Durante muchos años, Sidney Poitier fue considerado la primera estrella de color del cine americano. Una película suya tenía el éxito asegurado de antemano. Su ascenso se vio favorecido, además de por una serie de grandes éxitos, por la lucha política del pueblo negro por la conquista de los derechos civiles y el fin de la discriminación. Hollywood le ha utilizado como símbolo de la integración del negro en su sociedad, y él ha aceptado contribuir con sus películas a esta buena causa.
Esto no tiene una importancia meramente anecdótica. Cuando Poitier pisó por primera vez un estudio de cine, el otro negro que había era el limpiabotas. Si en América la gente de color ha sido aceptada en el mundo de la música por razones obvias, su “normalización” en el cine ha llevado mucho más tiempo. La presión del mercado sureño ha podido más que cualquier otra consideración. Baste pensar que una superestrella cuyo público, según revelan las encuestas, está formado mayoritariamente por mujeres blancas, sólo ha dado un beso de amor a una mujer de esa raza en uno de sus films, ¡y el director solo se atrevió a mostrarlo por medio de un espejo retrovisor!
Antes de Poitier, los negros en el cine eran chóferes, botones, criados o camareros. Él se impuso internacionalmente, “emancipándose” de los prejuicios y estereotipos que regían sobre la imagen del negro. De aspecto sutil e inteligente, atractivo, noble y entusiasta, Poitier fue el primero que pudo encarnar al héroe, al bueno. De hecho, su propia raza le acusó de ser demasiado bueno, el “santo de ébano”, como si se quisiera borrar su color convirtiéndole en un arcángel perfecto (y sin sexo). Poitier se defendió: “para mí, el cine no es solo vocación o profesión, sino un medio de ayudar a la gente de mi raza. Mis personajes deben seguir sugiriendo la idea de la coexistencia y la integración. Mientras yo represente a mi colectividad, jamás haré de malo, jamás aceptaré un papel que pueda avergonzar a un negro o alentar prejuicios raciales”. Finalmente, Poitier ha llegado aún más lejos, ha dejado de hacer películas de “buena conciencia” liberal, dirigidos a un público blanco, y ha pasado a producir y dirigir comedias de menos pretensiones, pero orientadas directamente al público de su raza.
Poitier, hijo de un campesino de Bahamas que cultivaba tomates, fue un pionero en muchas cosas. Se inició como integrante de la compañía American Negro Theater, que produjo 19 obras teatrales en Harlem hasta su cierre en 1949. Tuvo su primer papel protagonista en 1950, en un papel que fue profético para su trayectoria. Aquel año rodó Un rayo de luz (No way Out), donde encarnaba a un médico negro que debe atender a dos racistas blancos en medio de un clima de tensión que podía desencadenar una revuelta racial. La película de Joseph Mankiewicz, director de Eva al desnudo, le daba la oportunidad de jugar con un jugoso personaje que debía tomar varias decisiones morales marcadas por un sentimiento de justicia, algo que rompía el molde de los roles estereotípicos de aquel entonces.
Estuvo nominado al Oscar como mejor actor en 1959 por Fugitivos, pero no consiguió la codiciada estatuilla hasta 1964 gracias a su interpretación en Los lirios del valle. Antes de él solamente estuvo Hattie McDaniel, quien se llevó el galardón en 1939 por la categoría de mejor actriz secundaria por su rol de criada en Lo que el viento se llevó. Acostumbrados ahora a los discursos reivindicativos en este tipo de ceremonias, el suyo fue conciso. Dio gracias por el premio y nombró al director y al guionista de la película, sonrió emocionado y se marchó.
En 1980, con casi 40 años de trayectoria a cuestas, Poitier consideraba que había ayudado a derribar estereotipos. En su biografía, publicada aquel año, dijo que Hollywood “no estaba preparada todavía para tener como estrella a más de una persona de una minoría”. Pero los cambios demográficos pusieron presión sobre la industria y trajeron el deseo de ver “películas que expresaran mejor las vidas y necesidades de la comunidad negra”. “Finalmente, Hollywood ha entendido el mensaje”, escribió en Esta vida. Solo alguien como él, dos veces nombrado la estrella más taquillera del país y uno de los mejor pagados junto a Richard Burton, John Wayne y Paul Newman, podía afirmar eso. En Adivina quién viene esta noche compartió créditos con dos leyendas, Spencer Tracy y Katharine Hepburn, en una película que impactó a muchos porque era de las primeras que tocaba el tema de las relaciones interraciales.
Poitier tiene entre sus más de 50 títulos Semilla de maldad (Blackboard Jungle) y Rebelión en las aulas (To sir with love). En ambas películas trasladaba a la audiencia las vivencias y dificultades que las aulas de Estados Unidos vivían tras la era de la segregación. En la primera, el actor encarnó a un estudiante y en la segunda, a un profesor.
Sidney Poitier y el cantante Harry Belafonte estuvieron cerca de ser asesinados por el Ku Klux Klan en Misisipi. Este fue el motivo por el que se negó en 1966 a rodar En el calor de la noche en escenarios naturales del sur de EE UU, y la producción se mudó a Illinois. En aquella película, una de las más memorables de su filmografía, encarnaba a Virgil Tibbs, un detective negro que debe investigar un crimen racista en el sur, en el bastión de los supremacistas blancos. Como no encontraron una plantación de algodón en el norte, el equipo filmó durante unos días en Tennessee: Poitier durmió allí con una pistola bajo la almohada.
A finales de los setenta, Poitier hizo una pausa en su trayectoria como actor para otros. Se concentró entonces en crearse una pequeña carrera como director de cintas con repartos hechos casi exclusivamente por actores afroamericanos.
Filmografía esencial.
- 1950: No Way Out
- 1951: Cry, The Beloved Country
- 1952: Red Ball Express
- 1954: Go, Man, Go!
- 1955: Semilla de maldad
- 1956: Good-bye, My Lady
- 1957: Edge of the City; Something of Value; Band of Angels; The Mark of the Hawk
- 1958: Virgin Island; Fugitivos
- 1959: Porgy and Bess
- 1960: All the Young Men
- 1961: A Raisin in the Sun; Paris Blues
- 1962: Pressure Point
- 1963: The Long Ships; Los lirios del valle
- 1965: The Bedford Incident; The Greatest Story Ever Told; A Patch of Blue; The Slender Thread
- 1966: Duel at Diablo
- 1967: Rebelión en las aulas; En el calor de la noche; Adivina quien viene esta noche
- 1968: For Love of Ivy
- 1969: The Lost Man
- 1970: They Call Me MISTER Tibbs!
- 1971: Brother John
- 1971: Not Me Boss!!
- 1971: The Organization
- 1972: Buck and the Preacher
- 1973: A Warm December
- 1974: Uptown Saturday Night
- 1975: The Wilby Conspiracy
- 1975: Let's Do it Again
- 1977: A Piece of the Action
- 1988: Shoot to kill
- 1988: Little Nikita
- 1992: Sneakers
- 1995: Children of the Dust (Los hijos de la llanura o: Razas)
- 1996: Rebelión en las aulas (2)
- 1997: The Jackal
Recordemos a esta gran estrella de Hollywood con una secuencia de la película “Los lirios del valle” (Ralph Nelson, 1963), interpretación que le valió el Oscar al Mejor Actor.
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