sábado, 18 de abril de 2015

El capital humano, de Paolo Virzì




Título original: Il capitale umano. País: Italia. Año: 2013. Duración: 109 minutos. Género: Drama. Dirección: Paolo Virzì. Guión: Paolo Virzì, Francesco Bruni, Francesco Piccolo, basado en una novela de Stephen Amidon. Fotografía: Jérôme Alméras y Simon Beaufils. Música: Música Carlo Virzì. Montaje: Cecilia Zanuso. Vestuario: Bettina Pontiggia. Productor: Fabrizio Donvito, Benedetto Habib, Marco Cohen, Philippe Gompel, Birgit Kemner. Estreno en España: 10 de abril de 2015.
Intérpretes: Valeria Bruni Tedeschi,  Fabrizio Bentivoglio,  Valeria Golino,  Fabrizio Gifuni,  Luigi Lo Cascio,  Giovanni Anzaldo,  Matilde Gioli,  Guglielmo Pinelli

Sinopsis:
La víspera del día de Navidad, un ciclista es atropellado de noche por un lujoso todoterreno. El desgraciado accidente cambiará el destino de dos familias: la del millonario Giovanni Bernaschi, un especulador financiero que ha creado un fondo que ofrece un 40 por ciento de interés anual atrayendo y esquilmando a los crédulos inversores, y la de Dino Ossola, un ambicioso agente inmobiliario cuya empresa está al borde de la quiebra.

Fotograma de "El capital humano"


Comentarios:

La película de Virzì obtuvo 7 premios David di Donatello en 2013, incluyendo Mejor Película. Estrenada en Sevilla en el Festival de Cine Europeo (SEFF´14) y obteniendo el Premio del Público, por fin nos llega a las carteleras sevillanas esta maravillosa película.
La apuesta de la Academia italiana por esta cinta fue total, hasta el punto de haber sido la representante italiana en Hollywood para alzarse con una nominación al Oscar a Mejor Película de Habla No Inglesa, que finalmente no obtuvo. Quizás, porque aún resuena en el Teatro Dolby de Los Ángeles el éxito de otra gran película italiana, La gran belleza.
Lluis Bonet en La Vanguardia nos habla de cómo Paolo Virzi ha confeccionado un thriller bastante revelador de esta sociedad actual dominada por financieros sin escrúpulos y arribistas más bien incautos que se dejan seducir por el anhelo de escalar socialmente. Todo ello mediante una disección bastante aguda de dos familias contrapuestas. Una de ellas de alto rango, no en vano el patriarca controla una sociedad de inversiones tan opaca como él mismo. La otra familia está capitaneada por un arribista, modesto promotor inmobiliario, que ansía dar el salto y gozar de los privilegios que presuntamente sólo puede otorgar el dinero. Para conseguirlo luchará denodadamente a fin de acceder a este universo, cerrado e hipócrita, que parece nadar constantemente en la abundancia y la felicidad. En suma, gente que vive de y por las apariencias. El universo Berlusconi no es ajeno.

Fotograma de "El capital humano"


Diferentes avatares dramáticos sumirán a estas dos familias en situaciones cada vez más penosas, aunque los perdedores, como bien se sabe, casi siempre suelen ser los mismos. Es decir, los más débiles. En este escenario tan teatral hay otra figura en juego: un joven marginal, criado en un reformatorio. Un atropello con fuga transformará esta crónica familiar en un thriller que consigue mantener al espectador en tensión casi constante, a pesar de los altibajos de ciertos tramos de esta historia estructurada en varios capítulos y en un espacio temporal de seis meses.
La alusión al montaje escénico no es nada gratuita. Porque la esposa del tiburón de las finanzas es una dama que camufla sus frustraciones en una vida de lujo. Su principal fracaso es no haber podido cristalizar su gran sueño: trabajar como actriz. Interpretar en el día a día ocultando el vacío interior es su cotidiana representación teatral. Un personaje a cargo de la siempre magnífica Valeria Bruni Tedeschi, que encuentra en Fabricio Bentivoglio (su consorte en la ficción) un soberbio oponente.



1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho la película , me tuvo en vilo. Y me ha gustado la banda sonora de Carlo Virzi hermano del director. La he buscado pero no la he encontrado. Creo que al final, en la fiesta suena la Primavera de Vivaldi; después de tantos avatares dramáticos que comenzaron en invierno al llegar la primavera también llega la tranquilidad a sus vidas de lujo. Ana

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