sábado, 24 de noviembre de 2018

The Guilty (Gustav Möller, 2018)


Título original: Den skyldige. Dirección: Gustav Möller. País: Dinamarca. Año: 2018. Duración: 85 min. Género: Thriller.
Carla Luffe (Montaje), Jaspers Panning (Fotografía), Gustav Möller, Emil Nygaard Albertsen (Guión), Lina Flint (Producción), Oskar Skriver (Sonido).
Premio al Mejor Guión en la Seminci 2018. Representante de Dinamarca en los Oscars 2019 en la categoría de Mejor Película de habla no inglesa. 
Estreno en Sevilla: 23 Noviembre 2018.

Reparto: Jakob Cedergren (Asgerholm), Jessica Dinnage (Iben), Johan Olsen (Michael), Omar Shargawi (Rashid).

Sinopsis:
Asger Holm, un exoficial de policía, ha sido suspendido de sus funciones y relegado a operador del servicio de emergencias. Durante su rutinario turno de noche, recibe la extraña llamada de una mujer aterrada. A pesar de su reacción de sorpresa, Asger se dará cuenta de que la mujer al otro lado del teléfono ha sido secuestrada, y es entonces cuando comenzará la búsqueda. Recluido en su mesa en la centralita de emergencias, Asgar tendrá que localizar y ayudar a la mujer en peligro con la ayuda de sus compañeros en todo el país. Conforme avanza el reloj y pasan los segundos, Asgar tendrá que enfrentarse no sólo a la precipitación de los acontecimientos relacionados con el crimen, sino también a sus propios demonios personales.

Fotograma de "The Guilty"

Comentarios:
Es lógico que esta película de Gustav Möller haya sido comparada con «Buried (Enterrado)», la obra maestra de Rodrigo Cortés. Ambas son el TAC de un «thriller» concentrado en un único lugar, en un primer plano constante y en unas conversaciones telefónicas que nutren, colorean y electrocutan una trama sorprendente. Hay más diferencias entre ellas, pero la más obvia es que la acción (trepidante) en «Buried» estaba ahí, dentro del ataúd, mientras que en «The guilty» la acción (convulsa, intensa) transcurre al otro lado del teléfono, es decir, toda ella fuera de campo. El rostro de un policía relegado al servicio de atender las llamadas de emergencia y que carga con algún peso en su conciencia (al día siguiente ha de presentarse en un juicio) del que apenas se ofrecen unas virutas al espectador… La llamada de una mujer aterrada que dice haber sido secuestrada por un hombre se apropia por completo del interés del policía y de la curiosidad del espectador.
Poca música, poca gestualidad en ese constante paisaje del primer plano, todo el peso de la trama, el suspense, la tensión, se vuelca hacia ese otro lugar que nunca vemos en la pantalla, pero que construimos con absoluta nitidez en nuestro interior mediante diálogos entrecortados, cambios de puntos de no vista (el policía amigo, la patrulla que busca, la niña que espera, la mujer raptada, el hombre…) y materiales diversos para ir recolocando las piezas de thriller: como si lo hubiéramos comprado en Ikea y ahora lo ensamblamos en casa. (Oti Rodríguez Marchante)
Recomendada.

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