lunes, 12 de marzo de 2018

¿Qué fue de Baby Jane? / Feud: Bette and Joan



Título: ¿Qué fue de Baby Jane? Título original: What ever happened to Baby Jane? Dirección: Robert Aldrich. País: Estados Unidos. Año: 1962. Duración: 134 minutos. Guión: Lukas Heller, basado en la novela de Henry Farrell. Producción: Robert Aldrich. Música: Frank de Vol. Fotografía: Ernest Heller. Montaje: Michael Luciano.

Intérpretes: Bette Davis (Baby Jane Hudson), Joan Crawford (Blanche Hudson), Victor Buono (Edwin Flagg), Maidie Norman (Elvira Stitt), Anna Lee (Mrs. Bates), Barbara Merrill (Liza Bates), Marjorie Bennett (Dehlia Flagg), Julie Allred (Baby Jane niña), Gina Gillespie (Blanche niña), Anne Barton (Cora Hudson), David Willock (Ray Hudson).


Vamos hoy a recordar una gran película que reunió a dos actrices cuando ambas estaban en la cuesta abajo de sus carreras. Se trata de ¿Qué fue de Baby Jane? (Robert Aldrich, 1962), con Joan Crawford y Bette Davis en los dos papeles protagonistas.

La película cuenta con méritos propios para que sea digna de análisis, pero si no los tuviera, hay abundantes dosis de ingredientes extracinematográficos que también alimentan la curiosidad de los mortales, para qué engañarnos. En torno a la rivalidad de las actrices antes, durante y después del rodaje, se articula la primera temporada de la miniserie Feud: Bette and Joan, creada por Ryan Murphy para FX.


Comencemos hablando de la película. El guión, con un final redondo, es excelente y su desarrollo está llevado con buena mano. Apenas tres breves secuencias nos ponen en antecedentes del presente: en la infancia triunfa Baby Jane y la madre insta a su otra hija, Blanche, a que cuide de su hermana si fuese necesario; en la juventud cambian las tornas y Blanche intenta ayudar a Jane como prometió. Los dos dibujos de las personalidades y roles están ya hechos: Jane, caprichosa e irascible, Blanche, protectora por deber. Entonces tiene lugar un accidente que presenciamos fragmentado a través de diversos planos detalle que, a continuación, ilustran los títulos de crédito. 

Julie Allred, Gina Gillespie, Anne Barton y David Willock

Se trata de una historia de odio gestado desde la infancia, alimentado por las frustraciones y llevado al extremo por el imperativo de una relación tóxica de dependencia que degenera en locura.

La película avanza con ritmo ágil, la tortura psicológica se vuelve protagonista y el cinismo adereza los diálogos. Ese hay ratas en el sótano, queda resonando en el espectador mientras imágenes potentes se suceden enlazadas en un buen montaje: rostro de espanto e incredulidad de Blanche, plano detalle del hecho en cuestión, plano de Jane en su habitación riéndose grotescamente, plano general con la cámara desde debajo de la mesa, para terminar con plano cenital de ella girando en la silla de ruedas, de modo que subraye su indefensión.



Robert Aldrich domina cámara y montaje para que estén al servicio de lo que nos quiere transmitir. La iluminación está muy bien utilizada, proporcionando penumbra y misterio en algunas secuencias o dando crudeza y patetismo en otras (como la de Jane ante el espejo cantando su éxito de la infancia, I’ve written a letter to daddy). También destaca la dirección artística en general: obtuvo el Oscar a Mejor Vestuario en Blanco y Negro (Norma Kotch).

Con todo esto hay elementos suficientes para levantar una buena película, pero se podría venir abajo fácilmente si las protagonistas no estuvieran a la altura. No, no es el caso. Las dos dan un recital interpretativo: Joan Crawford débil, asustada, vencida; Bette Davis, alcoholizada, histriónica, aterradora.


A pesar de ser un éxito de público y crítica, la película no conllevó el relanzamiento de la carrera de las dos actrices. El negocio es el negocio y a la hora de apostar por proyectos no pesaba tanto la calidad (tampoco ahora, diría yo) como la rentabilidad económica y el atractivo sexual de sus estrellas.

Lo que sí triunfó fue el género. La película sirvió para inaugurar el subgénero del “Grand Dame Guignol” (aunque ya con un antecedente claro en El crepúsculo de los dioses, Billy Wilder, 1950). Se engloban aquí películas de terror en la que las protagonistas eran viejas glorias femeninas con un presente de desequilibrio mental.

Bette estuvo nominada al Oscar a mejor actriz principal, aunque no lo ganó. Otras nominaciones de la película que no obtuvieron galardón fueron al mejor actor de reparto (Victor Buono, debutante que se convertiría en uno de los mejores amigos de Bette), al mejor sonido y a la mejor fotografía en blanco y negro.

Joan Crawford y Maximilian Schell

Lo curioso es que la que apareció ese año en las fotos, triunfante con una estatuilla en las manos, fue Joan Crawford, maravillosamente vestida por Edith Head. Y eso que no estaba nominada. Fue un punto sin retorno en la enemistad de las dos actrices que nos desgrana Feud: Bette and Joan



Título original: Feud: Bette and Joan. Creador: Ryan Murphy. Dirección: Ryan Murphy, Gwyneth Horder-Payton, Helen Hunt, Liza Johnson, Tim Minear. País: Estados Unidos. Año: 2017. Duración: 480 minutos en 8 episodios. Guión: Ryan Murphy, Tim Minear, Gina Welch, Jaffe Cohen, Michael Zam. Producción: Jaffe Cohen y Michael Zam. Música: Mac Quayle. Fotografía: Nelson Cragg. 

Intérpretes: Susan Sarandon (Bette Davis), Jessica Lange (Joan Crawford), Alfred Molina (Robert Aldrich), Judy Davis (Hedda Hopper), Stanley Tucci (Jack Warner), Jackie Hoffman (Mamacita), Alice Wright (Pauline Jameson), Catherine Zeta-Jones (Olivia de Havilland), Dominic Burgess (Victor Buono), Kathy Bates (Joan Blondell), Kiernan Shipka (B.D. Merrill).



Rivales en distintos estudios en un primer momento, más tarde serían competencia directa dentro de la Warner. No es mi intención detallar el rico anecdotario de la complicada relación entre ellas, sus escabrosas biografías, sus frustraciones como madre, ni los avatares del rodaje. Para eso recomiendo ver la serie. Pero sí voy a subrayar algunos aspectos que me han parecido interesantes.

En primer lugar, aplaudir los títulos de crédito de Kyle Cooper. En claro homenaje al estilo de siluetas negras recortadas que reprodujo Saul Bass, por ejemplo en Anatomía de un asesinato (Otto Preminger, 1959), añade modernidad con el elemento narrativo que también apareció en los créditos de Kuntzel y Deygas en Atrápame si puedes (Steven Spielberg, 2002).


Los créditos de Feud desmenuzan la película de ¿Qué fue de Baby Jane? y, a la vez, ofrecen una lectura clara: las actrices son meras marionetas de la industria que fomenta la rivalidad entre ellas para obtener una publicidad gratuita en un evidente contexto machista. Jack Warner espeta en determinado momento: “¿le darías un papel a dos mujeres con las que no te acostarías?

En esta línea, se plantea la corta vida laboral de las actrices y su dificultad para encontrar buenos papeles protagonistas al llegar a cierta edad, reivindicación de plena actualidad.

Si buenas fueron las interpretaciones de Bette Davis y Joan Crawford, no se quedan atrás las de Susan Sarandon y Jessica Lange. Ambas están espléndidas representando esta lucha de egos de afilada dialéctica. La serie parece una extensión de ¿Qué fue de Baby Jane? realizando un interesante juego de espejos en que realidad y distintos niveles de ficción convergen.


En cuanto al alegato feminista que supone la serie desde la crítica, destaca el papel de Pauline Jameson. Es la actriz Alice Wright la que interpreta a la asistente de Robert Aldrich. Investigo para descubrir algo más de este personaje de comentarios modernos e incisivos pero los resultados desilusionan: es el único personaje ficticio creado para dar voz a las mujeres de la industria que fueron relegadas a papeles menores y que podrían haber brillado con luz propia. Eso sí, se inspira en parte en Geraldine Hersey, secretaria real de Aldrich que tenía buen olfato a la hora de elegir guiones.

Alice Wright como Pauline Jameson

Sería injusto no nombrar al menos a otros cuatro secundarios de lujo: Alfred Molina, como un Robert Aldrich que tiene que hacer malabares para que la cuerda se tense sin romperse, Stanley Tucci como Jack Warner, presidente de la Warner Bros, Jackie Hoffman como Mamacita, la mano derecha de Crawford, y la magistral Judy Davis en un papel muy alejado de la Adela de Pasaje a la India (David Lean, 1984): encarna a Hedda Hopper, el baluarte de la moralidad según ella, veneno para otras mujeres señala Bette Davis/Susan Sarandon, veneno a secas, diría yo.

Judy Davis y Hedda Hopper
Estos cuatro secundarios así como las dos actrices principales, estuvieron nominados en la pasada edición de los Emmys (17 de septiembre de 2017), compitiendo entre sí por parejas en la misma categoría. Y no eran las únicas nominaciones que había conseguido. Aun así solo consiguió dos premios de los denominados menores (Mejor Maquillaje y Mejor Peluquería, aunque destaca también el vestuario y la ambientación), cosas de coincidir con Big Little Eyes, otra buenísima miniserie que también recomiendo. 

Feud tiene muchos momentos memorables. Me quedo con dos. El primero, comienza con el plano secuencia siguiendo a Joan Crawford/Jessica Lange entre bastidores desde que entrega el Oscar a David Lean por Lawrence de Arabia hasta que llega el momento cumbre del premio a mejor actriz. Máxima tensión de Bette/Susan ansiando tener que salir a recoger su tercer Oscar y hacer historia.


El segundo pertenece al octavo y último episodio titulado ¿Quieres decir que todo este tiempo pudimos ser amigas?, frase amarga de ¿Qué fue de Baby Jane? Es conmovedor el montaje que se hace con la voz en off de Jessica Lange dando consejos de distinción que se incluirán en el libro Joan Crawford, my way of life (1971), contrastando vivamente con las imágenes del penoso rodaje de Trog (Freddie Francis, 1970), última película de Joan Crawford tras la que decide despedirse del cine. De fondo, la canción The end, del grupo The Doors. 

La primera temporada de Feud no defrauda en ningún momento. Imprescindible para descubrir las soledades y carencias de Bette Davis y Joan Crawford, hay que acudir a ¿Qué fue de Baby Jane? para disfrutar de su grandeza como actrices.





2 comentarios:

  1. Estupenda entrada. Gran película y si la serie esta a su altura disfrutaremos de otras dos grandes actrices. Tus opiniones siempre son muy acertadas. Ana

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tus palabras, Ana. Creo que te gustaría la serie.

    ResponderEliminar