Título
original: La ignorancia de la sangre. Dirección: Manuel Gómez Pereira. País: España. Año: 2014. Duración: 109
min. Género: Drama, Thriller.
Guión: Nicolás Saad (basado en
una novela de Robert Wilson). Música: Federico Jusid. Fotografía: Aitor Mantxola. Montaje: José Salcedo. Dirección
artística: Edou Hydallgo. Vestuario: Laura Agustín. Producción:
Gerardo Herrero.
Sección Oficial del
Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF 2014).
Fecha del estreno: 14 Noviembre 2014 (España).
Reparto:
Juan Diego Botto, Paz Vega, Alberto San
Juan, Cuca Escribano, Francesc Garrido, Pilar Mayo, Khaled Kouka, Ken
Appledorn, Hamza Zaidi, Marco Corrientes, Laura Ramos, Said El Mouden, Kiko
Castro, Vladimir Cruz.
Sinopsis:
Narra la historia de
Javier Falcón, jefe de Homicidios de Sevilla, que debe resolver dos asuntos
distintos en poco tiempo. Por un lado, las complejas consecuencias de un caso
de espionaje en el que está involucrado personalmente: un viejo amigo suyo se
infiltró en un comando terrorista islámico y ahora el comando pretende reclutar
a su hijo adolescente para la causa. Por otro lado, Falcón se enfrenta al
secuestro de un niño por cuya liberación la mafia rusa, a la que está
investigando, le exige que pague un precio demasiado alto.
Comentarios:
En un hermosísimo
capítulo del imprescindible Sombras de un sueño. Diario de rodaje de ‘Las
damas del Bois de Boulogne’, Paul Guth visita el rodaje de una secuencia en
exteriores del clásico de Robert Bresson. Son los días inmediatamente
posteriores a la liberación y el escritor cae en la cuenta de que el mundo
sofisticado que recrea la película pertenece al pasado: “Lejos ya de ese mundo
de antes de la guerra que la luz de un proyector había resucitado, floto entre
tinieblas”. La ignorancia de la sangre, última película de Manuel Gómez
Pereira, con producción de Gerardo Herrero, adaptación del cuarto best-seller
del británico Robert Wilson protagonizado por el inspector Javier Falcón, puede
proporcionar al espectador la versión degradada de esa sensación que
experimentó Paul Guth, porque lo que aquí se convoca es una realidad —y un
modelo cinematográfico— fuera del tiempo: un cine español previo a la crisis, capaz
de sacar pecho en el diseño de producción, de esculpirse a imagen y semejanza
de modelos foráneos —el thriller de acción— y de describir el país como una
sucursal tan buena como cualquier otra de la sensibilidad global de la
literatura de aeropuerto.
La Sevilla de La
ignorancia de la sangre parece emanar del sueño triunfal de la Expo 92 y
tanto el yihadismo como las mafias rusas aparecen como toxinas extirpables en
un cuerpo social saludable, vigilado una policía hipertecnificada. Quizá pueda
resultar gratificante comprobar cómo un planteamiento tan anacrónico y
ejecutado tan de espaldas a la realidad fracasa minuto a minuto, pero no
resulta en absoluto agradable ver cómo buenos actores como Juan Diego Botto,
Alberto San Juan y Francesc Garrido se ven condenados a pronunciar frases
cliché. La secuencia erótica previa al clímax es de traca. La película,
también. (Jordi Costa)
No Recomendada.