Cuando
pensamos en Vivien Leigh inevitablemente nos viene a la mente la imagen de
Escarlata O´Hara, uno de los personajes femeninos más fuertes e independientes
de la cinematografía clásica. Vivien nunca pudo, ni quiso, a pesar de que su
gran pasión era el teatro, escaparse del mito cinematográfico de Escarlata.
Ambas eran unas mujeres tremendamente pasionales, sin muchos sentimientos
maternales, obstinadas y rebeldes. Una anécdota que ilustra está simbiosis es
que cuando puso a cada animal de su granja el nombre de un personaje de
"Lo que el viento se llevo", los usó todos menos el suyo, Escarlata.
Descubrió el personaje a los 23 años cuando guardando reposo tras un accidente de esquí, devoró la novelaza de más de mil páginas de Margaret Michell que había revolucionado Estados Unidos aquel verano de 1936. Cuando supo que al otro lado del Atlántico David O. Selznich buscaba un rostro que poner a la rica, rebelde y caprichosa Escarlata no lo dudo un momento y "cruzó el charco". Tan segura estaba de que el papel sería para ella que rechazo ponerse ponerse a las órdenes de Cecil B. de Mille en "Unión Pacific" y un contrato con la Paramount para cuatro películas sólo por estar disponible. No paró hasta conseguir una cita con este gran productor. Eligió a Myron Selnick, hermano del productor, como su representante. Éste la llevo al plató donde ya se estaba rodando el incendio de Atlanta y, según dicen, en evidente estado de ebriedad, le diría a David: ‘Te presento a Escarlata". Vivien hizo una audición y fue elegida entre un grupo de grandes estrellas entre las que estaban Lucille Ball, Carole Lombard (esposa de Clark Gable), Paulette Goddard, Jean Arthur, Joan Bennett, Bette Davis y Katherine Hepburn.
No
tenía pocas cosas en contra para triunfar con este papel: era una desconocida
en los Estados Unidos; los sureños en especial y los americanos en general
veían con muy malos ojos que una británica interpretará un personaje tan
emblemático para ellos; uno de su valedores, el director George Cukor, fue
rápidamente apartado del proyecto; y, por si todo esto hubiera sido poco, no
estableció una relación agradable y cómplice con su partener, Clark Gable
(circulan multitud de leyenda sobre su mala relación). Podemos señalar que para
contribuir a la publicidad del filme, se pidió al público que eligiera a su
favorita y Vivien Leigh tan sólo obtuvo un voto.
Sin
embargo, su inolvidable actuación como Scarlett O´Hara la catapultó a la fama
mundial y las unió para siempre. Vivien Leigh, la actriz, realizó otras muchas
actuaciones, incluso llegó a ganar otro óscar por "Un tranvía llamado
deseo" (1951) y un Tony por el musical "Tovarich" (1963). Escarlata, el personaje, permanece, desde 1939 en nuestro imaginario
cinematográfico con sus maravillosos ojos verdes, sus fantásticos
vestidos, sus grandes frases y, sobre todo, su fuerza.
Mª Carmen Santiago Rivas
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miércoles, 11 de marzo de 2015
Vivien Leigh Y Escarlata O´Hara; Escarlata O´Hara y Vivien Leigh
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