jueves, 9 de abril de 2020

Agua (Deepa Mehta, 2005)


Título original: Water. Dirección: Deepa Mehta. País: India. Año: 2005. Duración: 112 min. Género: Drama.
Deepa Mehta, Anurag Kashyap (Guión), Mychael Danna, A. R. Rahman (Música), Giles Nuttgens (Fotografía), Colin Monie (Montaje), Dolly Ahluwalia (Vestuario), Sumant Jayakrishnan (Dirección artística), David Hamilton (Producción).
Oscar 2003 al Mejor Guión Original. Globo de Oro 2003 a la Mejor Película de habla no inglesa. 
Estreno mundial: 8 septiembre 2005 en Festival Internacional de Cine de Toronto (Canadá).

Reparto: Seema Biswas (Shakuntula), Lisa Ray (Kalyani), John Abraham (Narayan), Sarala (Chuyia), Manorma (Madhumati), Waheeda Rehman (Bhagwati), Kulbushan Kharbanda (Sadananda), Raghuvir Yadav (Gulabi), Vinay Pathak (Rabindra), Ronica Sajnani (Kunti).

Sinopsis:
La historia transcurre en 1938, en la India colonial, en pleno movimiento de emancipación liderado por Mahatma Gandhi. Se celebra una boda que bien podría ser un entierro: casan a Chuyia (Sarala), una niña de 8 años, con un moribundo que fallece esa misma noche. Se quema su cuerpo en la orilla de un río sagrado y Chuyia se prepara para el destino que han escogido para ella. Se le afeita la cabeza e ingresa en un ashram para viudas donde deberá pasar el resto de su vida, convertida en un altar viviente consagrado a la memoria del fallecido.


Comentarios:
Chuyia tiene ocho años. Está en la edad en que otras niñas sólo piensan en jugar y, sin embargo, ella ya es viuda. Y, peor aún, en la India de 1938, lugar y tiempo en los que se sitúa la historia que cuenta “Agua” y que Chuyia protagoniza, su vida ya no vale nada. Hasta que muera, de acuerdo con las creencias hindúes, permanecerá recluida en un ashram, una especie de lóbrego gineceo destinado a las viudas, y habrá de mendigar o, incluso, prostituirse para sobrevivir. La sólida directora y guionista india instalada en Canadá Deepa Mehta (Amristar, 1950) ha recurrido a este personaje para denunciar con contundencia el fundamentalismo religioso. Con “Agua” la cineasta concluye su trilogía iniciada con “Fuego” y continuada con “Tierra” y arremete contra lo que ella llama "el fomento de la ignorancia" a través de las religiones.
Una ignorancia que, en el país de origen de la directora, pervive por lo que respecta, entre otros, al asunto que aborda el filme. En la actualidad, explica Deepa Mehta, hay en India 34 millones de viudas, 11 millones de las cuales viven en ashrams en medio de una miseria absoluta. Lo que sí ha cambiado, añade, es que los matrimonios de hombres mayores con niñas hoy están prohibidos. El drama de Chuyia, por tanto, en los tiempos que corren sigue siendo factible, con la salvedad de que la protagonista debería ser algo mayor.
Deepa Mehta, cuya mirada se encuentra entre las más comprometidas del nuevo cine indio, lamenta que, pese a las políticas sociales y sobre todo al trabajo "sobre el terreno" de activistas de organizaciones no gubernamentales, se mantengan en India tradiciones execrables como la de encerrar a las viudas. "El problema, según lo veo yo", reflexiona la directora, "es de base. Son las propias mujeres las que se avienen a estas costumbres porque creen que si no lo hicieran traicionarían los textos sagrados, renegarían de su religión".
La cineasta, sin embargo, no quiere circunscribir la lacra del integrismo ni a su país, ni al hinduismo. "En todo el mundo", dice esta directora cuyo trabajo ha sido elogiado por Salman Rushdie, "continúa habiendo mucha dependencia de las religiones. Basta con mirar, por ejemplo, qué está pasando en Estados Unidos con el fundamentalismo cristiano. A mi juicio, las grandes religiones del mundo han sido mal interpretadas, lo que conduce a unas reacciones que, personalmente, me asustan mucho".
La misma intransigencia que llevó a grupos fundamentalistas a boicotear las proyecciones de “Fuego” en Bombay y en Nueva Delhi, en 1998, porque el filme versaba sobre una relación homosexual entre dos mujeres, condujo a colectivos religiosos radicales de Benarés a entorpecer, en el 2000, el rodaje de “Agua”. Tanto que hubo que suspenderlo. Cuatro años después, Deepa Mehta pudo filmar la película, pero en Sri Lanka, con un reparto distinto, en el que se mezclan actores profesionales con debutantes. De él destaca "el talento" de la actriz infantil, la cingalesa Sarala, de Seema Biswas -"una gran dama de la escena india"- y de John Abraham, estrella de Bollywood. (Teresa Cendros)
Recomendada.

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