Con
su muerte desapareció una de las estrellas de la Época Dorada de
Hollywood, un excelente actor y, por encima de todo, un hombre
íntegro, un ser bondadoso y un gran caballero. No fue especialmente
valorado por la crítica incluso se le tachó a veces de disponer de
limitados recursos interpretativos, pero gozaba de un carisma tan
especial que resultaba creíble en cuantos papeles interpretaba.
Alto, inteligente, atractivo, elegante, distinguido, heterosexual y
de imponente voz, desde los inicios de su carrera bastaron unas pocas
películas para que conquistara la simpatía de todos los públicos,
gracias a su cálida personalidad, la sobriedad de su estilo
interpretativo, la credibilidad que imprimía a sus personajes, y una
especie de tristeza que asomaba con frecuencia a sus oscuros ojos.
PREMIOS
Y DISTINCIONES: Tiene innumerables premios y distinciones entre
ellos La Medalla de la Libertad, la más alta distinción civil
concedida por el gobierno de los Estados Unidos, es una condecoración
que otorga el propio presidente de la nación, y un único Oscar
como mejor actor en el año 1962 por la película: Matar a un
ruiseñor.
COMENTARIOS:
El director de la película fue Robert Mulligan, la música original
de Elmer Berstein, la fotografía de Rusell Harlan, la dirección
artística de Alexander Golitzen y Henry Bunstead. Y el guión de
Horton Foote, magnífica adaptación de la novela de Harper Lee. De
un total de ocho nominaciones obtuvo tres Oscar, a la dirección
artística, al guión y al mejor actor. Probablemente
habría conseguido el codiciado Oscar a la mejor película del año
de no haber sido por la enorme competencia que supuso el que un
espectáculo tan colosal como Laurence de Arabia, también se
encontrará en la terna final. Indudablemente David Lean fue el
triunfador en aquella edición de los Oscar.
Fotogramas de Horizontes de grandeza |
Matar
a un ruiseñor, fiel adaptación de una de las obras literarias
más importantes del siglo XX, ganadora del premio Putlizer, es una
obra maestra del cine y una de esas escasas películas en la que todo
es perfecto: guión, actores, música, fotografía e inteligente
realización de Robert Mulligan, eludiendo en todo momento caer en lo
sensiblero y sentimental. Gregory Peck realizó la mejor
interpretación de su carrera. En la lista de las cien mejores
películas de todos los tiempos publicada por la AFI (American Film
Institute) figura en el puesto 32.
FILMOGRAFÍA:
En su larga filmografía su primera película fue Días de
gloria, de Jacques Tourneur. Es uno de los pocos actores que
debutaron en la gran pantalla con un papel protagonista. Una
producción de la RKO de 1944.
Otras
de sus destacadas películas fueron: Duelo al sol, de King
Vidor (1947); El mundo en sus manos, de Raoul Walsh (1952);
Moby Dick, de John Huston (1956); Horizontes de grandeza,
de William Wyler (1958); Los cañones de Navarone, de Jack
Lee Thompson (1961) y una deliciosa comedia románrica, Vacaciones
en Roma, de William Wyler (1952), esta vez fue su compañera de
reparto Audrey Hepburn, que ganó el Oscar como mejor actriz.
ANÉCDOTAS:
La versión de 1925 de El fantasma de la ópera fue la
primera película que vio Gregory Peck a los nueve años de edad.
Fue tal la impresión y el susto, que esa noche pidió a su abuela
que le permitiera dormir en su cama.
Cuando
estudiaba en Berkeley efectuó un rápido viaje a Nueva York, asistió
en Broadway a una representación de Me casé con un ángel,
que interpretaba la bailarina y actriz Vera Zorina. A partir de ese
momento decidió suspender sus estudios de medicina para dedicarse al
teatro.
Hombre
liberal en toda la extensión de la palabra y comprometido a favor de
las causas solidarías, firmó un alegato antibelicista que le valió
un puesto destacado en la en la lista negra del entonces presidente
Richard Nixon. Atticus
Finch, su personaje en Matar a un ruiseñor, ha sido nombrado
el héroe número uno de la historia del cine americano. Cuando se le
preguntaba sobre el motivo de que no eligiera más papeles de “malo”, respondía sin dudarlo: “Los buenos de las películas son un reto
para cualquier actor, porque resulta más difícil hacerlos
interesantes”.
Con Ingrid Bergman en Recuerda |
La
crítica no fue receptiva a veces con respecto a su trabajo. Pauline
Kael, cronista del New Yorker dijo que era “competente pero siempre
un poco aburrido”.
En
compañía de una amplia representación de personalidades culturales
y científicas viajó a Rusia en 1987, invitado por el presidente
Mijail Gorbachov para participar en el foro “Por un mundo sin armas
nucleares y por la supervivencia de la humanidad”.
Gregory
Peck, siempre defensor de la justicia y de las causas nobles, actuó
como presentador de la ceremonia de entrega de premios en 1957 de la
GLAAD (Gay & Lesbian Alliance Against Defamation), donde
pronunció las siguientes palabras: “Me parece estúpido que
tengamos que luchar por algo tan sencillo y justo”.
Fotograma de Duelo al sol |
LA FAMILIA: Greta
Kukkonen fue la primera esposa de Gegory Peck, con ella estuvo casado
desde 1942 hasta 1955. En una gira teatral se enamoró de su
peluquera, maquilladora y esteticista, una joven de origen finlandés
que poco después sustituiría su apellido por el menos complicado de
Konen. Se convirtió en su esposa en septiembre de 1942. Como él era
católico y ella una mujer divorciada les estaba absolutamente
prohibido casarse por el rito católico, por lo que tuvieron que
echar mano de los servicios de un sacerdote metodista, J. Gordon
Chamberlein, que aceptó celebrar la ceremonia en presencia de un
solo testigo, Paul, hermano de la contrayente.
De
la unión nacieron tres hijos, Jonathan, Stephen y Carey. Pero en
1954 Greta solicitó el divorcio al comprender que su marido estaba
enamorado de otra mujer y que no había posibilidad de salvar su
unión. La separación legal se produjo finalmente de una manera
amistosa en diciembre de 1955. De hecho Greta y Gregory siguieron
manteniendo una cordial relación durante toda su vida, con el
beneplácito de Véronique Passani que en ningún momento se opuso a
ello.
Véronique
Passani, periodista francesa y segunda esposa de Gregory Peck.
Descendiente de rusos blancos que perdieron su fortuna durante la
revolución bolchevique, conoció al actor a raíz de su primer viaje
a Europa, en 1953. Peck se encontraba en París camino de Italia para
protagonizar Vacaciones en Roma. Y fue entrevistado por la periodista
cuya belleza y profesionalidad le sorprendieron gratamente.
Entre
ellos nació una corriente de simpatía que aumento posteriormente,
al regresar el actor a Inglaterra. Obtenido el divorcio de su primera
esposa se casaron el 31 de diciembre de 1955, y por segunda vez sin
poder hacerlo por el rito católico. Se
casaron en el rancho de unos amigos en Lompac (California) en la que
estuvieron presentes los padres del actor, los tres hijos de su
anterior matrimonio y unos cuantos amigos. Pese a los 16 años de
edad que les separaban fue una fiel esposa que hizo feliz a su marido
hasta el final de sus días, naciendo de su unión dos hijos, Anthony
y Cecilia, que han intentado seguir los pasos de su famoso padre sin
demasiado éxito.
Ana
Márquez
No hay comentarios:
Publicar un comentario