5 películas se estrenan
el 27 de julio de 2018 en la cartelera cinematográfica de Sevilla. Tres son
producciones francesas y dos son estadounidenses. Ningún estreno español. Pasemos
a nuestras recomendaciones para esta semana.
Misión imposible: Fallout. (USA, 2018).
Dir. Christopher McQuarrie.
Sexta entrega de la saga de acción con el personaje Ethan
Hunt, interpretado nuevamente por Tom Cruise.
Completa el reparto Rebecca Ferguson, Henry Cavill, Simon
Pegg, Ving Rhames, Vanessa Kirby, Michelle Monaghan, Alec Baldwin, Angela
Bassett y Sian Brooke.
La saga cinematográfica de “Misión Imposible” ha
consolidado hasta tal punto su personalidad propia que se corre el riesgo de
olvidar que todo este universo tenía un lejano origen televisivo: la brillante
serie creada en 1966 por Bruce Geller, cuyos episodios concentraban en concisos
50 minutos delirantes e intrincadas tramas de espionaje que avanzaban al
frenético ritmo de la mecha explosiva que inmortalizaron sus cabeceras pegadas
al mítico tema de Lalo Schifrin. De vez en cuando, algunos de los directores
reclutados para la franquicia han querido recordar esas fuentes: lo hizo J. J.
Abrams al abrir “Misión: Imposible III” (2006) con una secuencia pre-créditos
que anticipaba el momento más resonante del clímax y lo hace ahora Christopher
McQuarrie —el único que ha repetido— al incorporar una cabecera que, con
espíritu de viejo episodio de la era catódica, hilvana imágenes de los mejores
momentos de lo que está por venir. La película es, así, un blockbuster
entregado al sueño de ser el súper-episodio que la televisión de los 60 jamás
hubiese podido concebir.
“Mission: Impossible: Fallout” es, quizá, la entrega que
se ha tomado mayores molestias a la hora de rendir tributo al legado de Geller,
porque pone continuamente de manifiesto ese subtexto que era una constante en
el original: sobre el grupo de personajes del universo de “Misión Imposible” se
superponen las figuras del espía… y del actor teatral, porque bajo cada
aventura palpita la exigencia de la representación. Todo queda claro en esa
secuencia inicial que obliga a los héroes a representar, directamente, el
Apocalipsis en una falsa habitación de hospital que es, en realidad, un
decorado. A medida que avanza la trama, el espectador repara en que hay una
frase que se repite insistentemente: “Estamos en ello”. McQuarrie reformula a
los héroes de Geller como maestros de la improvisación.
Lejos de la acusada identidad de autor que tuvieron las
entregas firmadas por Brian De Palma y John Woo, “Mission: Impossible: Fallout”
cumple con el reto de ser una superproducción de acción irreprochable, en la
que se equilibran las siempre hiperbólicas escenas de acción con unas someras
notas de humor que no parecen interferencias extemporáneas y con unos trazos
emocionales que se mantienen varios grados por debajo del sobrepeso
sentimental. Y, sí, esta película tanto podrá ser recordada por su
extraordinario duelo de helicópteros como por revelar los primeros rasgos de
madurez (tardía) en el rostro de Tom Cruise. Recomendada (con reservas).
Un mar de enredos. (USA, 2018). Dir.
Rob Greenberg.
Comedia romántica remake de la película “Un mar de líos”
(1987).
Interpretada por Eugenio Derbez, Anna Faris, Eva
Longoria, John Hannah, Conscientes de que el mercado hispano de Estados Unidos
es cada vez más numeroso y potente, Hollywood echa redes desde
Metro-Goldwyn-Mayer con “Un mar de enredos”, nueva versión de la olvidada
comedia romántica de los 80 “Un mar de líos” (1987), dirigida tres años antes
de “Pretty Woman” por el especialista en el género Garry Marshall, y
protagonizada por Goldie Hawn y Kurt Russell.
Una nueva producción en la que, además de intercambiar el
sexo de los protagonistas (el millonario es él y la de clase trabajadora, ella,
cuando en la original era al revés), se introducen importantes matices en
materia de origen y, consecuencia de ello, de reparto. El rico insoportable,
superficial y clasista es esta vez mexicano, lo que lleva al protagonismo de
Eugenio Derbez, una estrella de la comedia en su país y de gran influencia en
los ámbitos hispanos de EE.UU., aunque casi desconocido en España, pese al
éxito en buena parte del mundo de la directamente tóxica “No se aceptan
devoluciones” (2013), de la que se hizo un remake en Francia.
Esa mutación de nacionalidades en la ficción lleva a un
loable intercambio de roles con el que, huyendo del estereotipo en EE.UU., el
que tiene abundante pasta es el hispano y la que debe bregar con trabajos
basura mientras ansía el sueño americano de convertirse en enfermera es una
anglosajona interpretada por Anna Faris. Un cambio que, sin embargo, no evita
que el primer acto de la historia sea espantoso, con nula gracia en los
diálogos y situaciones, y, sobre todo, con unos infames trucajes de guion que
acaban acercando al equívoco de la situación eje de la película: el matrimonio
forzado entre dos personas que se odian, y de universos sociales en las
antípodas, gracias a la amnesia del personaje del próspero hijo de la tercera
persona más rica del mundo.
Sin embargo, sorprendentemente, cuando parece que estés
abocado a una infumable comedieta con tono y trama de fábula moral, “Un mar de
enredos”, con fuerte presencia del idioma español (y de secundarios como Eva
Longoria y Cecilia Suárez), va mejorando con el transcurso del metraje. Sigue
sin tener gracia, y todo se ve venir, incluido el mensaje ético sobre las
clases sociales y el amor a la prole como detonante para la felicidad, pero al
menos su esquema de comedia familiar blanca y moralista molesta menos. No Recomendada.
Vacaciones con mama. (Francia, 2018).
Dir. Eloïse Lang.
Comedia familiar remake de “All Inclusive” (2014).
Interpretada por Camille Cottin, Miou-Miou, Camille
Chamoux, Johan Heldenbergh, Gunther Love, Olivia Côte, Thomas Scimeca y Youssef
Hajdi.
El resort, como concepto, hace coincidir las vacaciones
con la ausencia total de expectativas. Se descansa incluso de la necesidad de
descansar. Con determinado tipo de comedia televisiva francesa, y cada vez más
popular en la propia cinematografía española, ocurre lo mismo. Es cine
construido sobre la demolición de cualquier tipo de sorpresa, idea o simple
alarde imaginativo. Es cine que bien podría ser serie de televisión. La
directora Eloïse Lang deja que su actriz de cabecera (ha trabajado con ella en
la serie “Connasse” y luego en la película basada en esa misma serie) vuelva a
hacer alarde de su infatigable energía.
Dos hermanas, una desmadrada y la otra sólo maternal,
organizan un viaje a su madre para que se cure de la depresión de verse sola:
el padre ha huido con otra más joven. Y así, se van las tres a un resort de
vacaciones. Lo que viene a continuación es, de la misma manera, una comedia
resort. Todo tan perfectamente previsible que da en simple adefesio, en parodia
de comedia, en vacaciones de las vacaciones. No Recomendada.
Llenos de vida. (Francia, 2018).
Dir. Agnès Jaoui.
Comedia francesa interpretada por Agnès Jaoui,
Jean-Pierre Bacri, Léa Drucker, Kévin Azaïs, Nina Meurisse.
El título original del quinto largometraje dirigido por
Agnès Jaoui —co-escrito, como es habitual, junto a su ya expareja Jean-Pierre
Bacri— aporta una buena clave para orientarse entre sus bulliciosos cruces de
personajes: Place publique; es decir, espacio público, concepto que quizá sea
urgente reevaluar en un presente que se define, precisamente, en la constante
puesta en cuestión de los límites entre lo público y lo privado. Consciente de
la ampliación del campo de batalla que supone esa vida paralela que propician
las redes sociales, así como del sostenido asalto a la intimidad que, desde
tiempo atrás, fomentan los medios de comunicación, la Jaoui se plantea en “Llenos
de vida” el desafío de centrar la acción coral de su relato en el espacio único
de una fiesta privada al aire libre en la que, de modo natural, confluirán
algunos de los grandes temas de su filmografía. Un corpus creativo que, por
cierto, nunca le ha servido para sentar cátedra, sino para proponer diversos
terrenos de juego en los que esbozar, con mirada más comprensiva que biliosa, lúcidos
diagnósticos sobre la era del narcisismo, los conflictos generacionales y las
diferencias de clase.
A menudo, las comedias de la Jaoui recordaban a algunas
de esas incisivas historietas –en especial, la serie “Cosas de la vida” y “La
carrera del ratón”- que firmó Gérard Lauzier en los 70. “Llenos de vida” es, no
obstante, la película que más cerca podría estar de ese modelo: en el cóctel de
humanidades ridículas y vulnerables que maneja la autora destacan, en esta
ocasión, una fatua estrella televisiva que ignora su inminente infortunio
profesional, una camarera adicta al selfie con famosos, una desconsiderada
celebridad millennial, una joven que ha convertido su dolor familiar en materia
literaria, unos vecinos airados y una mujer que intenta, infructuosamente,
colocar una concienciada entrevista con una refugiada afgana en el frívolo
talk-show de su ex-marido.
Jaoui captura a la perfección la agresiva naturaleza de
esas frases casuales que engrasan las interacciones sociales de una fiesta en
una película que no es su mejor trabajo. No Recomendada.
Bienvenidas a Brasil. (Francia, 2017).
Dir. Patrick Mille.
Comedia francesa de adolescentes interpretada por Margot
Bancilhon, Christine Citti, Vanessa Guide, Joseph Malerba, Patrick Mille,
Philippine Stindel y Alison Wheeler.
Si, como sostiene Javier de las Mueles, el arte del cóctel
es una liturgia, el actor-director Patrick Mille parece más bien confundirlo
con una verbena en su segundo largometraje, “Bienvenidas a Brasil”. La mezcla
de ingredientes resulta, a primera vista, imprudente como poco: una
feminización del modelo “Resacón en Las Vegas” (2009) con un toque de “Very Bad
Things” (1998) y algunos ecos, vaciados de transgresión, de “Spring Breakers”
(2012) sobre una base de comedia de ambiente exótico fundamentada en el
prejuicio cultural de estirpe post-colonial. Pero nunca hay que dar nada por
hecho, porque, contra todo pronóstico, “Bienvenidas a Brasil” acaba por
descubrirse una inesperada película con ángel movida por una gratificante
energía lúdica y vitaminizada con unas micro-partículas #Metoo que quizá nunca
se atreverían a reconocer su nombre (ni su potencial combativo).
Bienvenidas a Brasil es una comedia de acción
protagonizada por un grupo de amigas invitadas a la boda de su antigua
compañera de piso con el hijo de un turbio político carioca. Una serie de
azares les llevará a matar al novio en defensa propia la noche anterior a la
celebración. Patrick Mille aprovecha esa situación extrema para narrar la
progresiva transformación del cuarteto protagonista en feroces mujeres armadas
contra la violencia sistémica de una masculinidad que, en el curso del relato,
adopta formas diversas unidas por el común denominador de lo grimoso. Excesiva
y desaforada, la película tiene sus mayores fortalezas en su reparto, donde
destacan el propio Mille como sinuoso cónsul con veleidades camp, una Suzana
Pires que convierte su personaje de capo criminal de las favelas en una
sostenida mascletá interpretativa y una Alison Wheeler que emerge como la
presencia más poderosa, por su certera modulación de una aparente fragilidad,
del grupo protagonista. No Recomendada.
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