Este año 2017 se celebra el bicentenario de la muerte de
Jane Austen (1775-1817). Esta gran novelista británica que vivió durante el
periodo histórico de la regencia tiene una corta obra literaria, apenas 8
novelas y varias pequeñas obras de juventud, pero 6 de sus novelas están
consideradas de las mejores de la literatura inglesa.

Austen actualmente se ha convertido en un fenómeno de masas,
y este relanzamiento de su obra ha sido fundamentalmente debido a las adaptaciones
para cine y para televisión de sus novelas, siendo esto especialmente cierto en
el mundo de habla hispana, pues ha sido difícil conseguir ediciones en
castellano de su obra y gracias al ‘boom’ de adaptaciones realizadas a mediados
de la década de los 90 su obra comenzó a difundirse y reconocerse más. En 1940 el éxito de una película basada en Orgullo y Prejuicio, que fue
lanzada en España como Más fuerte que el orgullo,
hizo que se recuperasen en nuestro país varias de las novelas de la escritora,
aprovechando el tirón cinematográfico, pero fue en los años 90 cuando comenzó
la austenmanía tal y como hoy la
conocemos, ya que alrededor de las
versiones fundamentalmente del cine se ha creado un verdadero mercado de
publicaciones y “merchandising”,
viajes con rutas austenianas y sociedades de seguidores de la autora en todos
los países, que organizan actividades alrededor de la obra escrita y adaptada
de la autora.


Sentido y Sensibilidad es de las primeras cintas que favorecieron ese gran
lanzamiento de Jane Austen y colaboro en popularizar su obra. Esta es su
primera novela llamada inicialmente Elinor
y Marianne publicada en 1811 y en ella podemos apreciar ya las claves de su obra:
la mujer como protagonista y su papel en la sociedad, el detenimiento en las
pequeñas cosas de la vida cotidiana, unos personajes
que enriquecen sus obras y que son totalmente asimilables a nuestra vida actual: padres egoístas, madres chismosas,
ricos orgullosos, clérigos poco caritativos, etc., la descripción de su
ambiente social, la burguesía territorial inglesa o la nobleza más baja e
insignificante (la llamada gentry) todo ello escrito con una cuidada prosa, en tercera
persona y con una ironía presente en todas sus obras.
Ang Lee realizo una maravillosa
adaptación de la novela, nos ha presentado de forma delicada y fiel la
historia de una familia británica que al perder al padre se convierte en un
pequeño mundo femenino, la madre y las hermanas Dashwood, que ha perdido
el patrimonio familiar y por ello se ven obligadas
a abandonar las comodidades y adaptarse a una situación económica bastante más
humilde. Asistiremos a todo tipo de situaciones sociales, desde la convivencia
cotidiana en el hogar, invitaciones de vecinos, meriendas campestres, paseos,
bailes…desarrolladas tanto en el pequeño mundo provinciano como en el
sofisticado ambiente de la ciudad. Todo ello permite vivir el proceso de
enamoramiento de las dos hermanas mayores, Elinor discreta pero profundamente
enamorada de uno de los cuñados de su hermanastro (La Sensatez o el Sentido) y Marianne,
apasionada y expresiva al máximo, enamorada de un joven tan lanzado y alocado como ella
(La Sensibilidad).
Los diálogos en la forma corresponden a su época, pero en el fondo tratan los temas más importantes
en las relaciones humanas: amor, respeto, amistad, familia. El guion
escrito por Emma Thompson, una gran admiradora de Jane Austen, adapta muy bien
la obra original, ha sabido dar algunos matices nuevos y reducir lo necesario
para que la historia se vea actualizada. Ang Lee ha conseguido que no sea solo
una película de época, pues es moderna, incluso tras los años transcurridos, con unos personajes
vivos, actuales, con los que el espectador se puede identificar y a pesar de estar
contada de forma lenta, te mantiene atenta hasta el final.

Han pasado mas de 20 años ya
desde el estreno de esta película, pero a pesar del tiempo transcurrido la obra
no ha envejecido, mantiene su interés, su belleza y sigue siendo completamente
recomendable.
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