domingo, 8 de marzo de 2015

Fuerza Mayor, de Ruben Östlund




Título original: Turist. Dirección y guion: Ruben Östlund. Países: Suecia, Francia y Noruega. Año: 2014. Duración: 120 min. Género: Drama. Música: Ola Flottum. Fotografía: Fredrik Wenzel. Estreno en España: 27 Febrero 2015. Interpretación: Johannes Kuhnke (Tomas), Lisa Loven Kongsli (Ebba), Vincent Wettergren (Harry), Clara Wettergren (Vera), Kristofer Hivju (Mats), Brady Corbet (Brady). Producción: Philippe Bober, Erik Hemmendorff y Marie Kjellson.

Sinopsis:
Una familia va a esquiar a los Alpes. Almuerzan en un restaurante cuando se produce una avalancha y todo el mundo es presa del pánico. Ebba, la madre, llama a su esposo Tomas para que le ayude a proteger a sus hijos, pero Tomas ha huido para salvar su vida. La avalancha se detiene sin ocasionar daños; sin embargo, el universo familiar no volverá a ser el mismo. La actitud de Tomas ha despertado dudas y ahora busca desesperadamente la forma de recuperar su lugar como padre de familia.

Calificación: 9, Magnífica.

Fotograma de Fuerza Mayor
Comentarios:
Por fin se estrena en Sevilla la película ganadora del Giraldillo de Oro en el último certamen del Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF´14). En dicho Festival también consiguió el premio al Mejor Guión. La película también viene avalada por la nominación al Globo de Oro a Mejor Película de Habla No Inglesa.

Jordi Costa en Fotogramas ha dicho: El cuarto largometraje del sueco Ruben Östlund (un trabajo tan sorprendente y arriesgado que despierta curiosidad por sus trabajos precedentes) arranca con un fotógrafo dirigiendo las posiciones de una familia llegada a una estación de esquí: su empeño está en sugerir relaciones y transmisiones de afecto a través de la colocación y el contacto de los cuerpos en unas fotos turísticas. La escena no subraya nada, pero el metraje no tarda en demostrar su relevancia, porque Fuerza mayor habla, precisamente, de la muerte del afecto y de la fragilidad del entorno familiar cuando el azar actúa como feroz fuerza de desintegración.

El azar se encarna en una avalancha, que no es trágica, ni fatal, pero hace emerger un instinto de supervivencia que es, sin duda, la punta de un iceberg de desconexión y el gesto, desesperado y patético, de un patriarca falible y demolido. Östlund, que confiesa encontrar su inspiración en esa ronda impúdica que son los vídeos de YouTube, revela implacable capacidad de observación, riesgo en la construcción y en el tono (ese estallido de llanto tragicómico) y compromiso con la inabarcable complejidad de lo humano.

Trailer:


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