Título original: Chuva é Cantoria na
Aldeia dos Mortos. Dirección: João
Salaviza, Renée Nader Messora. País: Brasil. Año: 2018. Duración: 114
min. Género: Drama.
Renee Nader Messora (Fotografía), Joao Salaviza, Renee Nader
Messora (Guión), João Salaviza,
Renee Nader Messora, Ricardo, Alves Jr, Thiago Macêdo Correia (Producción), Vitor Aratanha, Pablo Lamar,
Ariel Henrique (Sonido), Marjorie
Rheaume (Dirección Artística).
Premio Especial del
Jurado en la Sección “Una cierta mirada” del Festival de Cannes 2018. Premio Especial del Jurado del Festival Mar de la Plata 2018.
Estreno en Sevilla: 09 Agosto 2019
Reparto:
Henrique Ihjãc Krahô
(Ihjãc), Raene Kôtô Krahô (Kôtô).
Es de noche y reina la
calma en el bosque que rodea el pueblo. Cuando los vivos duermen, el bosque se
despierta. Ihjãc, un joven indígena Krahô que vive en el norte de Brasil, tiene
pesadillas desde que perdió a su padre. Camina en la oscuridad, su cuerpo sudoroso
se mueve con cautela. Cuando se escucha una canción distante a través de las
palmeras, es la voz de su padre desaparecido que llama a su hijo desde la
cascada, pues ha llegado el momento de organizar la ceremonia fúnebre que
concluye el duelo y permite que su espíritu llegue al pueblo de los muertos.
Ihjãc decide huir a la ciudad para escapar a su deber y no convertirse en
chamán. Lejos de su gente y su cultura, se enfrenta a la dura realidad que es
suya, ser un aborigen en el Brasil de hoy.
Comentarios:
Premio Especial del
Jurado en la prestigiosa sección “Un Certain Regard” del pasado Cannes, “El
canto de la selva” transita por esos caminos, cada vez más recorridos por el
cine de autor, que lindan entre la ficción y la etnografía, entre la
explicitación de los rituales de paso y una elusiva, bien que interesante línea
narrativa que entronca lo personal con lo colectivo, el destino previsto y el
definitivamente aceptado.
Protagonizada por
indígenas de la norteña comunidad Krahô, el film cuenta las dudas de su
protagonista, Ihjãc, joven padre y reciente huérfano del suyo propio, a la hora
de protagonizar la ceremonia ritual que dejará partir a su progenitor al Reino
de los Muertos: su no resignación a la pérdida esconde, además, su rechazo a
aceptar su propio destino como chamán, del que no se siente apto. Contada con
el tempo propio de las sociedades que desprecian el reloj y que tienen en el
juego y en el trabajo no estresante su verdadero sentido de la vida, el film va
más allá de su anécdota para construir un discurso sobre las dificultades que
entraña hoy la condición del nativo en la sociedad brasileña, al tiempo que
borda un sobresaliente trabajo etnográfico de campo: un alegato fílmico que,
sin duda, habría entusiasmado a Jean Rouch, pongamos por caso… (Mirito Torreiro).
Recomendada.
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