jueves, 14 de abril de 2016

Kiki, el amor se hace, de Paco León



Título original: Kiki, el amor se hace. Dirección: Paco León. País: España. Año: 2016. Duración: 102 min. Género: Comedia. Guión: Paco León y Fernando Pérez. Producción: Ghislain Barrois, Álvaro Augustin y Andrés Martín. Fotografía: Kiko de la Rica. Montaje: Alberto del Toro. Dirección artística: Vicent Díaz y Montse Sanz. Vestuario: Javier Bernal y Pepe Patatín. Estreno en España: 1 abril 2016.  
Intérpretes: Paco León (Paco), Ana Katz (Ana), Belén Cuesta (Belén), Natalia de Molina (Natalia), Álex García (Alex), Candela Peña (María Candelaria), Luis Callejo (Antonio), Luis Bermejo (José Luis), Mari Paz Sayago (Paloma), Alexandra Jiménez (Sandra), David Mora (Rubén) y Maite Sandoval.

Sinopsis:
Cinco historias de amor y de curiosas filias sexuales coinciden en un calenturiento verano madrileño. Dacrifilia, Elifilia, Somnofilia y Harpaxofilia son algunas de las particulares formas de obtener placer que descubren nuestros protagonistas, pero para disfrutarlas tendrán que decidir cómo integrarlas en sus vidas. Sus sentimientos, sus miedos y sobre todo su sexualidad se transforman rompiendo tabúes, adentrándose en una etapa nueva, emocionante y libre donde no se reniega ni del placer ni del amor.

Natalia de Molina y Alex García

Calificación: 7, Buena.
Lo mejor de la película: La dirección de actores, todos están estupendos. Humor fino pasado por el tamiz de León. Los temas que aborda dejan un regusto en el espectador por la tolerancia y la comprensión al diferente que se desprende de las historias narradas. Nada es soez, todo rezuma autenticidad.     
Lo peor de la película: Que le pase factura al pobre de León su incombustible personaje de las series de TV.

Mª Paz Sayago

Comentarios:
Resulta razonable ponerse un poco en guardia ante la perspectiva de ver una comedia erótica: tradicionalmente, el subgénero ha caído con demasiada frecuencia o bien en el registro grimoso / reprimido del onanista o el viejo verde, cuando no en el tono chusco del humor de despedida de soltero (o soltera). Las reservas pueden incluso incrementarse si la película centra su atención en el tema de las parafilias, término que habla de una posición marginal con respecto a la norma, pero que, según desde la posición que se contemple, puede homologarse a una desviación de dicha norma o, directamente, a lo patológico. “Kiki, el amor se hace”, tercer largometraje dirigido por Paco León pero, también, su primer trabajo de encargo, diluye todos esos temores en tiempo récord. El espectador va a estar en muy buenas manos durante los 102 minutos de esta comedia eminentemente vitalista, luminosa, festiva y celebratoria de la diversidad. El cineasta ha afrontado el proyecto con un exquisito buen gusto como norte estético –buen gusto, por cierto, que en ningún momento hay que confundir con pacatería en la representación- y con una gozosa sensualidad como credo ideológico: que nadie tema arcos dramáticos con personajes superando sus parafilias en aras de un ingreso en la normalidad. Al contrario, “Kiki, el amor se hace” habla de encontrar la identidad (y la felicidad, y un espacio de comunicación con el otro) en la diferencia.
La película es una nueva versión de la comedia australiana “The Little Death” (2014), del autor y director Josh Lawson: un modelo para desarmar que León ha latinizado, ha inundado de alegría inconfundiblemente local y ha (por así decirlo) reescrito en la vitalidad y capacidad de improvisación de esos actores que saben sobrestimular tan bien desde su inaugural “Carmina o revienta” (2012), película en la que ya estaba presente el gran director de comedia que aquí sortea un buen número de riesgos. El Paco León que citaba a Bill Viola en una secuencia de “Carmina y Amén” (2014) incrementa su preocupación por la estilización visual, pero bordea, en algunos recursos heredados de The Little Death, los manierismos de la imagen publicitaria. El Paco León que renovó los códigos del humor costumbrista español con su brillante díptico familiar se fortalece con un reparto entregado y perfecto –injusto destacar a alguien, pero mucha atención a Maite Sandoval, Ana Katz y Maripaz Sayago- en una saludable película para entrar a vivir.
Jordi Costa.

Trailer:

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