos, que por aquel entonces había abandonado los Estados Unidos por problemas políticos con la “caza de brujas”. Lo cierto es que, junto a los personajes, la calle Mayor, bajo cuyos soportales deambulan continuamente, como por una galería infinita, los protagonistas, simboliza todo lo que Bardem quiere contarnos en su historia. Es una calle que podría pertenecer a cualquier ciudad española de la época, un espejo de la inacción, de la pobreza espiritual, de la cortedad de miras, de la ausencia de expectativas, del aburrimiento, en definitiva, que aplasta a todos los que allí miran y se miran para constatar que nada cambia y que todo es como debe ser.
Esa “Calle Mayor” de Bardem, tras el paso fugaz por Palencia, es hoy día la céntrica calle Portales de Logroño, vecina de la catedral. Poco o nada ha cambiado en su aspecto, aunque sí su paisaje humano: los paseantes de los cincuenta han sido sustituidos por turistas de toda condición que se mezclan con riojanos que hacen sus compras o se toman la cerveza en los veladores, mientras que la sobriedad del blanco y negro se ha transformado en los colores chillones de las mochilas y de las camisetas deportivas. Quiero pensar que lo importante también ha cambiado, aunque la depresión nacional que arrastramos en los últimos meses me hace pensar que tampoco hay que pecar de triunfalistas. Eso sí, los acentos de nuestra mediocridad son, evidentemente, de un tono diferente al de los cincuenta (¿?).
Lo que sí me reconfortó muchísimo fue constatar que el Ayuntamiento de Logroño (al parecer en 2006, conmemoración del cincuentenario de la película) había colocado una placa que recordaba que allí se rodó una de las obras mayores del cine español. Estoy seguro de que al joven Bardem de 1956 ni se le habría pasado por la imaginación.
Me gusta muchísimo este artículo. Cuántos detalles das. La placa me ha encantado.
ResponderEliminarLeeré la primera entrada.
Gracias, Ana. La placa es preciosa. ¡Qué buen gusto y qué elegancia inspirarse en el cartel original de la película, tipografía incluida!
ResponderEliminarPues aquí sí que hay placa. Curioso, no obstante, que la Sra. Blair huyera a España para escapar de los Estados Unidos. Quisiera saber, porque mi ignorancia en materia de cine es supina, si tal película se estrenó en España en su día y, si así fue, cómo fue posible que no fuera censurada. En otro orden de cosas, me reconforta comprobar que no soy un robot...
ResponderEliminarPues aquí sí que hay placa. Curioso, no obstante, que la Sra. Blair huyera a España para escapar de los Estados Unidos. Quisiera saber, porque mi ignorancia en materia de cine es supina, si tal película se estrenó en España en su día y, si así fue, cómo fue posible que no fuera censurada. En otro orden de cosas, me reconforta comprobar que no soy un robot...
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