domingo, 8 de mayo de 2011

No lo llames amor... llámalo X (Oriol Capel, 2011)


 

Título original: No lo llames amor... llámalo X. Dirección: Oriol Capel. País: España. Año: 2011. Duración: 97 min. Género: Comedia.

Guión: Oriol Capel, David S. Olivas, Antonio Sánchez, Nacho G. Velilla. Música: Juanjo Javierre. Fotografía: Juan Carlos Gómez. Montaje: Ángel Hernández Zoido. Diseño de producción: Alain Bainée. Vestuario: Edgar Molinos. Producción: Mercedes Gamero, Nacho G. Velilla.

Fecha del estreno: 6 Mayo 2011 (España).

 

Reparto: Mariano Peña (Pepe Fons), Adriana Ozores (María), Paco León (Fermín Macho), Javier Gutiérrez (Joserra), Kira Miró (Saray de la Isla), Julián López (Lino), Javier Mora (Rafa), Ana Polvorosa (Lourdes), Eduardo Gómez (Elorza), Sophie Evans (Tatiana).

 

Sinopsis:

Tras casi 20 años de sequía creativa, el director de cine porno Pepe Fons decide rodar una última película que será la mayor producción española de cine porno de la historia: "El Alzamiento Nacional". Pepe pretende que la Guerra Civil (1936-1939) tenga una película X que le haga justicia. Lo que no se imagina ni siquiera remotamente es que en ese ambiente, que es la antítesis del romanticismo, vivirá las tres historias de amor más hermosas que haya conocido.

 

Comentarios:

Una prueba de la (triste) verdad de la tesis en la que se basa No lo llames amor... llámalo X la tenemos en la web del diario Marca. Más allá de los encontronazos entre Madrid y Barça, una de las páginas más visitadas del día siempre es la de la tía en pelotas. Las dos Españas, futboleras o ideológicas, se ponen de acuerdo en las ganas de sexo. Oriol Capel, procedente de la cantera de Aída, ha apostado fuerte por la tesis y es capaz de insertarla nada menos que en la Guerra Civil, rodeándola a su vez de cine dentro del cine con la realización de una cinta porno ambientada en la contienda.

Lo más sorprendente de No lo llames amor... es que el riesgo de poner una orgía en la Batalla del Ebro o un alivio de tensiones en pleno asedio del Alcázar funciona con mediana eficacia, apelando a una sana incorrección política. Sin embargo, el problema de Capel es el aliño dramático, que incluye a personajes con cáncer terminal y hasta el hundimiento mental de una mujer que perdió a su hijo por malformaciones en el feto. Así, estas imposturas emotivas, aisladas pues nunca se congela la sonrisa, son manchas de aceite en un, de todos modos, mar de comicidad lejos de cualquier brillantez. (Javier Ocaña)

No Recomendada.



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