Cuando Prosper Merimee falleció en Cannes
en 1870 no podía ni imaginarse que su novelita “Carmen” fuese a tener tanta
trascendencia y repercusión.
Merimee que no fue un autor muy
prestigiado, ni su obra especialmente conocida, tenía una especial afición por
historias de misterio, que preferentemente tenían lugar fuera de Francia. Viajo
muchas veces a España, en la época del Romanticismo tras las guerras
napoleónicas, en la que los viajeros románticos “redescubrieron” España,
ofreciéndonos una visión misteriosa, primitiva y exótica del país, sobre todo
de Andalucía. En España trabo amistad con la Condesa de Montijo, quien le conto
una leyenda popular en la que el autor se basó para escribir la novela Carmen.
En 1845 escribía una carta a un amigo en la que decía “Dentro de poco usted leerá un cuentecillo gracioso de un servidor, el
cual se hubiera quedado sin publicar si el autor no fuera acosado por la
necesidad de comprarse unos pantalones”, una semana más tarde se publicó
Carmen. Pero fue la opera de Bizet, escrita en 1875 y basada en esta novela, la
que proporciono la gran fama a la historia y la que desarrollo el mito
universal de Carmen.
Es una historia de amor, celos y muerte, en la que Carmen es un poderoso personaje, es una mujer libre, sin dependencia económica de un
hombre, que vivía sus amores de forma pública, que intervenía en revueltas reivindicativas
de los derechos de la mujer en el trabajo, que lidero algunas conquistas en el
campo de las libertades de la mujer andaluza. Por ello Carmen se convierte en
una mítica referencia de la lucha de la mujer por su libertad, en una gran
heroína trágica, una mujer que afirma su libertad y está dispuesta a defenderla
con su propia vida, por ello ha sido utilizada como icono por los movimientos
feministas en determinados momentos históricos.
Para este poderoso personaje de Carmen,
Mérimée se basa en la creencia universal de la mujer fatal que se remonta a los
más remotos orígenes de la tradición literaria y cultural y que por supuesto
fue incorporada también a la cinematografía. No podemos obviar que esta visión
de la mujer como un ser peligroso para el hombre está presente en el imaginario
colectivo desde el principio de los tiempos. Las llamadas mujeres fatales son
queridas y odiadas, son tradicionalmente bellas, atrevidas y seductoras,
ambiciosas e intrépidas, insensibles y crueles.
Por todo ello Carmen se ha convertido en
un personaje cinematográfico por excelencia, y así en el cine vemos su presencia
desde los orígenes hasta la actualidad. Entre 1900 y 1910 se estima que hay unas setenta
adaptaciones cinematográficas atribuyendo la primera versión al director Arthur Gilbert en 1907 y destacando entre las primeras
producciones las de Gerolano lo Savio en 1909, la "Carmen" del director Giovanni
Doria en 1913 y la "Carmen" de Stanner Taylor también en 1913.
Muchos de los grandes directores se han
acercado también al mito de Carmen, así en 1915 hay una "Carmen" de
Raoul Walsh interpretada por la legendaria Theda Bara icono de las artistas del cine mudo y en el mismo año
una “Carmen” de Cecil B. de Mille y “Burlesque on Carmen” de Charlie Chaplin.
En 1918 Ernst Lubitsch también realizo su “Carmen” interpretada por la alemana
Pola Negri. En 1927 Raoul Walsh repite realizando “The loves of Carmen” con la que la actriz
musa del cine Mexicano Dolores del Río
fue la primera latina que triunfó en Hollywood. Charles Vidor dirigió en 1948
“Los amores de Carmen” protagonizada por Rita Hayworth y Glenn Ford.
En España los pioneros de la cinematografía
Ramón y Ricardo de Baños y Alberto
Marro codirigen “Carmen o
la hija del contrabandista” en 1911.
En 1940 Imperio Argentina protagonizo una nueva versión “Carmen la de Triana”
de Florian Rey, rodada en Berlín en
versiones en español y alemán, fue la película más importante rodada en
Alemania por los estudios Hispano-Film-Produktion y contradice la política racial
nazi, ya que hace de Carmen una heroína gitana. En esta película Imperio
Argentina canta varias canciones míticas de las “folkloricas” españolas como Carceleras
del puerto o Los piconeros. En 1959 el director argentino Tulio Demicheli estrena “Carmen la de Ronda” interpretada por Sara Montiel y que es un remake de
la Carmen de Imperio Argentina, repitiendo incluso las piezas musicales. Alejandro
Perla dirige “Siempre Carmen” en 1952.
En el año 2003 Carmen vuelve a la cinematografía española de la mano de Vicente
Aranda.
El
flamenco también ha tenido cabida en la cinematografía de Carmen. En 1975 el
director gaditano Julio Diamante hace una revisión del mito a través del flamenco
y rueda “La Carmen”, un gran homenaje al flamenco interpretada por Sara Lezana en el papel de Carmen y
con la participación de figuras como
Rafael de Córdova, Enrique el Cojo, Enrique Morente y música del maestro Manolo
Sanlúcar. Otra versión flamenca muy interesante de Carmen fue la que Saura nos
aportó en el año 1983, en colaboración con Antonio Gades, que se
basa en la novela, pero con el marco musical de la ópera, recreándose una doble
historia en el contexto de la coreografía flamenca de la obra, mezclándose la
ficción y la realidad alrededor de los protagonistas.
Hay también versiones musicales, que siguen
el libreto de la opera de Bizet, quizás la más interesante es “Carmen Jones” de
Otto Preminger en 1954, una curiosa adaptación de la ópera que está
protagonizada únicamente por actores negros y ambientada en los años de la
Segunda Guerra Mundial, convirtiendo la fábrica de tabaco en otra donde se
preparaban paracaídas para la guerra. Otras más puristas con respecto a la
opera son “La Tragédie de Carmen”, tres
películas de Peter Brook rodadas en 1984, en las que el director elimina el aspecto popular de la ópera y los personajes secundarios y
se centra exclusivamente en la dimensión trágica a través de una escena y con una
dimensión musical estilizada confiada sólo 16 intérpretes. En el 2005 se rodó “U-Carmen e-Khayelitsha” una sorprendente película sudafricana de Mark Dornford-May, que
está completamente en el idioma xhosa y combina la música original de la ópera con la música
tradicional africana.
“Carmen” por Francesco Rosi rodada en
1984 e interpretada por Plácido Domingo rodada en escenarios naturales en Ronda, Carmona y Sevilla. Y por último hasta el momento en 2011 por primera vez en
el mundo se lleva a la pantalla grande en 3D una ópera “Carmen 3D” dirigido por Julian Napier, grabada totalmente en tecnología 3D en el Royal Opera House.
Hay otras versiones cinematográficas como
"Carmen", de Cecil Lewis en 1931, “Carmen” de Jacques
Feyder en 1926 interpretada por Raquel Meyer, en 1943 “Carmen” versión cómica
argentina de
Luis Cesár Amadorie, en
1945 “Carmen” de Christian-Jaque, en
1978 “Carmen, la que contaba 16 años” de Roman Chalbaud, “Tamango”
de John Berry en 1958, una historia de esclavos,y “Carmen, Baby”
de Radley Metzger en 1967.
Seguramente hay otras versiones más que
no he logrado encontrar y probablemente sigamos viendo en las pantallas nuevas
versiones del mito de Carmen, ya que es una obra intemporal.
Estupendo trabajo como siempre Elena. Gracias por documentarnos tan bien.
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