Páginas

miércoles, 20 de octubre de 2021

Adiós, idiotas (Albert Dupontel, 2020)

 

 

Título original: Adieu les cons. Dirección: Albert Dupontel. País: Francia. Año: 2020. Duración: 87 min. Género: Comedia dramática.  

Guión: Albert Dupontel, Xavier Nemo. Fotografía: Alexis Kavyrchine. Música: Christophe Julien. Montaje: Christophe Pinel. Diseño de producción: Carlos Conti. Vestuario: Mimi Lempicka. Producción: Catherine Bozorgan.

Mejor Película y Mejor Dirección en los Premios César 2020.

Fecha del estreno: 10 Septiembre 2021 (España)

 

Reparto: Virginie Efira, Albert Dupontel, Nicolas Marié, Adèle Galloy, Grégoire Ludig, Michel Vuillermoz, Kyan Khojandi, Jackie Berroyer, Bastien Ughetto, David Marsais, Philippe Uchan, Terry Gilliam, Vincent Launay-Franceschini, Frans Boyer, Thierry Gary, Marilou Aussilloux, Laurent Stocker, Catherine Davenier, Bouli Lanners, Joséphine Hélin, Vincent Haquin, Yves Pignot, Saïd Benchnafa, Johann Dionnet, Sidonie Laurens, Mohamed Seddiki.

 

Sinopsis:

Cuando Suze Trappet se entera a los 43 años de que está gravemente enferma, decide ir en busca del hijo al que se vio obligada a abandonar cuando ella tenía 15 años. Su búsqueda administrativa le hará conocer a JB, un cincuentón en plena depresión, y al señor Blin, un archivero ciego con un entusiasmo impresionante. Los tres se embarcan en una búsqueda tan espectacular como improbable.

 

Comentarios:

Los premios César de este año, los de la reivindicación de la reapertura de los cines en medio de la pandemia, encumbraron entre la sorpresa general a la producción más insólita de las candidatas. Adiós, idiotas, excéntrica comedia negra de Albert Dupontel sobre la enfermedad terminal y el suicidio, recibió siete galardones, entre ellos los de película, dirección y guion. Mientras, a las dos grandes favoritas, Las cosas que decimos, las cosas que hacemos, de Emmanuel Moret, y Verano del 85, de François Ozon, ambas ya estrenadas en España, les faltó poco para irse de vacío pese a sus 25 nominaciones conjuntas (un único premio entre ambas, el de actriz de reparto para la de Morel). No había sido un gran año, sin duda, pero vistas las tres y los galardones, en retrospectiva, la noche se revela como aún más excéntrica que la película ganadora.

Adiós, idiotas arranca de un modo fenomenal. Dupontel, valiente desde su debut en la dirección, Bernie (1996), con el que tantos paralelismos temáticos y tonales hay en su nueva obra, dedica su trabajo a Terry Jones, y Terry Gilliam tiene un cameo muy especial. El diálogo inicial, que es terrible en su interior, pues se trata de la conversación entre un médico y una paciente de mediana edad a la que se comunica su estado terminal, tiene gracia. Y todo eso no es nada fácil. La peluquera a la que los sprays de las permanentes de sus clientas han comido los pulmones, y que dedica sus últimos días de vida a intentar encontrar al hijo que entregó a los servicios sociales cuando dio a luz a los 15 años, parece un gran personaje. También el que va a ser su compañero de fechorías, al que interpreta el propio director: un triste funcionario del Ministerio de Sanidad, especialista en datos, que ha decidido suicidarse.

Como suele ocurrir en las películas de Dupontel —habitual actor, rostro conocido en títulos como Irreversible y Dejad de quererme—, el despliegue formal es casi más importante que el del relato, y aquí repite con una oscura comedia muy física que no siempre hace diana, pero que, al menos en su primera mitad, contiene suficientes atractivos, casi siempre relacionados con su dificilísima ambigüedad tonal: todo es despiadado, y sin embargo, la comedia sigue estando presente, aunque dejando poco a poco un singular fondo de amargura y misantropía.

En la segunda mitad, en cambio, la película decae, y mucho, y el encuentro final con el hijo perdido casi 30 años atrás resulta un fiasco emocional. Eso sí, la última secuencia es una fiesta atroz, y vuelve a dejar el mismo poso: el de la extraña y atractiva amargura de un autor felizmente raro. (Javier Ocaña)

Recomendada (con reservas).




No hay comentarios:

Publicar un comentario