8 películas se estrenan
el 7 de septiembre de 2018 en la cartelera cinematográfica de Sevilla. Cuatro
son producciones españolas, dos estadounidenses, una británica y una japonesa. Esta
semana estamos de enhorabuena, ya que todas las películas programadas para
estrenarse en España han aterrizado en nuestra ciudad. Veamos que podemos
recomendar.
Carmen y Lola. (España, 2018). Dir. Arantxa
Echevarria.
Drama romántico sobre lesbianas gitanas, coun reparto
compuesto por Moreno Borja, Carolina Yuste, Rosy Rodríguez, Zaira Morales y
Rafaela León.
La música corre a cargo de Nina Aranda.
Ópera prima de Arantxa Echevarria.
Carmen es una adolescente gitana que vive en el
extrarradio de Madrid. Como cualquier otra gitana, está destinada a vivir una
vida que se repite generación tras generación: casarse y criar a tantos niños
como sea posible. Pero un día conoce a Lola, una gitana poco común que sueña
con ir a la universidad, dibuja graffitis de pájaros y es diferente. Carmen
desarrolla rápidamente una complicidad con Lola, y ambas tratarán de llevar
hacia delante su romance, a pesar de los inconvenientes y discriminaciones
sociales a las que tienen que verse sometidas por su familia.
No hay lagunas de principiante en la película ni
pretensiones vacuas. Su costumbrismo es del bueno, posee frescura, sensualidad
y capacidad para emocionarte.
La cinta se ocupa de la más prohibida de las pasiones y,
sin embargo, todo resulta obvio y hasta necesario. Es mito, es provocación y es
sueño. Recomendada.
Las distancias. (España, 2018). Dir.
Elena Trapé.
Premio a la Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor
Actriz en el Festival de Cine Español de Malága.
Película que bascula entre el drama y la comedia, tocando
sobremanera el tema de la amistad, interpretada por Alexandra Jiménez, Miki
Esparbé, Isak Férriz, Bruno Sevilla y María Ribera.
Segundo largometraje de la directora Elena Trapé (Blog,
2010).
En “Las distancias”, un grupo de antiguos compañeros de
universidad visita, por sorpresa, al amigo que fijó su residencia en la ciudad
alemana. El motivo aparente es la celebración del cumpleaños del anfitrión a la
fuerza, aunque cada uno de los visitantes carga con sus propias expectativas,
que la mirada de Trapé irá revelando sin necesidad de verbalizar demasiado,
dejando que su cámara no pase por alto ni un gesto, ni un silencio revelador.
La inesperada fuga del homenajeado hará que la carga de tensiones del frustrado
reencuentro vaya minando una cohesión grupal que quizá haya sido siempre
ilusoria.
Un muy interesante retrato generacional. Unos personajes
con los que es inevitable empatizar (y muy bien interpretados) y unos diálogos
vivos llenan de verdad una película real y triste como la vida misma. Recomendada.
Mary y la flor de la bruja. (Japón, 2017).
Dir. Hiromasa Yonebayashi.
Película de animación japonesa nominada al Mejor Guión y
al Mejor Diseño de Producción en los Premios Annie 2018.
El guión corre a cargo de Riko Sakaguchi, basándose en
una historia de Mary Stewart.
El tercer largometraje del realizador Hiromasa
Yonebayashi (Arrietty y el mundo de los diminutos, 2010 y El recuerdo de Marnie,
2014).
Con abundantes ecos de “El viaje de Chihiro” (2001), “Mi
vecino Totoro” y, muy en especial, “Nicky, la aprendiz de bruja” (1989), la
nueva película de Yonebayashi detalla el viaje de su protagonista a un universo
mágico donde descubrirá algo sobre su propio origen. El cineasta logra que
impresione tanto lo excesivamente prodigioso (la forma acuática de la directora
de la universidad de magos) como lo acusadamente frágil (la expresividad del
gato coprotagonista, las escenas cotidianas en el hogar familiar).
Podemos afirmar que estamos ante una versión simplificada
de los mejores trabajos de los maestros Hayao Miyazaki e Isao Takahata, con un
resultado encantador y, ocasionalmente, hasta cautivador. No le hace falta más.
Recomendada.
Cuando los ángeles duermen. (España,
2018). Dir. Gonzalo Bendala.
Thriller andaluz interpretado Julián Villagrán, Marián
Álvarez, Ester Expósito y Marisol Membrillo
Segunda película del realizador sevillano Gonzalo Bendala
(Asesinos inocentes, 2015).
El score está compuesto por Pablo Cervantes.
Germán, un honrado padre de familia, ve cómo todo su
mundo se tambalea la noche en que, conduciendo de regreso a casa, atropella
accidentalmente a dos chicas adolescentes. A partir de ese momento, Germán
tendrá que hacer todo cuanto esté en su mano para evitar que su vida quede
destrozada para siempre.
Bendala presenta a un protagonista pusilánime, pero quizá
no tanto como para cometer tan larga lista de estupideces, y no saber resolver
ni una sola de las circunstancias adversas que le llevan a un infierno nocturno
relacionado con un crimen. Y aunque sea cierto que hay autores que apoyan esas
contingencias en ciertos estudios sobre el azar, no es el caso. Y aunque
también sea evidente que hay y ha habido autores cuyas intrigas se desvían a
propósito del naturalismo (Hitchcock como exponente máximo), tampoco es este el
caso.
Bendala muestra un aceptable manejo de la tensión, el
relato se diversifica bien en varias acciones, y todos los intérpretes, con Julián
Villagrán como protagonista, hacen un buen trabajo. Pero la parte final de la
historia parece otra película, aún más inaudita, y, lo peor, a esas alturas
puede que el espectador haya tirado ya la toalla ante la indolencia del
personaje y el ilusionismo del guion para ir atando cabos. Recomendada (con reservas).
Un océano entre nosotros. (Reino
Unido, 2018). Dir. James Marsh.
Película de aventuras, biográfica, ambientada en los años
60.
Interpretada por Colin Firth, Rachel Weisz, David
Thewlis, Jonathan Bailey y Adrian Schiller.
El score está compuesto por Jóhann Jóhannsson.
Nueva película del director de “La teoría del todo”
(2014) y del documental “Man on wire” (2008),
El caso real de Donald Crowhurst, marino aficionado e
inventor, que en el otoño de 1968 inició una carrera a bordo de su trimarán en
pos de la vuelta al mundo en solitario más rápida de la navegación, ya había
dado pie a una crónica de investigación periodística, publicada en 2016, y
ahora a una película. Sus títulos, The strange last voyage of Donald Crowhurst
y The mercy, respectivamente, no pueden ser más distintos en tonos y objetivos.
Y, sin embargo, cuánto sentido tienen ambos, pues la extrañeza y la piedad son
los sentimientos que inspiran su odisea, y los que están en la base de la misma
historia.
La película arranca bien, incluso muy bien, con un espléndido
Colin Firth en la piel de este ambicioso inventor, pero el naufragio narrativo
se desencadena apenas el personaje se hace a la mar.
Si no fuera por la convicción de Colin Firth y Rachel
Weisz, esta película sobre una conquista imposible basada en hechos reales no
tendría mucho sentido. No Recomendada.
La monja. (USA, 2018). Dir. Corin
Hardy.
Película de terror, spin-off de “Expediente Warren: El
caso Enfield” (2016).
Interpretada por Taissa Farmiga, Demian Bichir, Bonnie
Aarons, Charlotte Hope e Ingrid Bisu.
Un convento rumano levantado sobre una puerta avernal es
el enclave elegido para la auténtica montaña rusa de sustos que propone esta
atracción, cuya vagoneta principal está ocupada por una joven novicia (Taissa
Farmiga) y por un tópico de reciente cuño, el exorcista con niño muerto dentro
de su carga de culpa que actúa como una suerte de rudo agente especializado del
Vaticano (Demián Bichir).
Corin Hardy, director reclutado con tan solo una ópera
prima a sus espaldas (The Hallow, 2015) parece haber dado con unas escasas
secuencias eficaces –el suicidio inicial, el repiqueteo de campanillas en el
cementerio- por azar, porque su manera de afrontar esta película parece seguir
un único norte: disparar sustos elementales como cañonazos. No Recomendada.
I love dogs. (USA, 2018). Dir. Ken
Marino.
Comedia romántica interpretada por Nina Dobrev, Vanessa
Hudgens, Adam Pally, Eva Longoria, Rob Corddry.
Relato coral de vidas cruzadas con apariencia de cine
familiar y estructura de comedia romántica de escuadra y cartabón, “I Love Dogs”
está mejor escrita en sus partes dialogadas, casi siempre ocurrentes, que en
las situaciones en sí mismas, un tanto desiguales en cuanto a su efectividad,
tanto para la emoción como para el humor. Sin embargo, en lo que acaba
destacando la película es en el trabajo de puesta en escena de Marino, habitual
actor, y bregado en la realización televisiva (Super Fun Night, la serie de
Rebel Wilson), ya sea en planos largos o cortos, con la cámara en el lugar
justo para que las dudosas situaciones humorísticas sean más expresivas sin que
apenas se note.
No obstante, los perros pueden hacer mucho, pero no
pueden salvar a esta historia tan aséptica. No Recomendada.
El pomo azul. (España, 2018). Dir. Montse
Bodas y Raquel Troyano.
Comedia negra interpretada por Aurora González, Ricardo
Lacámara, Selica Torcal y Anzony Blanco.
De parecido razonable a los televisivos Pepa y Avelino
–lástima por Marisa Porcel–, pero bien avenidos, la pareja de ancianos que
regala su casa para “irse a la playa”, y la chica con novio (Aurora González,
la menos descalabrada en el lance) dispuesta a cualquier cosa para conseguirlo,
curita de por medio, pudiera haber servido de anécdota para una pieza
simpática, independientemente del formato. Convertida por Montse Bodas y Raquel
Gómez Troyano en esta película, la cosa pierde su gracia. Afectada por sus
insípidas decisiones escénicas y narrativas, “El pomo azul” resulta una
tentativa audiovisual vana en la que solo casan los créditos y algún tiro de
cámara objetual a lo Hideaki Anno (desde el interior de la nevera, de una
cerradura o desde el desagüe de un lavabo). No Recomendada.
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