Título original: El Cid. Dirección: Anthony Mann. País: USA. Año: 1961. Duración: 184 min. Género: Aventuras.
Guión: Philip Yordan, Fredric M. Frank. Fotografía: Robert Krasker. Música: Miklós Rózsa. Montaje: Robert Lawrence. Producción: Samuel Bronston, Jaime Prades, Michael Waszynki.
3 nominaciones a los Oscar 1961. 3 nominaciones a los Globo de Oro (incluida Mejor Película Drama).
Estreno en España: 23 Junio 1982.
Reparto: Charlton Heston (Rodrigo Díaz de Vivar), Sofia Loren (Jimena Díaz), Raf Vallone (conde Ordóñez), Geneviève Page (Urraca de Zamora), John Fraser (Alfonso VI de León), Hurd Hatfield (Arias), Massimo Serato (Fáñez, sobrino de Rodrigo), Frank Thring (Al Kadir, rey de Valencia), Michael Hordern (Don Diego Laínez, el padre de Rodrigo), Andrew Cruickshank (Diego Gómez de Gormaz, conde de Oviedo), Douglas Wilmer (Al-Mutamin, rey de Zaragoza), Tullio Carminati (Al-Jarifi), Gary Raymond (el príncipe Sancho II de Castilla), Herbert Lom (Ben Yussuf), Ralph Truman (el rey Fernando I, padre de Sancho, Alfonso y Urraca), Javier Portillo (Bufón de la corte de Ortiz).
Sinopsis:
En la segunda mitad del siglo XI, Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, se hizo célebre por sus victoriosas campañas contra los musulmanes durante la reconquista del Reino de Valencia. Acusado injustamente de traición, Rodrigo mata en duelo al padre de Jimena, que lo rechaza y se encierra en un convento. Este es el punto de partida de numerosas peripecias: las intrigas del conde García Ordóñez, el desafío del rey Ramiro de Aragón y su enfrentamiento con Alfonso VI (Jura de Santa Gadea), que lo desterró de Castilla.
Comentarios:
Puesto que Rodrigo Díaz de Vivar es un personaje muy cercano (en España lo conocemos desde la infancia), estamos en posición de captar en toda su magnitud lo que Hollywood hace con los mitos históricos. “El Cid” es parcial, poco fiel a la realidad y plagada de inexactitudes históricas (y anacronismos varios); pero lo cierto es que en una producción de Samuel Bronston (“Rey de Reyes” o “55 días en Pekín”, ambas de Nicholas Ray) eso es lo de menos. El especialista en westerns psicológicos (por entonces marido de Sara Montiel) Anthony Mann fue el encargado de dirigir este lujoso, épico y elegante retrato impregnado por cierto espíritu del cine del oeste en el que Charlton Heston volvía a lucirse tras superproducciones como “Los diez mandamientos” (Cecil B. DeMille, 1956) o “Ben-Hur” (William Wyler, 1959), encarnando a un héroe intachable convertido en leyenda.
El film nos relata las gracias y penurias de Rodrigo Díaz de Vivar (Charlton Heston), que tras sus exitosas campañas contra los musulmanes es acusado injustamente de traición. La desgracia lo golpea cuando, en un duelo por su honor, mata al padre de su amada, Doña Jimena (Sophia Loren, con la que Mann y Bronston volverían a contar en “La caída del imperio romano”, 1964); esta decide entonces encerrarse en un convento.
Rodada en España y con un reparto internacional (el italiano Raf Vallone, la francesa Geneviève Page, el austro-húngaro Herbert Lom o el inglés Gary Raymond), “El Cid” tiene todos los elementos necesarios para ser uno de los hitos de las grandes superproducciones hollywoodienses: una colosal banda sonora de Miklós Rózsa; la fotografía del gran Robert Krasker, que deja los claroscuros de “Larga es la noche” o “El tercer hombre” (por la que logró el Oscar) para sumergirse en este deslumbrante espectáculo a plena luz del día; un soberbio trabajo de ambientación; y sobre todo ese tono de exaltación del heroísmo con el que pueden empatizar los más rancios conservadores y los más heréticos defensores de la autodeterminación de los pueblos. Cine de época de primera, más allá del realismo, la veracidad o los ideales, puro cine espectáculo.
Recomendada.
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