lunes, 19 de junio de 2017

Jaen Austen: "Sentido y Sensibilidad". Una modernidad de 200 años

Este año 2017 se celebra el bicentenario de la muerte de Jane Austen (1775-1817). Esta gran novelista británica que vivió durante el periodo histórico de la regencia tiene una corta obra literaria, apenas 8 novelas y varias pequeñas obras de juventud, pero 6 de sus novelas están consideradas de las mejores de la literatura inglesa.
                    


Austen actualmente se ha convertido en un fenómeno de masas, y este relanzamiento de su obra ha sido fundamentalmente debido a las adaptaciones para cine y para televisión de sus novelas, siendo esto especialmente cierto en el mundo de habla hispana, pues ha sido difícil conseguir ediciones en castellano de su obra y gracias al ‘boom’ de adaptaciones realizadas a mediados de la década de los 90 su obra comenzó a difundirse y reconocerse más.  En 1940 el éxito de una película basada en Orgullo y Prejuicio, que fue lanzada en España como Más fuerte que el orgullo, hizo que se recuperasen en nuestro país varias de las novelas de la escritora, aprovechando el tirón cinematográfico, pero fue en los años 90 cuando comenzó la austenmanía tal y como hoy la conocemos, ya que alrededor de las versiones fundamentalmente del cine se ha creado un verdadero mercado de publicaciones y “merchandising”, viajes con rutas austenianas y sociedades de seguidores de la autora en todos los países, que organizan actividades alrededor de la obra escrita y adaptada de la autora.
 

El mayor salto ocurrió en 1995, con la película Sentido y Sensibilidad” de Ang Lee, que obtuvo numerosos premios y reconocimientos, incluyendo el Óscar por mejor guion adaptado para Emma Thompson y otras 6 nominaciones más. En ese mismo año la BBC estrenó una miniserie de 6 episodios de Orgullo y prejuicio, considerada hasta la actualidad la mejor adaptación de la obra de Austen. A ellas siguieron otras adaptaciones de las demás novelas, de 1995 a 1999, dos versiones de época y una moderna de Emma y una versión de Mansfield Park, que no fue muy exitosa e hizo pensar que el interés del público por la obra de Austen había terminado. Más de una década transcurrió desde el primer ‘boom’, hasta que surgió una nueva oleada de adaptaciones, encabezada por la versión de 2005 de “Orgullo y Prejuicio, que fue bastante bien recibida por la crítica cinematográfica y con nominaciones a los Óscar. A ella se sumaron 3 nuevas cintas para televisión  en el 2007, dos miniseries BBC -una en el 2008 y otra en 2009-, y dos películas biográficas, una muy ficticia para cine y otra más realista de televisión. Este segundo ‘boom’, que continua en la actualidad, ya que en 2016 se ha estrenado “Amor y Amistad” una adaptación de la novela Lady Susan, ha hecho que nuevas generaciones conozcan y se interesen en la obra de la escritora y su obra se mantenga de tremenda actualidad interesando a público de todas las edades. Sus obras siguen adaptándose a formatos más modernos y hay versiones de Orgullo y Prejuicio, Sentido y Sensibilidad, Emma y Persuasión en formato de videoblog.


Sentido y Sensibilidad es de las primeras cintas que favorecieron ese gran lanzamiento de Jane Austen y colaboro en popularizar su obra. Esta es su primera novela llamada inicialmente Elinor y Marianne publicada en 1811 y en ella podemos apreciar ya las claves de su obra: la mujer como protagonista y su papel en la sociedad, el detenimiento en las pequeñas cosas de la vida cotidiana, unos personajes que enriquecen sus obras y que son totalmente asimilables a nuestra vida actual: padres egoístas, madres chismosas, ricos orgullosos, clérigos poco caritativos, etc., la descripción de su ambiente social, la burguesía territorial inglesa o la nobleza más baja e insignificante (la llamada gentry) todo ello escrito con una cuidada prosa, en tercera persona y con una ironía presente en todas sus obras.

Ang Lee realizo una maravillosa adaptación de la novela, nos ha presentado de forma delicada y fiel la historia de una familia británica que al perder al padre se convierte en un pequeño mundo femenino, la madre y las hermanas Dashwood, que ha perdido el patrimonio familiar y por ello se ven obligadas a abandonar las comodidades y adaptarse a una situación económica bastante más humilde. Asistiremos a todo tipo de situaciones sociales, desde la convivencia cotidiana en el hogar, invitaciones de vecinos, meriendas campestres, paseos, bailes…desarrolladas tanto en el pequeño mundo provinciano como en el sofisticado ambiente de la ciudad. Todo ello permite vivir el proceso de enamoramiento de las dos hermanas mayores, Elinor discreta pero profundamente enamorada de uno de los cuñados de su hermanastro (La Sensatez o el Sentido) y Marianne, apasionada y expresiva al máximo, enamorada de un joven tan lanzado y alocado como ella (La Sensibilidad). 

Los diálogos en la forma corresponden a su época, pero en el fondo tratan los temas más importantes en las relaciones humanas: amor, respeto, amistad, familia. El guion escrito por Emma Thompson, una gran admiradora de Jane Austen, adapta muy bien la obra original, ha sabido dar algunos matices nuevos y reducir lo necesario para que la historia se vea actualizada. Ang Lee ha conseguido que no sea solo una película de época, pues es moderna, incluso tras los años transcurridos, con unos personajes vivos, actuales, con los que el espectador se puede identificar y a pesar de estar contada de forma lenta, te mantiene atenta hasta el final.

A nivel visual se caracteriza por una cuidadísima estética en la elección de los encuadres,  una puesta en escena sobria y elegante, evitando subrayados innecesarios, contando la historia desde la distancia, por eso nos proporciona unas imágenes de exteriores y de interiores de gran belleza. Abundan los planos generales pausados y las panorámicas, destacando la fotografía de Michael Coulter, y la interpretación de los actores, todos ellos actores británicos de primera fila, pero destaca fundamentalmente Emma Thompson y Kate Winslet y el propio Alan Rickman. La ambientación y el vestuario están cuidados al detalle, la música de Patrick Doyle es preciosa, siempre situada en un plano por debajo de la historia, el director la utiliza para realzar momentos estelares, elegida con mucho acierto. Y a pesar de ser un drama con momentos de tensión casi hasta el final, el sentido del humor británico nos hará sonreír algunas veces.  



Han pasado mas de 20 años ya desde el estreno de esta película, pero a pesar del tiempo transcurrido la obra no ha envejecido, mantiene su interés, su belleza y sigue siendo completamente recomendable.



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