martes, 3 de mayo de 2022

Mitomanía... Judy Garland



“Nací a los doce años en los estudios de la Metro Goldwyn Mayer”, solía bromear Judy Garland. Pero era cierto. Nunca tuvo infancia. Creció y vivió demasiado aprisa.

Nacida en Grand Rapids, Minnesota, el 10 de junio de 1922, Frances Gumm (éste era su verdadero nombre) debutó a los tres años en un espectáculo de music-hall en el que intervenían sus padres y hermanas. A los cinco años formaba parte del trío Gumm Sisters y a los siete años recorría toda California con la troupe de los Meglin Kiddies.

En 1934 el trio familiar, que se había convertido en Garland Sisters, se disuelve, y Judy (el nombre lo tomó de una popular canción de Haogy Carmichael) emprende una carrera como solista, por consejo y casi imposición de su dominante madre.

Contratada por la Metro Goldwyn Mayer gracias a su excepcional voz, cuando ya estaba pasada de edad vendría su gran éxito de El mago de Oz, celebrado como “la mejor actuación juvenil del año” y merecedor de un Óscar especial.

Convertida en gran estrella musical, su carrera prosiguió triunfante, contando siempre con los mejores músicos y letristas (Cole Porter, Irving Berling, los hermanos Gershwin), los más afamados bailarines (Fred Astaire y Gene Kelly) y los más prestigiosos técnicos (los directores Busby Berkely, Vicente Minelli y Charles Walters, y el productor Arthur Freed).

Para sobrellevar el vértigo de su acelerada existencia, Judy se había aficionado desde los trece años a los barbitúricos. Insegura y vulnerable, su vida de adulta atravesó grandes crisis emocionales, numerosos intentos de suicidio y escandalosos internamientos en hospitales, que provocaron su despido de la Metro.

Pero Judy se rehízo y emprendió una nueva carrera de cantante que reverdeció e incluso superó pasados laureles. Ninguna otra estrella de Hollywood había sido capaz de pasar del cine a la canción con similar respuesta popular.

Su muerte, a los 47 años de edad, todavía rodeada de misterio, significó el ocaso de todo un tipo de cine musical y el final de un estilo personal de “estar sobre un escenario” que ya no era compatible con los nuevos tiempos.

 


Filmografía esencial.

 

·        1936: Locuras de estudiantes; Concierto al aire libre.  

·        1937: Thoroughbreds don´t cry.

·        1938: Listen, Darling; Broadway Melody of 1938; Andy Hardy se enamora; Everybody Sing.

·        1939: Los hijos de la farándula; El mago de Oz.

·        1940: Andy Hardy Tenorio; Armonías de juventud; Little Nellie Kelly; If I Forget You.

·        1941: Ziegfeld Girl; La vida comienza para Andy Hardy; Babes on Broadway.

·        1942: For Me and My Gal.

·        1943: Thousands Cheer; Chica loca; Presentando a Lily Mars.

·        1944: El reloj; Cita en St Louis.

·        1946: The Harvey Girls; Ziegfeld Follies of 1946; Till the clouds roll by.

·        1948: El pirata; Desfile de Pascua; Words and Music; In the good old summertime.

·        1950: Summer Stock.

·        1954: Ha nacido una estrella.

·        1961: Vencedores o vencidos.

·        1963: I could go on singing; Ángeles sin pasado.

 

 

Hoy la recordamos cantando esa canción estupenda, convertida en un himno, de la película El mago de Oz, titulada “Somewhere over the rainbow”. A disfrutar, cinéfilos.

 


 

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